ETICA JURIDICA
Enviado por lichpenas • 24 de Octubre de 2013 • 1.457 Palabras (6 Páginas) • 360 Visitas
INTRODUCCION
La Ética jurídica se encarga del estudio de los valores del ser humano, lo bueno y lo malo, de la moral y el Derecho, y se identifica dentro del ámbito jurídico, siendo una exigencia de los profesionales en emitir una opinión más, acerca de lo bueno o lo malo; donde se trata de emitir juicios sobre la maldad o bondad de algo, pero dando siempre la causa o razón de dicho juicio. La Ética Jurídica se debe aplicar al servicio público, a si como a sus servidores es decir las personas que trabajan en estas dependencias de gobierno. De igual manera se debe aplicar la Ética Jurídica en el ámbito legislativo y en el Abogado.
La realización de una conducta desleal por parte de los abogados puede dar lugar a una sanción disciplinaria impuesta por la respectiva asociación de éstos profesionales y además a una sanción penal. En una sociedad fundada en el respeto a la justicia, el abogado tiene un papel fundamental; su misión no se limita a ejecutar fielmente un mandato en el marco de la ley. En un estado de Derecho, el abogado es indispensable para la justicia y para los justiciables, pues tiene la obligación de defender los derechos y las libertades; es tanto el asesor como el defensor de su cliente.
La ética es una expresión de la cultura; es una forma de dominio de la razón sobre el instinto. Racionalmente, el Hombre y las sociedades humanas han ido estableciendo valores fundamentales, tanto individuales como sociales. De ahí se han derivado deberes morales que, en general, han sido coincidentes con los que recogen los diversos sistemas jurídicos; en rigor, los valores éticos están consignados en el derecho. Teóricamente se pueden distinguir valores individuales y valores sociales. No obstante, la dimensión individual de la ética no puede desligarse de su dimensión social. La consecución del bienestar social casi siempre exige restricciones al bienestar individual, pero éstas deben tener un límite para que el valor del individuo no se pierda en el todo social.
Actualmente vivimos una etapa en la que se afirma que la pérdida de valores pareciera ser un signo distintivo de nuestro tiempo. Sin embargo, los valores no se pierden; lo que podría perderse es el interés por alcanzarlos.
Por ello nuestra reflexión se orienta a la preeminencia de los valores individuales y de los valores sociales. Honradez, lealtad, prudencia, eficiencia, imparcialidad, altruismo, son valores cuyo sentido tiene que ser restablecido, reconsiderado; en una palabra, revivido. Se trata de erradicar la presencia de antivalores y desvalores, que por encarnarse en acciones cotidianas, pueden llegar a servir para la justificación indebida de comportamientos inmorales.
ETICA JURIDICA EN EL SERVICIO PÚBLICO
La ética y el derecho en vez de ubicarse en ámbitos distintos, son coincidentes respecto de la conducta deseable. Una trabaja sobre las motivaciones internas y pretende establecer también un sistema de sanción interna. El segundo concreta los postulados generales de la ética en disposiciones especificas, a las que fija sanciones externas en caso de incumplimiento y además incluye la posibilidad coactiva.
En nuestro país no existe un código de ética específico para los servidores públicos, pero existen diversas disposiciones jurídicas cuyo propósito ha sido orientar la conducta del servidor público y, en algunos casos, fincar responsabilidades de orden administrativo e imponer sanciones de carácter penal. Además de la regulación jurídica en el servicio publico, bien puede hablarse de una mística correspondiente a la identificación con las tareas que se realizan y con los fines que a través de ellas se pretenden alcanzar. Con relación a esta mística de servicio cobran particular importancia las palabras del presidente Juárez, que reflejan el pensamiento de los liberales de su tiempo, recordadas por Ernesto Zedillo en su mensaje de toma de posesión, a quienes hoy sirven al gobierno de la Republica. Decía Juárez:
Los funcionarios públicos no pueden disponer de las rentas sin responsabilidad. No pueden gobernar a impulsos de una voluntad caprichosa, sino con sujeción a las leyes. No pueden improvisar fortunas ni entregarse al ocio y a la disipación, sino consagrarse asiduamente al trabajo, disponiéndose a vivir en la honrada medianía que proporciona la retribución que la ley les señala.
La irresponsabilidad, el capricho, la ilegalidad, la ausencia de entrega a la tarea publica y al falta de honradez, siguen siendo vicios que desde el punto de vista ético y jurídico hay que combatir implacablemente.
La importancia de la labor que realiza el servidor publico demanda que ella se desempeñe con estricto apego a las normas morales, con un acendrado
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