El Patrón Oro

A lo largo de la historia se han usado muchos bienes como dinero: conchas, vacas, sal, tabaco, metales, etc. pero el más apreciado fue el oro, usado desde los inicios de la historia. Sus características como bien duradero y difícil de falsificar lo convirtieron en el bien por excelencia en casi todas las culturas del globo, por lo que fue aceptado por las personas para servir de moneda de cambio.

El Patrón Oro fue un sistema monetario en el que el valor de la moneda era convertible en oro a un tipo de cambio fijado por ley. El Banco Central estaba obligado a entregar oro a cambio de moneda, y viceversa, al precio fijado en el momento que se hacia la operación.

Este sistema monetario tiene como característica que el valor de una divisa está respaldada por cierta cantidad del metal. Incluso los billetes decían que el titular del papel podría exigir la conversión de su dinero por el valor del mismo por monedas o lingotes de oro.

Según este sistema, un país con una balanza comercial favorable gana oro, lo que va a determinar un incremento tanto de su base crediticia como del dinero en circulación.

De igual modo, un país cuya balanza comercial sea deficitaria perderá oro, lo cual obligará a la autoridad monetaria a reducir la cantidad de dinero en circulación vendiendo títulos de deuda pública. Al disminuir la cantidad de dinero en circulación sube el tipo de interés, se reduce la demanda efectiva y descienden los precios, con lo cual mejora la posición competitiva del país frente al exterior y se restablece nuevamente el equilibrio de su balanza comercial.

Al parecer anteriormente este sistema funcionaba correctamente (en la teoría), ya que el fin era mantener un equilibro en la balanza de pagos, con lo que poco a poco, se iba regulando la economía, sin embargo hay que tomar en cuenta dos factores, el hecho de las economías eficientes y la ley de Paretto. Dicho esto, se sabe que una economía se considera eficiente cuando no se puede mejorar una situación económica sin empeorar otra, por lo que el “equilibrio” se debería de mantener constante en todas las economías para que este sistema funcionara eficientemente, sin embargo siguiendo lo dictado en la ley de Paretto, en todo sistema económico es inevitable la desigualdad, por lo que la postura anterior se rompe y recae en un error que hoy en día se tiene con diferente sistema monetario.

Posteriormente, los gobiernos descubrieron problemas debidos al uso de un patrón oro para poder controlar la oferta monetaria. Ya que su suministro (relacionado con la actividad minera) es insuficiente al no estar relacionado con el suministro global de bienes (relacionado con la actividad económica en general y no sólo con la minería), que las reservas de oro están mal repartidas en proporción al peso real de la actividad económica de cada país en el mundo (el ejemplo más extremo es el de Japón, que durante muchos años

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