ESTABLECIMIENTOS TURÍSTICOS

San Cristóbal, octubre 2021

Nombre y apellido: Luisa Cáceres

C.I:28.271.818

Administración de obras y proyectos

Este como ya se sabe es uno de los aspectos a nivel mundial más importante de la construcción, sin esta hasta el proyecto mejor planeado puede fracasar  y si hablamos de un proyecto inadecuado este se puede salvar del desastre, claramente si aplican las técnicas y recursos de la administración de proyectos a tiempo. El encargado o director del proyecto tomara la responsabilidad en general de convertir los planos bidimensionales y las incontables páginas de instrucciones escritas en una estructura tridimensional que albergará a los empleados y sus máquinas.

 En la introducción a la industria de la construcción en Venezuela es un microcosmos del sistema económico del país; la industria de la construcción era un gran negocio en Venezuela. El total empleado era más de 1.2 millones de trabajadores y generaba cerca del 5% del Producto Interno Bruto (PIB). Y ese porcentaje se aproximaba al 10%, incorporando el valor de los insumos y equipos que se utilizan en construcción, a saber: acero estructural, madera y concreto. La Cámara Venezolana de la Construcción, expuso con toda claridad la necesidad de una mejor administración, al dirigirse a un grupo industrial hace algunos meses: " Siempre que esta industria ha fracasado, la causa de ello ha sido una mala administración. Toda compañía que fracasó era administrada de modo deficiente.

La función y el carácter del contratista general han cambiado en las últimas décadas. Hubo una época en que podía realizar prácticamente todas las fases del trabajo con sus propios colaboradores. A medida que los edificios se hicieron más complicados y la industria se fue volviendo más refinada, el contratista especializado mejor conocido con el nombre de subcontratista empezó a predominar en la industria. En 1995, este tipo de contratista representaba cerca del 35% de las constructoras. Los contratistas generales fueron asumiendo en forma creciente el papel de corredores o intermediarios, realizando cada vez menos trabajos con sus propios equipos y recurriendo más y más a un fuerte núcleo de subcontratistas. La necesidad de cambiar para sobrevivir en el futuro no es algo nuevo para los contratistas, cuando disminuye la actividad de la construcción, se busca renovar y modernizar las técnicas de trabajo. Cuando escasean las obras de particulares, se prepara ofertas para realizar la obra pública. En la industria se observan tendencias que cada vez se hacen más ostensibles y que exigirán cambios en la forma en que michos contratistas han venido administrando su negocio, si quieren tener probabilidades de sobrevivir. Para el control de costos aunque siempre ha constituido un aspecto muy importante de la cartera del contratista, el "austero" mercado de las licitaciones que nació a principios de los años 90 ha hecho necesario controlar los costos con mayor rigor aún. Con un número mayor de contratistas que se disputaban mercados cada día más pequeños disminuyeron aún más los márgenes de utilidad e incluso en el trabajo negociado se ejerció una presión que reducía las utilidades de los constructores. El volumen frente a utilidades es otro factor aniquilador es el crecimiento rápido sin los controles ni el personal capaz correspondiente. Los contratistas han empezado a admitir la necesidad de incrementar las ganancias, en vez de aumentar el volumen y esperar con un falso optimismo; ya hablando de marketing y planeación estratégicas hace unos cuantos años los planes de marketing bien pensados y realizados con profesionalismo empezaron a tomar forma en la industria de la construcción; junto con la planeación estratégica muchos contratistas han investigado a fondo los mercados que desean explotar y han emprendido planes para llegar a ellos. Cada vez un número mayor de contratista " se especializa", volviéndose más expertos en el acabado de interiores, en el trabajo médico y farmacéutico, en la construcción de cuartos limpios, etc.

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