El Maestro Y Su Practica Docente
Enviado por nayitalicia • 9 de Noviembre de 2012 • 539 Palabras (3 Páginas) • 378 Visitas
La practica es la que vale.
Los planes de estudio de la normal estuvieron mejor planeados en cuanto que dieron al estudiante una educación integral, es decir científica, humanística, física, manual y artística, sin embargo la calidad de los egresados no estaba de acuerdo con la preparación académica obtenida de la escuela. Ya que muy pocos cumplían con esa doble función que debía tener el maestro y que fue motivo de discusión en el Segundo Congreso de Instrucción. El cargo del maestro era como el del sacerdote, cuya virtud esencial era la vocación de servir a los demás. Para Justo Sierra el maestro era un “Santo de la democracia, que había que poner en un altar”.
En la practica, el enaltecimiento de la función del maestro no sirvió ni para que ganara mayores sueldos ni para tener mayores oportunidades. Era muy común que algunos se transportaran a pie o a caballo durante horas para ir a escuelas rurales y cuando no había casas para rentar decidían vivir en la escuela.
La carrera de normalista fue la mas popular durante el Porfiriato. En 1900, 19 estados tenían una o más instituciones para formar maestros.
En calidad de complemento para la parte práctica de la enseñanza las normales tenían una escuela primaria anexa.
Como en casi todas las escuelas profesionales la normal recibía alumnos de todos los estados salvo de Yucatán, Chiapas, Campeche, Sinaloa, Sonora, Nuevo León, San Luis Potosí y Aguascalientes.
Los Becados tenían la obligación de servir en el D.F. y territorios de Baja California y Tepic por 3 años después de concluir su carrera.
En 1900 había en la republica cerca de 8000 maestros de los cuales solo 2000 eran titulados.
Durante el Segundo Congreso de Instrucción en 1890, se llevó a cabo una larga discusión sobre la necesidad de exigir título a los maestros. La mayoría de los representantes estaban en contra de tal exigencia.
En 1907 había más mujeres que hombres docentes ya que por ciertos rasgos de carácter como el amor, la bondad y la paciencia los pedagogos del Porfiriato consideraron que la mujer estaba más preparada que el hombre para enseñar a los niños.
También influía el factor económico ya que la mujer podía conformarse con un sueldo bajo. En 1905, los sueldos estaban sujetos a las leyes de la oferta y demanda y, como había abundancia de profesorado femenino era normal que a las mujeres les pagaran menos que a los hombres.
Los salarios de los maestros variaban de 30 a 80 pesos mensuales y en los pueblos de 2 a 10 pesos. No se sabe si los titulados ganaban mas aunque es lógico suponer que si.
La escasez de plazas y sueldos tan bajos asolaron a los normalistas durante todo el Porfiriato.
En 1910 fueron entregadas 47000 cartas de maestros , las cuales mayorías eran peticiones ya sea de aumento de sueldos o demandas de plaza, en tono de imploración ruegan
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