El Conflicto Entre La Familia Y La Escuela

Un aspecto que me ha parecido importante es que no se debe entrevistar a los padres solo cuando hay un problema o solo porque está programado por el centro, porque considero que el docente debería concretar entrevistas con los padres con el simple objetivo de conocerse mutuamente, de que ambas partes expongan sus intenciones, preocupaciones y objetivos a conseguir y puedan establecer de forma conjunta unas pautas o un proyecto educativo que favorezca el desarrollo del niño.

Creo que es muy importante que el centro tenga las puertas abiertas a las familias, que éstas noten que se les tiene en cuenta y se les escucha siempre (no solo cuando hay conflictos), que sientan un trato de igual a igual, en una relación de simetría donde comparten una responsabilidad (educar al niño), que perciban que el centro les ofrece el apoyo que necesitan y que no están para acusarlos sino para informarles de los problemas del niño y buscar, de forma conjunta, posibles soluciones a esos problemas, es decir, que se establezcan la metas conjuntamente para conseguir dirigir la educación del niño en una misma dirección.

Me parece interesante hablar del conflicto que puede surgir en las entrevistas individuales cuando éstas se convierten en un monólogo, generalmente, por parte del docente. Creo que cuando un profesor se dedica en una entrevista a hablar él solo, sin dejar participar apenas a los padres y da todo tipo de argumentaciones o explicaciones llenas de palabras pedagógicas, se está perjudicando la buena relación familia-escuela. Considero que, en estas situaciones, las familias deben sentirse frustradas, no valoradas y poco escuchadas, ya que apenas se les deja hablar y expresar sus intereses, preocupaciones, inquietudes, etc. Además, pienso que, este tipo de entrevistas monologas no ayudan nada a la familia, sino que la desconcierta, debido a que la mayoría de las veces a la familia le cuesta captar y comprender lo que el docente le intenta transmitir, normalmente por la gran cantidad de tecnicismos que emplea, lo que puede provocar que los padres piensen que las entrevistas no sirven para nada y que, por lo tanto, dejen de asistir a ellas, perjudicándose así, todavía más, la relación entre docente y padres, y por consiguiente el desarrollo del niño. También creo que, al convertir la entrevista en un monólogo, la familia puede pensar que no está en una relación de igualdad y considerar que el docente se cree superior a ellos, lo que provocará un enfrentamiento mayor entre familia y docente. En este sentido, considero necesario que el docente deje claro que nadie es más importante que nadie, que todos tienen derecho a hablar y a ser escuchados activamente, y que lo que se pretende con las entrevistas es conseguir llegar a un consenso entre ambas partes para favorecer el desarrollo del niño (que no tienen como objetivo culpabilizar o juzgar).

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