El Libre Comercio En Países Subdesarrollados

El libre comercio en teoría es una muy buena opción para el desarrollo de los países económicamente más “débiles” o como se les conoce, países subdesarrollados, sin embargo, en la práctica esto es algo que no se aplica a ciencia cierta, ya que como lo menciona Manuel María Gutiérrez en su obra “libre comercio o funesta teoría de la libertad económica absoluta” “los gobiernos no tienen la prudencia de ver alrededor de su pueblo y estudiar sus necesidades y recursos, fija exclusivamente su atención en las empresas mercantiles aislándolas del interés positivo de las demás clases productoras” (p. 11 párrafo primero). Desde mi punto de vista, los argumentos de este autor son bastante sólidos y justificados, ya que como lo menciona, el libre comercio se puede entender como una protección por parte del país hacia los intereses de las empresas multinacionales más poderosas. Ahora bien, entre países subdesarrollados, toda integración económica para alcanzar el libre comercio requiere un cambio en las costumbres socioculturales, en sí, en el estilo de vida de los países que quieren tener un libre comercio. Cuando se pretende tener un libre comercio entre países subdesarrollados no solo va a implicar la eliminación de las barreras económicas, si no que los ciudadanos de cada país deberán aprender a convivir económica y culturalmente entre ellos, por lo tanto en estos dos aspectos no existiría un avance considerable ya que los países que participen en este “libre comercio” no aportaran mucho a estos aspectos por ser países “subdesarrollados”, es decir, no puede haber un progreso (tecnológico por ejemplo) ya que dichos países tienen más o menos la misma tecnología y recursos. De igual manera el autor José Antonio Sanahuja lo menciona en su libro “Integración y desarrollo de Centroamérica: más allá del libre comercio” dando un argumento sólido al decir que “La valoración de los efectos de una zona de libre comercio entre países subdesarrollados tiende a ser negativa por su escasa aportación de las estructuras tradicionales de subdesarrollo” (p. 64 párrafo primero).

Ahora bien, cuando el libre comercio se da entre países desarrollados y subdesarrollados por lo general los países desarrollados explotan a los países económicamente débiles, destruyendo su propia industria para beneficio de ellos, de este modo el libre comercio tiene el desafortunado aspecto de parecer ser un medio por el cual los países desarrollados estuvieran deseando beneficiarse a sí mismos a expensas de los menos desarrollados. “Desde el momento en que los productos de mano de obra intensiva y de tecnología nada complicada, en los que los países menos desarrollados tuvieran una real o probable ventaja comparativa, probablemente caerían fuera de la esfera de acción de las negociaciones” (La economía y el orden mundial en el año 2000, Jagdish N. Bhagwati p. 202 párrafo segundo). Como lo menciona el autor, los países desarrollados tendrían poco o nulo interés en las tecnologías o mano de obra de los países subdesarrollados, ya que la tecnología con la que estos cuenten se podría decir que para los países desarrollados es poco beneficiosa u obsoleta, ya que al ser un país desarrollado tienen una tecnología y recursos superiores, de este modo, serían los países subdesarrollados los que importarían la tecnología de aquellos países, lo que de nuevo, como ya lo mencione anteriormente recaería en una desventaja para los productores nacionales de países económicamente débiles. Muchos sectores de la población se dan cuenta de esto, para dar un ejemplo, se puede mencionar el movimiento zapatista que hubo en los años 90

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