El Malestar En La Globalización

ghfdsfMarco Tulio Cicerón nace en una provincia de Roma de nombre Arpino, una pequeña isla propiedad de su abuelo, la clase media era su status social, su apellido era de origen plebeyo. Su abuelo, un hombre de principios muy erradicados, donde idealiza y creía que no existía mejor época de Roma que los inicios de la misma; el mal era su principal enemigo. Su padre (que al igual que el pequeño y su abuelo llevaba por nombre Marco Tulio Cicerón) un hombre más flexible en cuanto a ideologías que su abuelo, pero inteligente, bueno, cariñoso y que siempre afectado por la Malaria, en repetidas ocasiones se ve en cama por semanas, más allá que por la enfermedad misma, las depresiones de las cuales es objeto, lo llevan a las recaídas. Su madre de nombre Helvia, una mujer fuerte, dominante, que lleva la economía de la casa de manera muy estricta, siempre prudente y al pendiente de sus hijos, sobre todo de su preferido, el menor, de nombre Quinto, un chico que no es muy interesado en la política de la urbe, sencillo, sin complicaciones, y que ve como su objetivo de vida, la vida militar.

En un regresó a la pequeña isla que lo vio nacer, Marco nunca pensó que le ocurriría un hecho que cambiaría su vida. Livia Curio, una mujer hermosa, cuerpo torneado y ojos azules maravillosos, huérfana, con una dote considerable pero, comprometida con Lucio Catilina de quien además también era pariente muy distante, y prima lejana de Quinto Curio, así que indirectamente tenía conocimiento de la existencia de Marco Tulio, tuvieron una plática, mismo que fue suficiente para que se enamoraran; ella desaparece y tras varios días de búsqueda infructuosa para Marco, logra encontrarla y le declara su amor, ella por el compromiso lo rechaza esto fue muy doloroso para el adolescente, el cual vivía sólo con sus recuerdos, enajenado de la vida de su familia, hasta que en una charla con su hermano, hace que sus ojos se abran y se de cuenta de que las cosas en casa no marchaban

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