Etica Juridica Profesional
Enviado por macdonald • 26 de Agosto de 2013 • 2.215 Palabras (9 Páginas) • 492 Visitas
UNIVERSIDAD VALLE DE MEXICO
CAMPUS TUXTLA
ETICA PROFESIONAL EN DERECHO
DECALOGO PERSONAL
Índice
Introducción…….………………………………2
Justificación.……………………………….…..3
Misión del Licenciado en Derecho……….…..4
Valores del Licenciado en Derecho…….……4
Objetivos del Decálogo………….…….……...5
Decálogo del Abogado…………….…….……5
Lema del Licenciado en Derecho……………6
Conclusiones………..…………………………6
Referencias…………………………………….7
Introducción
La misión más importante del profesional del derecho es ser un auxiliar de la justicia otorgada por la ley a través de su conocimiento e interpretación de las mismas con el afán de servir a quien lo necesite, aun cuando quien lo necesite haya incurrido en una violación a la ley el abogado debe siempre defenderlo; conduciéndose siempre con una conducta íntegra y ceñida a los parámetros de lo moral, de la equidad, desprendimiento de sus propios intereses con tal de favorecer plenamente aquellos del cliente que son siempre el motivo de su labor.
Que tan importante es lo que es moralmente bien visto pero éticamente no hasta dónde puede llegar tu profesionalismo o tu ética para abandonar lo que crees por la obligación de cumplir con tu deber profesional o moralmente sería mejor visto el hecho de no tratar de defender y demostrar la inocencia de tu cliente usando la leyes o hechos que te favorezcan para ello sino abogar por una condena menor o “justa” para los delitos que el cometió que es lo bien visto hacer tu trabajo a costa del que sea o al saber de la culpabilidad de tu cliente entregarlo a la justicia.
Recordemos lo que para el ilustre filosofo Aristóteles es la ética, el ethos, costumbre, carácter, temperamento, hábito, modo de ser. Ética sería, pues, un tratado de los hábitos y costumbres. La ética elabora hipótesis, propone conceptos y explica categorías sobre la experiencia moral.
La ética general, o universal, es la rama de la filosofía que versa sobre las diferentes morales. Ahora bien, la ética profesional es la parte de la ética que se preocupa de la reflexión sobre el comportamiento del profesional respecto de su profesión.
Ahora bien que entendemos por Moral, es un hecho que nos señala nuestra propia experiencia que, en determinadas circunstancias, expresamos valorizaciones morales. Estos contenidos se refieren a categorías opuestas: de bien o mal; actos nobles, heroicos, desinteresados; actos infames y egoístas. En ambos casos, al valorar dichos actos, tenemos conciencia que la valorización que hacemos no depende de nuestro antojo, mas bien, es el acto mismo que nos exige determinada valorización.
De lo dicho hasta ahora se desprende que la valorización moral propiamente dicha la aplicamos solo a las acciones humanas, Cuando efectuamos una valorización moral, siempre tenemos en vista seres humano, es decir personas.
Ahora bien como la moral y la ética dependen de las personas, tal vez el tema más destacado en la filosofía existencialista es el de la elección.
La primera característica del ser humano, según la mayoría de los existencialistas, es la libertad para elegir.
Los seres humanos no tienen una naturaleza inmutable, o esencia, como tienen otros animales o plantas; cada ser humano hace elecciones que conforman su propia naturaleza. Según la formulación del filósofo francés del siglo XX Jean-Paul Sartre, la existencia precede a la esencia. La elección es, por lo tanto, fundamental en la existencia humana y es ineludible; incluso la negativa a elegir implica ya una elección. La libertad de elección conlleva compromiso y responsabilidad; los individuos son libres de escoger su propio camino, tienen que aceptar el riesgo y la responsabilidad de seguir su compromiso dondequiera que les lleve, de ahí entonces que la ética sea una decisión propia de nuestro actuar y por la tanto la ética profesional está vinculada a este actuar que intimo y personal, regida por una serie de normas y preceptos, que en la mayoría de los casos están inscritos en un decálogo, y siendo que los abogados son personas que están estrechamente vinculadas a la consecución de bien y la justicia, es en ellos en los que recae mayormente, a diferencia de otros profesionales la práctica de ética profesional y son ellos también los que están obligados a observar el cumplimiento de esas normas y lineamientos, que a manera personal en esta ocasión proponemos en el siguiente decálogo
Justificación
El abogado debe tener siempre en cuenta que está al servicio del derecho en búsqueda siempre de la justicia y la verdad, manifestando una conducta integra en relación con la moral, la equidad, el desinterés propio, el bien de los demás, la lealtad hacia sus clientes y la honestidad. En este devenir de su profesión no debe perder de vista la moral y la ética, tomando en cuenta que la moral nos señala nuestra propia experiencia con valores personales hacia el bien y el mal, con nuestras costumbres y la conducta humana en relación con las leyes que orientan la actividad humana. Un abogado que se precie de conducirse por el camino de la justicia no olvida la moral como normativa, su conciencia como persona humana, estableciendo claramente lo que se debe hacer vinculando esta moral con la ética como profesionista ligado en todo momento al derecho y la justicia, teniendo como valor fundamental la justicia, antes y por encima de todo y de el mismo. Un profesionista y en especial un abogado no debe olvidar que su deber es servir y que todo lo estudiado y lo que aun estudia es motivado por un solo fin la justicia; como profesional tiene una serie de deberes fundamentales que hacen de su actuar un actuar ético profesionalmente hablando y porque no un actuar ético socialmente. Dentro de lo que es la ética general encontramos como deberes fundamentales del profesional una serie de pautas que abarcaremos, no sin antes definir lo que se conoce como deberes. Los deberes son exigencias, imposiciones indeclinables, recaídos sobre la responsabilidad del individuo que mientras mejor los cumple, más derecho tiene a la feliz convivencia social. Como medio más apropiado para organizar una verdadera actuación profesional, cada profesional tiene la obligación de convertirse en medio ejecutor del imperativo categórico de su investidura, por lo cual es esencial disciplinar sus actuaciones técnicas y científicas, perfeccionar su carácter y fortalecer
...