ENSAYO UNIFORME ESCOLAR

NO AL UNIFORME ESCOLAR: EL COLEGIO ES UN LUGAR PARA APRENDER MUCHAS COSAS, PERO TAMBIÉN PARA DESARROLLAR LA AUTONOMÍA Y TOLERANCIA A LAS DIFERENCIAS INDIVIDUALES. 

Antiguamente los colegios no obligaban a sus alumnos a usar uniformes, pero debían asistir con ropa formal. Más tarde el uso de uniformes en Chile fue obligatorio, esta ley fue instalada en el gobierno de Carlos Ibañez del Campo bajo el motivo de que serviría para eliminar la discriminación y promover la educación, en ese tiempo habían muchos más niños sin ir a la escuela que en la actualidad.   La ley finalmente nunca sirvió para motivar la asistencia al colegio, pero sí resultó una consideración el hecho de que algunos alumnos, antes del uso de uniforme, usaban ropa con marcas más conocidas y se pensaba que esto discriminaba; hacía sentir a algunos superiores y otros inferiores. Así el uso de uniforme buscaba terminar con esta situación.

En 1995, la ley suspende el uso de uniforme obligatorio, buscando la mayor autonomía de los colegios tanto públicos como privados; sin embargo señala también que son los directores de colegios y otras autoridades internas quienes sí pueden decidir el uso obligatorio de uniforme en sus propios colegios. Como consecuencia, la mayoría de los colegios públicos y privados, hasta hoy, siguen usando uniforme escolar. Después de 1995 no han existido cambios en la ley que hayan sido efectivos en el objetivo inicial del uso de uniforme. Actualmente y con uso de uniforme, igual existe discriminación en relación al “tipo” de uniforme, conectado al “tipo” de colegio. Todos sabemos que el uniforme de liceo, colegio público o colegio municipal; no es el mismo que el de un colegio privado. Aunque los uniformes son similares; insignias, corbatas y faldas especiales de los colegios particulares, los diferencian claramente de los de liceos públicos. De hecho, en nuestra sociedad chilena, que se caracteriza por ser clasista, hay muchísimos padres que les gusta el uso de uniforme precisamente por eso: para marcar la diferencia de que sus hijos se educan en colegios particulares, algunos de ellos con uniformes llenos de detalles especiales.  La periodista Claudia Mellado de “El Mostrador” en su columna “La discriminación del Uniforme Escolar” menciona: “Es preocupante que algunos se endeuden “hasta las patas” y quieran que sus hijos usen uniformes exclusivos con el fin de mostrar al mundo que no estudian en la educación pública, sino que están en los mejores colegios y, por lo tanto, son parte de una élite. En este sentido, el mercado y el arribismo social han echado por la borda el fondo noble y casi romántico de la política del uniforme, que nació apelando a la igualdad social pero que hoy introduce la discriminación…”.

Por otra parte pienso que lo que identifica a una persona en la sociedad es su manera de pensar, sus gustos, sus capacidades y también su forma de tratar a las personas con quienes convive. El modo de vestir no es el elemento por el cual debemos etiquetarlas o juzgarlas. Considerando esto, el colegio debe formar a un alumno buscando que construya una imagen y una autoestima a partir de sus características propias.  El antropólogo y psicólogo Josep Martí señala en su artículo en diario  “La Vanguardia” que: “Uno de los mayores poderes del uniforme es la colectivización. El uniforme produce la desindividualización… Quien viste un uniforme deja de ser individuo y se convierte en grupo.”

También hay que considerar el tema de la inclusión. En este tema es importante mencionar que Chile aprobó una ley de inclusión en el año 2015. Esta ley de inclusión también ser refiere al uso de uniforme escolar, pero vuelve a ser una contradicción: Por una parte señala que ningún colegio puede suspender o dejar fuera de clases a sus alumnos por presentación personal, pero también menciona que el colegio sigue teniendo el poder para decidir sobre el uso del uniforme bajo su reglamento interno. El superintendente de educación en ese año Oscar Acevedo, intentando defender la contradictoria medida, indica: “desde el momento en que la familia adscribe al proyecto educativo de un colegio, conocen las normas y tienen que respetarlas”. Finalmente la confusa ley de inclusión permite que los alumnos reciban castigo por presentación personal igual, porque existe un reglamento interno al cual la familia accedió a respetar cuando matriculó a su hijo. No respetar varias veces esta norma implica que el colegio, podría suspender la matrícula de ese alumno. Es muy importante decir que si fuera posible vestir de acuerdo a la propia elección, muchas personas se vestirían también de acuerdo a su culto o religión. En un ambiente de inclusión tanto culturas urbanas; como también judíos y musulmanes podrían vestir de acuerdo a su pensamiento. Esta pequeña libertad de no usar uniforme, permite también que los niños puedan desarrollar su propio gusto y estilo, vistiendo con comodidad. Esto también sería una señal en torno a la educación en la autonomía y la formación de la propia identidad. Nuevamente menciono a la periodista Claudia Mellado en “El Mostrador”: “Aunque los medios y el mercado han fomentado la uniformidad de los gustos en la moda, se supone que la educación debería fomentar lo contrario, esto es, la aceptación bien entendida de la individualidad”.

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