El Político Y El Científico
Enviado por mane14 • 13 de Julio de 2012 • 868 Palabras (4 Páginas) • 769 Visitas
"El político y el científico" (Weber, 1984)
Esta obra está formada por una serie de discursos, los cuales están encaminados a observar las diferencias entre la vocación del político y el deber del científico. Y se podría describir a éste como un político frustrado y un científico insatisfecho de sí mismo y de su objeto.
La primera pregunta que se formula en este libro es: ¿Qué debe ser un político? Weber sabiendo que el político, en su época, como hoy también, no era precisamente un modelo, propuso un "deber ser" de político a ser imitado por los que sentían esa vocación. Decía: "un político debe contar con tres virtudes: pasión, sentido de responsabilidad y mesura". Una definición difícil, por no decir imposible, de ser encarnada. Y es aquí donde está el problema. Dos virtudes racionales y una irracional excluyentes entre sí y con un equilibrio donde es exigible el sacrificio de una de ellas.
Sin duda, podríamos decir que el dilema del político de Weber proviene de dos filósofos griegos: Aristóteles que decía que la mayor virtud de un político era la prudencia, y la pasión, venida de Platón.
Por otro lado, el autor quiere diferenciar entre la moral de la convicción y la moral de la responsabilidad. Weber decía que hay dos formas de luchar políticamente por los fines que cada quien concibe. Pero hay una diferencia fundamental: el sacrificio o no de cosas y personas en función de los fines. En efecto, estamos ante el viejo dilema de si el fin justifica los medios o no. Para el convencido de su causa, sólo hay el tipo de moral derivada de los fines por los que combate. "El que triunfa siempre tiene la razón". Weber llama a estas personas "irresponsables" porque no miden las consecuencias de sus propios actos que recaerán de modo negativo precisamente sobre las generaciones que dicen defender. Por otro lado, está también el convencido de su causa, pero a diferencia del otro éste obra con responsabilidad. Es aquel que está orientado por ciertos valores éticos que no le permiten ciertos tipos de sacrificio y que siempre pondera las consecuencias de sus actos precisamente midiendo el futuro. Para Weber este tipo de político es el deseable. Sin embargo, Weber tiene aún su dilema donde la pasión se opone a la mesura y el convencido al responsable. Por esto Weber pretende en este libro conciliar las dos morales.
Por otra parte Weber también nos habla sobre la eficacia y la esencia de la política. La política no ha dejado de encerrar en su seno la racionalidad de la eficacia. Las cosas no son buenas ni malas, sino útiles o inútiles para una empresa cualquiera. En este sentido, a Weber no le interesan los fines, aunque los admite para entender la racionalidad de los políticos de distintos signos. Por eso, es un científico que no se embriaga con la nobleza o las miserias de unas metas abstractas. Por supuesto
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