El Juicio Oral. Una nueva oportunidad
Enviado por Hernán Díaz G • 16 de Agosto de 2021 • Ensayo • 1.447 Palabras (6 Páginas) • 109 Visitas
EL JUICIO ORAL PENAL. UNA NUEVA OPORTUNIDAD.
Los conflictos son una parte ineludible de la vida cotidiana del hombre; el individuo, al abordar las diferencias para con sus semejantes, puede determinar la calidad de su vida, mientras que en algunos conflictos que se le presentan son simplemente molestias menores, en otros pueden llegar a conflictos tan severos que causan irreparables daños a otros individuos, familias, medios laborales y comunidades enteras. El aprender a abordar los conflictos de manera eficiente es cada vez más una habilidad esencial de toda persona o grupo que necesita acrecentar sin importar la edad, papel social, profesión, contexto cultural o creencia religiosa.
El estado está obligado a garantizar a los individuos las prerrogativas elementales que debe gozar el ser humano, pero a su vez, debe velar por el respeto a éstas y establecer los mecanismos legales para tutelar dichas prerrogativas; es por ello, que han surgido los sistemas de justicia y los procedimientos para su correcta procuración y administración.
No obstante, la actual demanda social está creciendo con tal rapidez que la oferta del sistema del estado para ejercer la función de administración e impartición de justicia a través de las formas tradicionales resulta, hoy en día, completamente insuficiente.
Es claro señalar, que uno de los temas que se analizan en el ámbito de la administración e impartición de justicia es el de duración y costo del litigio, el cual, puede afirmarse que actualmente es su duración en enorme y su costo es incalculable aunado a que el acceso a la justicia por parte del ciudadano no cuenta con la cobertura mínima deseable, resultando así que la relación entre la causa judicial y los involucrados a ella sea distante, originando desconfianza de parte de la sociedad hacia los sistemas de justicia establecidos por el estado.
Muchas veces, es tan grave la percepción del ciudadano ante la impartición de justicia que otorga el estado, que ni siquiera las personas que logran ganar un juicio se sienten satisfechas con el proceso; ya que los gastos y el tiempo que tuvieron que emplear en vigilar o atender el proceso judicial son tan altos que no satisfacen el esfuerzo realizado, por lo que hubiesen preferido evitar los procedimientos con la finalidad de haber impedido su pérdida de tiempo, costo, esfuerzo y encono con la contraparte.
De ahí la tarea del estado de proponer reformas y diseñar esquemas que resuelvan los problemas de fondo y fomenten soluciones para la hoy tan desgastada impartición de justicia en materia penal a través de procedimientos que permitan atender la solución expedita y justa de los conflictos entre los ciudadanos.
Si bien es cierto, la oralidad no es el único sistema de impartición de justicia que garantiza la protección de los derechos esenciales de los individuos, también lo es que ésta sí facilita la realización de tales fines ya que permite –entre otras cosas– la inmediación y el contacto directo entre el juzgador y los intervinientes en el proceso, así como el contacto directo entre los sujetos del juicio con las pruebas bajo las reglas de concentración, continuidad, publicidad e igualdad; alejándose de la lentitud de los procedimientos escritos en los que se generó un abuso en los trámites perdiendo la inmediación de la prueba por parte del juzgador quien optaba por delegarla a intermediarios debido a la acumulación de procesos lentos y tortuosos que requerían la emisión de una sentencia basada en una simple y vaga documentación del proceso.
Igualmente, la oralidad permite garantizar una mayor y mejor protección de los derechos fundamentales de las personas, tanto de quienes son llevados a juicio, como de aquellos que han sido victimizados.
Los principios rectores en el nuevo sistema penal y que deberán regir en el juicio oral penal son la publicidad, la contradicción, la concentración, la continuidad, la inmediación y la igualdad, lo anterior, sin perder de vista que dichos principios deben de confluir entre sí en el juicio y que éste debe caracterizarse por ser acusatorio y oral; logrando así generar en la sociedad la confianza de que el estado ofrece una verdadera administración e impartición de justicia a los individuos que conforman la sociedad.
La publicidad en el juicio oral permitirá la transparencia del proceso ante la sociedad al permitir al público que así lo desee la observación de los debates judiciales, logrando así un proceso abierto y obligando a las partes a que su actuar sea observado por todos.
La contradicción exigirá a que las partes tengan los mismos derechos en cuanto a ser escuchados y practicar pruebas con la finalidad de que ninguna de ellas se encuentre indefensa una frente a la otra, garantizando así la veracidad de la prueba rendida en virtud de que aquella podrá ser debatida por la contraparte y propiciando de esa manera información de calidad en el proceso.
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