El Cerdo Burgues
Enviado por aldoharogomez • 24 de Noviembre de 2013 • 580 Palabras (3 Páginas) • 401 Visitas
Cerdo
Podríamos tomar la figura del cerdo ligada al progreso ahorrativo (muchas veces bancario), o ¡a los cerdos cochinos! Se alude al cerdo como símbolo de ignorancia o torpeza al momento de tomar una decisión o actuar. Sus diferentes connotaciones sirven para designar a una persona cochina o poco aseada, una persona ruin, desgraciada, grosera y que hace mal sin tener razones blablá. Podemos comparar a alguien con un cerdo desde un punto de vista físico o de comportamiento. La apariencia física del cerdo se caracteriza por la gordura y suciedad, puesto que este animal se engorda deliberadamente y se revuelca en el lodo y en sus mismos orines. ¡La suma de estos rasgos crea una terribilísima fealdad horripilante! Y de acuerdo a su manera de comportarse, podemos simbolizar al cerdo como la victima que chilla y sangra cuando la matan.
Cerdo Burgués
Es la aberración más apoteósica!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
El señor Cerdo y la señora Cerda fueron alguna vez unos afamados empresarios que por avaricia y un mal manejo de las circunstancias terminaron empobrecidos. El hijo Cerdo, consciente de estas turbulencias y desde pequeño atento y observador, se juró jamás cometer los mismos errores de conducta que llevaron a sus antecesores a una interpretación de la vida tan ruin y lamentosa. Y fue entonces que el rumbo de sus intereses se tornó al estudio de campos variados, tales como la literatura, las leyes, la música, la pintura etc.
Siendo un estudiante cultivado, logró obtener becas en las universidades de más prestigio. Cursó varias ramas del conocimiento, y se rodeó de un ambiente bastante propicio para su desarrollo intelectual. Todo marchaba muy bien, hasta que ¡húa! se topó con los sentimientos embrutecedores llamados: Rosita.
Rosita solía hablarle de las cosas que más le maravillaban, lo acompañaba en sus estudios, lo animaba, lo consolaba, lo besaba, lo acariciaba y demás cosas. Éste quedó prendido plenamente de esta aparentemente brillante cerdita, que enaltecía su felicidad. Un día ella le comentó sus deseos de una vida estable y acomodada, con un buen esposo, casa e hijos, y sin pensarlo dos veces, el hijo Cerdo le pidió matrimonio. Pero esto le exigía una completa modificación de su vida académica, y finalmente decidió abandonarla para entregarse al deber de abastecer de recursos a su próxima familia.
Los años pasaron…La esposa, los hijos, la rutina, le consumieron su vitalidad. Rosita pasaba el tiempo quejándose de lo poco que aportaba él en su vida, de que se no esforzaba como para merecerla, y las crisis llegaron a instalarse cómodamente a ésa dinámica matrimonial y familiar. El hijo Cerdo se hundió en la depresión, e interpretó que, lo que le estaba enseñando la vida, era que uno no puede sobrevivir sin la hipocresía, la frialdad y el despotismo, pues éstos forman los componentes que conducen al motor central
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