El Docente Hoy

El Docente de Hoy

LCE Graciela Vidal Pineda MCE

¿Qué es lo que hace a un docente? ¿Qué define a un educador? ¿Qué características nos demanda un alumno hoy?

Los docentes de hoy requerimos mucho más que ser simples transmisores de conocimientos, no debemos conformarnos con ser llamados “profesores”.

La educación es un proceso complejo por medio del cual el ser humano desarrolla sus capacidades; es un factor esencial para el crecimiento humano, social y económico. Es mediante este proceso que la persona se inserta en su sociedad y es capaz de transformarla.

Ser educador representa una responsabilidad con cada alumno y con la sociedad en general. Cada persona que pasa por nuestras aulas nos ha sido confiada para contribuir a ese desarrollo. Cada sesión de trabajo es un compromiso que hemos asumido y que debemos enfrentar con todo nuestro esfuerzo y con la seriedad que merece. Ser educador es ser un artista y un científico; es acompañar a otros en su proyecto de vida; es ser capaz de dar la vida para que otros encuentren la esencia de la propia.

Es este compromiso el que debe impulsar a todo educador a formarse, actualizarse y capacitarse de forma continua y permanente. El verdadero educador debe ser capaz de transformarse, de adecuar su práctica docente ante los retos y demandas de su contexto y de cada uno de sus estudiantes. Un educador no debe permanecer inmóvil ante un mundo cambiante, dinámico; sino que debe adecuarse y estar en una búsqueda constante de las estrategias que le permitan llegar al otro e impulsar a cada alumno a descubrir y alcanzar sus metas.

La pasión que tenemos por la educación es lo que nos obliga a la mejora. Es esa búsqueda la que nos impulsa a desarrollar habilidades imprescindibles en nuestra práctica docente. El aprendizaje obtenido en estos procesos debe impactar nuestro quehacer cotidiano, pero, lo más trascendente es que nos brinde herramientas valiosas para poder atender de mejor manera a cada uno de nuestros queridos alumnos, por quienes somos y a quienes nos debemos.

La bendición de ser educadores nos debe impulsar a seguirnos preparando ya que nuestro mundo requiere de personas más competentes para enfrentar cualquier situación que se presente. Debemos estar convencidos de que el trayecto que hemos de andar está lleno de obstáculos pero que con la actualización tenemos una mejor manera de enfrentarlo, comprometidos con la educación de cada uno de los que nos permitan ser parte de su vida.

No neguemos a nuestros alumnos la oportunidad de ser mejores, de ser atendidos por docentes que estén lo suficientemente preparados y no sólo en conocimientos, sino también en habilidades, así como en valores y actitudes.

No es el futuro el que tenemos en nuestras aulas, sino el hoy de nuestro país. Hasta que estemos conscientes de que somos piedras angulares en nuestra

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