El Misterio Del Mas Alla

El misterio del más allá

El primer capítulo de esta conferencia habla de manera general, acerca de las razones por las cuales es importante ver que hay detrás del más allá. 3 son las razones por las cuales el conferencista se vio movido ante este tema. En primer lugar, por su trascendencia. Y con esto me refiero a que los problemas a los cuales nos enfrentamos son minúsculos a comparación de la profunda reflexión que se puede hacer de este tema. A lo largo de la vida el hombre se puede plantear muchas interrogantes, algunas muy banales y otras, las más importantes, tienen un carácter profundo y reflexivo de lo que es la vida y más que nada, el para que vivimos, ¿Qué hacemos aquí?, ¿A dónde iremos a parar?, ¿Existe el destino?, o como el autor nos menciona: ¿Quién eres tú? Y no se refiere exactamente a que contestes con tu nombre y digas que te gusta o cosas así, esta pregunta es considero trascendental y está al conocimiento profundo de uno mismo y del porque esta donde esta, el a donde estará dentro de unos años, o quién fue para que este donde se encuentra ahora.

La segunda razón que lo impulsó a escoger este tema está relacionado con Dios y como llegamos a él a través de nuestras almas. Y llegar a él, es llegar a un “destino inmortal”, que no cualquier hombre esta dispuesto a llegar pues requiere una profunda reflexión para tocar lo mas profundo de nuestra alma.

La tercera razón, que nos propone el autor, es simplemente la actualidad de este tema, habiendo tenido claro que es un tema que nunca pasará de moda, nunca envejecerá ¿Por qué?, porque como seres humanos jamás nos tomamos el tiempo para responder esas preguntas fundamentales que definen nuestra existencia humana. “No hay más que contemplar el mundo,” cito “para ver de qué manera camina desorientado en las tinieblas por haberse puesto voluntariamente de espaldas a la luz”. Esta frase me dejo pensando, que vivimos a prisa, que no somos críticos con nosotros mismos, que vivimos ahogados en el consumismo porque se ha puesto de moda, pero sobre todo, que le hemos dado la espalda a lo que verdaderamente es importante.

Ahora bien, me parece importante mencionar las dos concepciones de vida completamente distintas que nos menciona el conferencista: la concepción materialista, irreligiosa y atea, que no se preocupa solo de vivir de manera superficial, y la concepción espiritualista, que piensa en el más allá, en el qué hay después de.

Cuestionarse la existencia del más allá, es cuestionarse a sí mismo, en lo que cree y en el tipo de persona que es. Aquellos que no están dispuestos a aceptar esta verdad aunque lo tenga en frente de él no será capaz de verlo nunca. El autor los llama incrédulos de cabeza, haciendo referencia a aquella gente que lo le interesa el placer por el fin del mismo, personas que sólo viven por vivir, personas cerradas de mente apegados a su buena vida, contra ellos, no hay argumento válido que los haga creer más allá de lo que sus ojos son capaces de ver, porque lo único creíble para ellos es lo comprobable, yo los llamo ciegos de corazón, para mí no necesito más que buscar un poco dentro de mí para darme cuenta que creo, creo en una vida más allá de está, creo que la historia no acaba con nuestra muerte humana, creo lo que no podemos ver, ni comprobar, es lo único que está lleno de posibilidades.

Para hablar de la existencia del más allá. Nos tenemos que referir primero al plano de las meras posibilidades. Y con esto me refiero, a pensar por un momento al por qué no, o al que tal y si, estas dos frases son tan poderosas y a la vez reflexivas, te hacen pensar, te hacen cuestionarte, pero más que nada te abren un cúmulo de posibilidades. Como algo tangible no tenemos certeza sobre la existencia del más allá, nuestra razón tiende a no comprender las cosas que no podemos tocar o ver, por eso creo que en cuestiones de fe, es trabajo del corazón decidir si creer o no.

Cuando el corazón cree entramos de lleno a lo que es la certeza plena de existe. De que existe Dios y de que si tenemos algo llamado alma, y que cuando pasamos a mejor vida aquella solo deja nuestro cuerpo, es inmortal, es lo único que queda de nosotros cuando morimos.

“El cuerpo podría ser una ilusión del alma, pero el alma no puede ser, de ninguna manera, una ilusión del cuerpo” y para explicar esta frase hay un triple argumento.

El argumento ontológico habla de que es indiscutible que tenemos un principio espiritual capaz de producir ideas espirituales; y a ese principio espiritual es lo que llamamos alma. El alma humana, por el hecho

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