El Contrato Moral Docente

EL CONTRATO MORAL DEL DOCENTE

¿Qué papel desempeña el profesorado en la educación del alumno? ¿Qué funciones debe asumir la escuela en la sociedad actual? ¿Tiene el profesorado de hoy en día algún compromiso con la educación en valores?

Enseñar es un hecho social, el profesor debe comprometerse verdadera y profundamente con su vocación, es decir, enseñar con “pasión”; por tal motivo, el docente se encuentra obligado a firmar un contrato moral con la escuela con la que trabaja y consigo mismo. Para ser ejemplo de sus alumnos además de ser la guía que los llevará por el camino del aprendizaje. El maestro influye sobre el desarrollo y en el aprendizaje de sus alumnos. De esta forma, este tipo de compromiso en forma de contrato debe gobernar la doble función que se le encomienda al profesor.

Con anterioridad, varios autores han tratado de señalar la importancia de la firma del mencionado Contrato Moral que deben asumir los docentes; por ejemplo Vigotsky: quien menciona que el profesional de la educación es un guía en el proceso de enseñanza, es el indicado para establecer puentes entre los alumnos y lo que necesitan aprender. Buxarrais por su parte, remarca la necesidad de que los maestros no sean sólo portadores de conocimiento, y hace referencia a que en la mayoría de los países se admiten a la carrera docente, expertos en diversos temas, no siendo expertos, precisamente en cómo enseñarlos y mucho menos en profesores que hayan firmado el contrato moral con su vocación.

Cuando hablamos de “gestión” nos referimos a que los maestros deben tener la habilidad de dosificar y saber transmitir la información a los alumnos, al mismo tiempo que trata de actuar como un modelo a seguir. Acciones como por ejemplo, llegar temprano a clase, ser ordenado y limpio, tener siempre una sonrisa amable o una advertencia justificada, saludar, trabajar en equipo, ser serio en momentos serios y alegre en momentos alegres son ejemplos de cómo la conducta del profesor puede influir en

el ánimo de los estudiantes, pero también, acciones como éstas son las que permiten ser consecuentes en la misión de educar con valores.

Cada escuela es un ser viviente que atiende sus propias necesidades y por ende, no se puede mostrar un “formato universal” en lo que se refiere al contrato moral, sin embargo podemos encontrar algunos puntos importantes que se deberían tomar en cuenta, en la mayoría de las escuelas. Los ámbitos de actuación del contrato moral deberían, como mínimo ser los siguientes: con los alumnos, con los compañeros y con la escuela. El primero de ellos es el más sencillo de explicar pero el que más responsabilidad conlleva, pero se resume a ser COHERENTE, con lo que se enseña, como se actúa, de participar tanto en el desarrollo académico como personal de los alumnos, etcétera. El contrato moral con los compañeros de trabajo sólo se entiende como aprender a trabajar

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