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El Realismo


Enviado por   •  3 de Noviembre de 2013  •  5.232 Palabras (21 Páginas)  •  257 Visitas

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El Realismo.

El realismo literario es una corriente estética que supuso una ruptura con el romanticismo, tanto en los aspectos ideológicos como en los formales, en la segunda mitad de siglo XIX.

Aparece aplicado a la literatura hacia 1825 para referirse a la imitación por parte de los románticos de la naturaleza y al detalle descriptivo de algunos de sus novelistas. Más tarde, su significado se precisó para aplicarse a ciertos pintores como Gustave Courbet que, frente a los temas grandilocuentes y las escenografías aparatosas del Romanticismo, llevaban a sus lienzos sencillas escenas de la vida cotidiana; enseguida se aplicó el vocablo a las obras literarias animadas de un propósito análogo de recoger fieles testimonios de la sociedad de la época.

Hacia 1850 en Francia una serie de escritores y críticos presentan ya al realismo como una nueva estética alejada u opuesta a la romántica.

El contexto del realismo.

En términos comunes, el realismo es la forma de presentar las cosas tal como son, sin suavizarlas ni exagerarlas. En arte y literatura es un sistema estético que asigna como fin a las obras artísticas o literarias la imitación fiel de la naturaleza. Es decir que es un intento por describir el comportamiento humano y su entorno, o por representar figuras y objetos tal y como actúan o aparecen en la vida cotidiana (en la vida real).

El realismo surge alrededor de la mitad del siglo XIX, justo cuando el romanticismo va decayendo, precisamente por su distanciamiento con la sociedad, con la realidad social. El realismo (que lo desplaza) se interesa por los problemas de orden práctico y por el análisis objetivo de la realidad. A diferencia del romántico, el escritor realista, se mantiene atento ante la realidad que copia: es exacto. Utiliza un lenguaje cuidadoso, de manera que exprese la realidad con la mayor exactitud.

La industrialización, la gran ciudad y la cuestión social.

Con la llegada de la Revolución Industrial, se genera un crecimiento de la productividad industrial por la aplicación sistemática de nuevos conocimientos tecnológicos y gracias a una mayor experiencia productiva. Esto vino a favorecer la creación de grandes empresas en unas áreas geográficas reducidas. Se intensifica así la urbanización y, por lo tanto, los procesos migratorios desde las zonas rurales a las zonas urbanas. Nace así la gran ciudad con todos los problemas inherentes: hacinamiento, acumulación de basura, delincuencia y desórdenes sociales de todo tipo. En estas condiciones, y por las mismas injusticias de los inicios del sistema capitalista, surge un movimiento de grandes alcances ya avanzado el siglo XIX. Un movimiento surgido por un despertar de la conciencia del proletariado que se materializará en las luchas de las clases trabajadoras. En este contexto surge el realismo, que considera al arte como un instrumento político de mucha importancia.

Un escritor de este período turbulento es el francés Honorato Balzac. Balzac nos muestra en algunas de sus obras el enfermizo culto que se le rinde al dinero. Es el dinero la medida del hombre, es el amo; ante él todo se rinde y todo se pone a sus servicios. Quien tiene dinero tiene la facultad de doblegar al que no lo tiene.

Cientificismo y positivismo.

El cientificismo es una confianza plena en los principios y resultados de la investigación científica y práctica rigurosa de sus métodos. El positivismo, en cambio, es un sistema filosófico basado en la experiencia y el conocimiento empírico de los fenómenos naturales.

El cientificismo o revolución científica, como también fue llamado, coincide con la Revolución Industrial. Los aportes de científicos como Nicolás Copérnico, Galileo Galilei e Isaac Newton, fueron indispensables.

Es mediante el método científico que el positivismo intenta estudiar la sociedad. Con el positivismo ocurre una exaltación de la ciencia, la cual se considera como la única manifestación legítima de lo infinito, por lo cual se llena de significación religiosa. El positivismo contribuye con la organización técnico-industrial de la sociedad, fundada y condicionada por la ciencia.

La literatura del realismo.

El auge de la novela. El género novelístico fue el más explotado por los escritores del realismo. Esto se explica porque en la novela, por su misma extensión, resultaba más adecuado divulgar los grandes problemas del siglo XIX. Dado que el realismo presenta tendencias hacia la descripción del ambiente local y de sucesos y costumbres contemporáneas, así como a la reproducción del lenguaje coloquial y de giros regionales, resulta la novela el medio más cómodo para lograrlo. Es también la novela muy adecuada para la expresión de conflictos y para retratar personas.

La función sociológica de la novela realista.

Hemos establecido que la novela es el género más adecuado para la descripción de los conflictos sociales. Los retratos humanos y las costumbres pueden plasmarse con mayor soltura y exactitud en la novela. Por estas ventajas, la novela fue convirtiéndose poco a poco en un verdadero estudio sobre la realidad social y de sus mecanismos sicológicos. Por todo esto, la novela termina desarrollando una función sociológica.

Figuras Literarias.

El Paralelismo: Es una Figura Retórica de Repetición que consiste en la semejanza (misma estructura) entre distintas partes de un texto. El Paralelismo puede ser de los siguientes tipos:

Sinonímico: repite aproximadamente el mismo contenido:”que los gritos de angustia del hombre los ahogan con cuentos / que el llanto del hombre lo taponan con cuentos” [León Felipe].

Antitético: es decir, de contenidos opuestos:”y la carne que tienta con sus frescos racimos, / y la tumba que aguarda con sus fúnebres ramos.” [Rubén Darío].

Sintético: desarrolla nuevos contenidos.”Por lo visto es posible declararse hombre. / Por lo visto es posible decir No.” [Jaime Gil de Biedma]

Ejemplos de Paralelismo:

1. “Tu frente serena y firme... Tu risa suave y callada”

José de Espronceda

2. “Errado lleva el camino errada lleva la guía”

Romancero Clásico

3. “Si al mecer las azules campanillas de tu balcón crees que suspirando pasa el viento, murmurador sabe que, oculto entre las verdes hojas, suspiro yo”

Gustavo Adolfo Bécquer, Rima XVI.

El Hipérbaton (o Trasposición): Es una Figura Retórica consistente en alterar

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