El Juegos Y Sus Diferentes Concepciones
Enviado por stefy27 • 25 de Mayo de 2013 • 4.045 Palabras (17 Páginas) • 918 Visitas
EL JUEGO Y LAS DIFERENTES CONCEPCIONES; NATURALISTA Y AMBIENTALISTA.
Para comenzar me pareció propicio citar a continuación diferentes definiciones de juegos, de diversos autores y perspectivas.
Desde una concepción naturalista el hombre es un ser esencialmente bueno, pero desgraciadamente es corrompido por la sociedad. El fin del hombre es el disfrute de la libertad, felicidad y el pleno desarrollo de sus potencialidades intelectivas, afectivas y motoras. Esta corriente sitúa como primer postulado de la educación la libertad del educando, por lo cual se opone a toda forma de autoritarismo pedagógico. Para los defensores de esta escuela, lo que procede del interior del niño debe ser el aspecto más importante para la educación; consecuentemente, el ambiente pedagógico debe ser lo más flexible posible, para permitir que el niño desarrolle lo bueno de su interioridad, sus cualidades y habilidades naturales. Lo vital es dejar que el niño sea el mismo; liberarlo de presiones, manipulaciones y condicionamientos. En este modelo pedagógico el centro de la educación es solo el niño. La educación es un proceso natural, es un desenvolvimiento que surge dentro del ser y no una imposición. Esta educación aspira también a formar al niño como ser social en función del bienestar de los demás. La formación humana pasa a ser una preocupación social. Se piensa en la creación de la escuela para el pueblo, en la educación de la edad infantil con materiales propios y en la importancia de la aplicación de métodos útiles.
Juan Jacobo Rousseau introduce la corriente naturalista en la educación, aspirando a desarrollar las virtualidades espirituales de los sujetos. Considera que para poder realizar una buena educación se ha de tener un profundo conocimiento de la naturaleza psicológica de quien se educa. La educación debe iniciarse en la primera infancia y ha de consistir en un desarrollo general, natural y armónico de las capacidades del individuo. Su principio de dejar madurar la infancia en el niño/a´ supone un papel no intervencionista del maestro. Rousseau enfatizaba la importancia del niño, desarrollando sus instintos naturales, estableciendo un juego de niños en su ocupación natural y que no sienta alguna diferencia. Él veía el aprendizaje de los niños llevándose a cabo a través de la libertad y espontaneidad que el juego provee. Veía el juego como una forma libre y espontánea de aprender.
La relación profesor-alumno varía sustancialmente, porque el primero se constituye en un simple auxiliar o un amigo de la expresión libre, original y espontánea de los educandos, a lo sumo el docente debe identificar los intereses del niño y proponer actividades en donde los niños puedan desarrollar sus capacidades innatas.
Según esta corriente, los contenidos de estudio son aquellas experiencias que permiten el desarrollo pleno de los menores. Los temas de estudio se refieren esencialmente a los intereses y necesidades de los niños. El juego, el movimiento, las experiencias vivenciales permiten a los alumnos satisfacer su curiosidad, actividad y crecimiento. No existe materias ni programas, solo las experiencias que el alumno necesite. La formación se centra en conocer al niño y, a partir de ello, crear una pedagogía que responda a las necesidades e intereses de los niños.
Dentro de esta postura encontramos, también, a Froebel el cual ve en el juego ventajas intelectuales y de formación física, y en esto fundamenta la integridad de una buena educación. Su método trata de satisfacer las actitudes del niño consiguiendo hábitos de disciplina, orden, aseo. Sus métodos pedagógicos son diferentes para cada etapa, por lo que enfatiza seguir con rigor las variantes psicológicas según el estadio evolutivo del niño.
Froebel sostenía el principio de que el juego es la base de la educación. El juego infantil, en esa edad, refleja, en cierto modo, la vida interior del niño, el juego es el mayor grado de desarrollo del niño en esta edad por ser la manifestación libre y espontánea del interior, exigida por el interior mismo según la significación propia de la voz juego. El juego es el origen de los mayores bienes. Pero el juego no es solo manifestación interior, también cumple la función de ejercitar los sentimientos y las capacidades intelectuales del sujeto.
Los que defienden la concepción ambientalista afirman que todas las características psicológicas de un individuo y su conducta vienen determinadas directamente por las características del medio ambiente donde se ha desarrollado. Por ello, ante toda conducta de un individuo cualquiera hay que preguntarse siempre, para explicarla, cuál es el estímulo que le ha precedido o que le ha seguido, en lugar de preguntarse por las características psicológicas del individuo.
Al niño hay que enseñarle a jugar, enseñarle juegos de reglas. El niño es diferente según su edad, origen, estímulos que se le dé. El docente planifica, diseña, tiene una intencionalidad pedagógica. Esta concepción, pone el acento en el medio ambiente en lugar de la herencia genética. Reduce al individuo a un mero mecanismo pasivo de dar respuestas, y no es capaz de explicar el papel activo del sujeto humano en la percepción del mundo exterior y en su transformación. El individuo no es sólo objeto, sino también sujeto del desarrollo. El ambiente no actúa de modo automático y mecánico sobre el individuo, sino que varía según las peculiaridades de cada individuo que, aunque originadas algunas de ellas por condiciones externas anteriores, adquieren sustantividad y eficacia en la determinación de su conducta presente.
“El juego es en la infancia el medio para la afirmación del yo, la más clara manifestación de la autonomía del sujeto sobre el medio y, en este sentido, factor de salud. El juego a la vez que permite afianzar nuevas conquistas facilita la comunicación con los otros, adultos y pares. El juego al igual que el lenguaje es el instrumento básico para desarrollar los procesos de socialización, entendida esta en sentido amplio, es decir, como forma de participar activamente en la cultura”
Para Lev S. Vigotsky “el juego es una actividad social, en la cual gracias a la cooperación con otros niños, se logran adquirir papeles o roles que son complementarios al propio. También este autor se ocupa principalmente del juegos simbólico y señala como el niño transforma algunos objetos y los convierte en su imaginación en otros que tienen para él un distinto significado, por ejemplo, cuando corre con la escoba como si ésta fuese un caballo, y con este manejo de las cosas se contribuye a la capacidad simbólica del niño.”
Desde la posición de Jorge Ullúa: El hombre nace con el potencial lúdico, con la posibilidad de poner en acto su capacidad de jugar;
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