El Viejo Y El Mar
Enviado por animaria • 18 de Noviembre de 2012 • 763 Palabras (4 Páginas) • 669 Visitas
El Viejo y El Mar
Enunciado: La pesca como vínculo temático para cultivar una amistad profunda entre Santiago y Manolín en la novela “El Viejo y el Mar” de Ernest Hemingway.
La novela “El viejo y el mar” escrita por Ernest Hemingway nos muestra un valor muy importante como lo es la amistad, la cuál surge a raíz de una sencilla práctica, la pesca, entre dos seres humanos muy humildes.
Este valor nace en el primer contacto que existió entre los dos personajes e iba desarrollándose poco a poco a medida que el tiempo pasa. Es así como se demuestra que no hay edad para tener amigos, es decir que no necesariamente podemos ser amigos de personas que tengan edades cercanas a las nuestras, siempre y cuando se encuentren involucrados el respeto y la solidaridad hacia con el otro, todo caso es posible.
A través de la muestra de la amistad el autor hace referencia de los vínculos que se están perdiendo en la sociedad actual, que a medida que transcurren los años, se ve remplazado por el egoísmo y el engrandecimiento de las personas.
La pérdida en la práctica de este valor manifiesta un alto agrado de desintegración y desestabilidad interna, lo cuál significa que ni siquiera la gente se junta o relaciona para compartir cosas básicas como creencias o tradiciones que pertenecen a un mismo grupo social; peor aún establecen lazos de compañerismo o de amistad.
Ambientada en la Isla de la Habana, lugar donde la pesca es uno de los principales sustentos de vida para los habitantes, esta actividad era practicada desde los más jóvenes hasta las personas más experimentadas con años y años en el medio. A pesar de haber algunos pescadores cada quien tenía su manera pescar y con la ayuda de algún truco lograban el éxito llevando a la orilla algún gran pez.
Como tal, ese éxito era el anhelado por Santiago, el un hombre que aseguraba haber disfrutado de la vida, de su infancia en los grandes buques, revivía en cada sueño la playa donde descansaban placenteramente los leones y era la época en la que él decía que era un hombre con suerte, suerte que ya en su vejez se había extinguido como él decía.
Siendo un pequeño muchacho Manolín tenía algunas otras opciones de entretenerse, tales como ir a jugar como alguien de su edad, ir a la escuela, o tal vez jugar con alguien de su edad, pero no, el muchacho le había tomado tal cariño al viejo que era la única persona con quien compartía durante sus días. Muchos de los demás pescadores se reían de Santiago, él lo sabía, pero no se molestaba, lo miraban triste como un viejo acabado, esa era la percepción que los demás habitantes tenían en la isla. Sin embargo el pequeño seguía ahí, preocupado por ayudarle en lo que más podía, escuchando sus mil historias y acompañándole en sus jornadas en busca del ansiado gran pez.
Decimos que esta amistad no conoce de limitaciones ya que
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