El Ser Maestro, Nivel Inicial. Vocación

EL SER MAESTRO

VOCACION

Abarcaremos el ser maestro desde el punto de vista de nivel inicial, desde este lugar sentimos que el ser maestro es un arte, una profesión y una vocación.

Un arte porque cada grupo, cada niño, necesita una variación, un ajuste y una atención personal, que exige sensibilidad, flexibilidad y originalidad.

Una profesión porque debe saber quienes son los niños y cómo se desarrollan, y, además, debe saber de todas las áreas para el aprendizaje del niño (matemática, Cs. Sociales, Cs. Naturales etc.). Debe conocer muchas estrategias y métodos y la función como maestro.

Pero, más allá de esto, tiene que tener la vocación necesaria para entender que su trabajo es contribuir a la formación de una personita que debe enfrentar sus propios desafíos y aprendizajes. De cada maestro depende, dentro del nivel escolar, cuánto avanza, y cuándo aprende cada niño en todos los aspectos de su desarrollo: físico, intelectual y socio-emocional.

Por todo esto, nosotras creemos que mas allá de tener simplemente amor a los niños es necesario tener un compromiso frente a la enorme responsabilidad de tener en nuestras manos los primeros, tan importantes, años de la educación de los niños. Por eso si bien es fundamental tener gran sensibilidad y afecto ante nuestros pequeños, es esencial tener presente que nuestra tarea es auténticamente pedagógica y nuestro objetivo es la de formar seres plenos y libres.

Consideramos que uno nace y desarrolla ciertas características de la personalidad que encuadran o no con determinadas profesiones, desde este lugar podemos asegurar que no elegimos ser maestros sino que nuestra forma de ser, pensar y sentir llevan a inclinarse por este camino. El valor de respeto, la responsabilidad, la perseverancia, la comprensión, la calidez, la paciencia y la autocrítica para con nuestro trabajo, entre muchos otros valores, son necesarios para ser maestros; aquel que no reconozca estas características en su personalidad tendrá mayores dificultades para ejercer esta profesión, y aquel que sí las reúna, estará mas cerca de sentir la vocación necesaria para ser un exitoso docente sobretodo en nivel inicial, donde las necesidades se ven agudizadas por la edad de los alumnos.

La profesión docente es noble y enriquecedora para quien la siente verdaderamente, pero puede llegar a ser el fastidio más grande para quien se acerca a ella por error, o porque constituye la última salida profesional y un sueldo más o menos seguro.

La siguiente información nos pareció importante para destacar:

“En un estudio realizado por la pedagoga Andrea Alliau los motivos de la elección de la carrera docente en los alumnos de la Ciudad de Buenos Aires fueron la “vocación” (48%) y el amor a los niños (42%). Por otra parte, el 36% de los estudiantes indicó que es función del maestro “transmitir valores morales” contra un 15% que opta por la “transmisión de saberes”. Esta dimensión vocacional es definida por Emilio Tenti Fanfani, especialista en Sociología de la Educación, como “una práctica a la que alguien se consagra en virtud de un mandato y sin que medie un interés instrumental (sueldo, ventajas materiales, simbólicas, etc.)”.

Tenti Fanfani afirma que: “Una profesión es una combinación estructural de tres características típicas: conocimiento acreditado mediante títulos, autonomía en el desempeño y prestigio y

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