Ser Maestro

¿SER DOCENTE?

¡UNA GRAN EXPERIENCIA!

Cada día nace una persona con un don especial que le da DIOS con el fin de cumplir alguna meta u objetivo en la vida. Hay personas que nacen para ser ingenieros, administradores, arqueólogos y otros para ser docentes.

Cada mañana al despertar los días son diferentes, unos son armoniosos, otros lluviosos o quizás algunos no tengan tanto significado, pero igual son hermosos. Al salir a la luz del día nos encontramos con distintas sorpresas u oportunidades que nos brinda la vida, como es en este caso ser docente; al llegar al colegio al medio día nos encontramos con agradables personas: el rector, los coordinadores, profesores de otras áreas, donde en este núcleo se reciben con un cálido abrazo y un grato saludo que hace que todo el día sea agradable.

Cuando el docente ingresa al aula de clases se encuentra con los “buenos estudiantes”; pues ellos se ubican y quedan mudos como si alguien los hubiera callado, pero se entiende que ese silencio no es más que una advertencia; da la impresión de que es como un ataque entre tigrillos contra un venado, donde por supuesto el profesor es la presa. Todos sienten esas ganas de querer sabotear para no prestar atención a clases y hacer que el profesor se arrepienta por haber llegado.

Ante esto se siente uno inseguro de las clases que se ha planeado, es lógico, en este espacio el docente se siente nervioso, ansioso, tímido, siente que la voz se pierde y hasta incluso que las rodillas tiemblan, es en este momento que pienso: “mi corazón late mas rápido que la velocidad de la luz, porque siento que esos tigrillos me carcomen poco a poco, haciéndome sufrir y sentir inseguro de lo que hago”. Aún recuerdo que lo único que anhelaba en ese momento era que se terminara la clase lo más pronto posible para sentirme tranquilo y volver al mundo de antes, es decir, a un mundo tranquilo, donde nada me perturba mi vida, pero mi yo interior me dijo: “ánimo, supera ese obstáculo, enfréntalo y sal adelante”.

Para ser docente y tener buena relación con los estudiantes no hace falta mostrar una cara seria y demostrar que el que tiene la autoridad es uno (profesor), ser docente no es solo demostrar que uno es serio, que sabe más que los de su alrededor, que hay que conservar distancias entre profesor y alumno y que no es solo sacar notas; ser docente es compartir con cada uno de ellos, es enseñar, es permitir que haya confianza, es ayudarles a comprenderse a sí mismos y a entender el mundo que les rodea. Para ello, no hay otro camino que rescatar en cada una de nuestras lecciones el valor humano del conocimiento.

Se entiende que lo que hace falta para que la clase sea totalmente armoniosa es ganarse el respeto y tomar esa idea. Pues ahí, se es autónomo, pero también entender la idea de que esto no es un juego y comprender que se ha entrado al mundo

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