Egipto Dioses
Enviado por imleito • 29 de Noviembre de 2014 • 1.609 Palabras (7 Páginas) • 223 Visitas
"El ojo de Horus", udjat, para los antiguos egipcios, es un símbolo protector en el que se mezclan los rasgos del ojo humano con los del halcón peregrino. Son varias las versiones que explican su remoto origen y siempre están en relación con dioses del mito heliopolitano[1]. Una de ellas cuenta que son los ojos del dios supremo Re, el izquierdo la Luna
Otra leyenda identifica el ojo derecho con Re y el izquierdo con otro dios. Una tercera, la más extendida, afirma que el ojo derecho es el de Re, y el izquierdo el del dios halcón Horus[4], quien dio origen divino a la monarquía egipcia y de donde procede el nombre común del amuleto: "El ojo de Horus", siempre en singular y haciendo referencia al izquierdo, también llamado "el sano" o "el ojo ileso".
Fue un amuleto personal muy popular en la civilización faraónica y, en forma de colgante, anillo o brazalete, su uso abarcó a casi todos los habitantes del país del Nilo sin hacer distinciones entre las diferentes capas sociales.
Las infinitas variantes conservadas sólo se diferencian por el tamaño, la maestría o torpeza en la ejecución y la calidad del material empleado para su realización, en ocasiones piedras semipreciosas engastadas en oro o, en la mayoría de los casos, simples piezas cerámicas hechas en serie.
Tratándose de la representación del ojo izquierdo - cuya simbología es lunar, como ya se ha puntualizado - se trató de acentuar su carácter nocturno usando materiales y pinturas de colores fríos: blancos, azules y negros. Menos frecuente es encontrar este amuleto en forma de ojo derecho - también se ha dicho que esta forma es la representación del Sol - empleando para ello una gama de colores cálidos: oro, ocres vivos, anaranjados y rojos. Aún más escasas son las piezas en las que el anverso y el reverso del amuleto forman la dualidad astral, es decir, por un lado el ojo lunar y por el opuesto el solar.
Los dos ojos mágicos enfrentados en un mismo plano se pintaron o esculpieron, con idéntica finalidad protectora, sobre diversos objetos destinados al uso cotidiano o al meramente funerario.
LAS PIRAMIDES
Las pirámides fueron las tumbas de los faraones. Todos contenían sarcófagos y están situados en la orilla Oeste del Nilo. La pirámide de Zoser en Saqqara obra del arquitecto Imhotep de la III dinastía es la más antigua de piedra que se mantiene en pie. Es de planta rectangular y está formada por cinco cuerpos rectangulares decrecientes.
La construcción de pirámides pasó por varias fases, hasta que a partir de la IV dinastía se inicia una época de colosalismo que se manifiesta en el templo de la Esfinge y las pirámides de la necrópolis de Gizeh, tumbas de los reyes Snefru, Keops, Kefrén y Mikerinos. ( veáse la Gran Pirámide de Gizeh que llegó a superar los 150 m de altura y un templo egipcio).
En el antiguo Egipto se creía que la muerte era el comienzo de una nueva vida en otro mundo y que todo hombre además de su cuerpo poseía un alma (ba) y un doble espiritual (ka). Al morir la persona, el ba seguía viviendo en la tierra y de noche descansaba en su cuerpo. El ka, iba y venía entre la tierra y el otro mundo. Tanto ba como ka debían reconocer su propio cuerpo y por ello lo momificaban. Como esta nueva vida podía durar eternamente, los más poderosos se hicieron construir grandes y suntuosas tumbas de piedra.
La tumba tenía dos misiones principales, por un lado, proteger al cuerpo de la intemperie y por otro, de los ladrones que se sintiesen atraídos por el tesoro guardado en su interior. Cuánto mayor era el rango de la persona, mayor era su tumba, y puesto que según la tradición después de muertos los faraones se convertían en dioses, sus tumbas fueron las mejores.
La cámara funeraria del rey se protegía con una montaña artificial de piedras: la pirámide. Sus cuatro caras triangulares, que representaban los rayos de luz que unían al faraón con el dios Sol, confluyen en un vértice. Sobre el lado oriental se alzaba el templo con una falsa puerta por la que entraba y salía el ka.
Hoy en día no existe evidencia escrita contemporánea que describa como se construyeron las pirámides, por lo que todo son especulaciones de la técnica seguida.
La pirámide consta de tres partes. La más interior es el núcleo central, construido por grandes bloques de piedra caliza de baja calidad extraída de las zonas próximas y colocados escalonadamente y tallados exteriormente La intermedia son bloques de relleno que van apoyados sobre las gradas del núcleo central. La exterior esta formada por los bloques de revestimiento que encajaban a su vez en los de relleno. Estos bloques son de caliza blanca de mejor calidad que se extraían en la zona de Tura. Las tres partes se construían simultáneamente.
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