El Hombre Que Calculaba Y La Formulacion De Proyectos

Durante muchos años ha existido una relación directa entre las famosas matemáticas y niveles de dificultad y frustración elevados. Y que solo basta con analizar con calma la actitud de un gran porcentaje de las personas al mencionarles esta área del conocimiento, para comprender con más detalles que tanto las expresiones inmediatas como los comentarios relacionados implican una desaprobación casi categórica. Sin embargo, este ejemplo que se menciona es posible extrapolarlo a un sinfín de situaciones cotidianas, ya que al igual que la ciencia de los números, existen condiciones que hacen que la forma de solucionar problemas comunes signifique un verdadero caos incluso librando batallas que generan aún mayores problemas.

Dice una famosa frase que “lo que poco gusta mucho cansa” y los métodos tradicionales por medio de los cuales podemos plantear soluciones a nuestros problemas o proyectos, al cabo del tiempo producen aburrimiento y desmotivación. Por lo tanto estos factores también logran desencadenar un descenso de producción o des éxito de los proyectos. Cabe resaltar que no podemos únicamente quedarnos con la idea de que ante estos detalles no existe una solución, bien se dice la clave para un buen desarrollo de cualquier idea es la invasión, por lo que es factible entender que si cambiamos la forma tradicional como se resuelven las cosas por algunas ideas nuevas, los resultados serán distintos.

Malba Tahan en su libro “El hombre que calculaba” nos plantea además de una historia realmente interesante, una forma divertida de ver situaciones cotidianas. Esta relata el camino de un hombre que por medio de su capacidad impresionante para resolver problemas matemáticos no solo saca de apuros a quienes pedían de su ayuda; sino que sorprendía todos con soluciones diferentes y divertidas. Con su forma tan peculiar de analizar el mundo sacaba también provecho, ya que en muchas de sus respuestas iba implícito un beneficio para sí mismo.

Y es que quizás deberíamos entender que inmerso en las páginas de una historia así, puede existir la respuesta para muchas interrogantes que tengamos. Es posible ver como todo esto es aplicable directamente no solo a las situaciones comunes y casi triviales que plantea el texto; sino a proyectos complejos en los cuales una actitud diferente sumado a la forma creativa y divertida de resolver los problemas nos lleva a resultados exitosos. Esa misma es la idea que transmite Volkswagen con su proyecto “The Fun Theory” (la teoría de la diversión). La cual se trata de estudiar como la diversión, innovación y actitudes diferentes pueden hacer cambiar el comportamiento de la personas para conseguir resultados positivos tanto en los usuarios como en los proyectos en cuestión.

Si asumimos estas referencias como nuestra guía de trabajo, podremos analizar con detalle como introducir nuestros proyectos en esta forma de pensar. Vemos por ejemplo cuando Beremís

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