El autismo es una psicosis infantil
Enviado por blady • 7 de Octubre de 2011 • Examen • 1.888 Palabras (8 Páginas) • 1.020 Visitas
• AUTISMO.
Debido a la diversidad de criterios evaluadores utilizados para identificar el síndrome autista, no es fácil aportar una definición de esta alteración.
Kanner describió por primera vez el autismo como un síndrome específico a diferencia de otras alteraciones psicopatológicas de la infancia sin que todavía haya un conocimiento claro sobre su etiología.
El autismo es una psicosis infantil (una enfermedad mental grave) que se manifiesta a través de una serie de trastornos de la personalidad y por la falta de interés por el entorno.
La palabra “autismo” se refiere a la pérdida de contacto con la realidad generando una total o parcial dificultad para comunicarse con los demás.
Kanner habla de “autismo infantil precoz” y lo describe como “una retirada de todo contacto con personas, un deseo obsesivo de preservar la identidad, una relación muy hábil con los objetos, la presentación de una fisonomía muy inteligente y pensativa, además del mutismo o de un tipo de lenguaje que no parece destinado a la comunicación interpersonal”.
Estos niños se caracterizan porque parecen no necesitar a sus padres, nunca piden las cosas cuando quieren algo y no buscan ni la ternura ni el afecto.
Además utilizan a las personas como si fueran objetos para conseguir aquello que no pueden alcanzar por sí mismos. Tampoco miran a los ojos y no entienden ni respetan las reglas sociales. Su juego no es simbólico y sólo les gusta el juego por las estereotipias que este pueda conllevar. No les gusta que se les varíe nada de lo que les rodea.
Presentan anomalías sensoriales, son muy selectivos ante los estímulos y tienen fuertes vinculaciones con los objetos.
Se caracterizan por la rigidez en cuanto a las pautas de comportamiento y porque son niños agresivos (conductas autolesivas). También realizan conductas autoestimuladoras, tienen reacciones inadecuadas (morias) y pueden llegar a tener un rendimiento excepcional en áreas aisladas (por ejemplo en la capacidad musical)..
La organización Mundial de la Salud (OMS) habla del autismo como “un síndrome que se presenta desde el nacimiento o se inicia invariablemente durante los treinta primeros meses de vida; las respuestas de los estímulos auditivos y visuales son anormales y, de ordinario, aparecen dificultades en la comprensión del lenguaje hablado. Hay retraso en el desarrollo de dicho lenguaje que, si se logra, se caracteriza por ecolalias, inversión de pronombres, estructura gramatical inmadura e incapacidad para utilizar términos abstractos. Existe generalmente un deterioro para el uso social del lenguaje verbal y de los gestos. Son muy graves las perturbaciones relacionadas antes de los 5 años, incluyéndose una dificultad para la mirada directa a los ojos. Es frecuente la existencia de un comportamiento ritualista en las relaciones sociales y en el juego de grupo, así como hábitos anormales, resistencia al cambio, apego a objetos extravagantes, patrones de estereotipias lúdicas, disminución de la capacidad para el pensamiento abstracto o simbólico y para los juegos imaginativos. La inteligencia puede hallarse severamente disminuida, pero también puede ser normal e incluso de nivel superior. Hay un mejor rendimiento en los sectores relacionados con la memoria rutinaria o con habilidades espacio visuales que en aquellos que implican operaciones simbólicas o lingüísticas”.
Estamos ante un trastorno profundo en el desarrollo de un sujeto que implica alteraciones importantes en su comportamiento y en su lenguaje (síntomas universales en cualquier aproximación conceptual a este término).
Son niños bastante distintos de los normales y de aquellos que presentan una minusvalía del tipo que sea, aunque algunos de sus problemas van a estar presentes en los demás. De ahí la importancia de un diagnostico diferencial.
Rasgos de conducta característicos presentes en la mayoría de estos sujetos:
- Incapacidad para la adopción de posturas de anticipación previa a ser cogidos en brazos.
- Incapacidad en el uso de un lenguaje para comunicarse.
- Dificultad para relacionarse con personas de su entorno.
- Presencia de movimientos esteorotipados inusuales de su cuerpo y de los segmentos corporales, con habilidades torpes tanto en su motricidad fina como gruesa.
- Ausencia casi completa de conductas de aproximación.
- Buena memoria mecánica (“ecolalia demorada, retardada o diferida”).
- Inclinación hacia posturas de tensión o excitación en situaciones insólitas.
- Desinterés por cuanto les rodea, sobre todo en la primera infancia y con conductas y actitudes más o menos pasivas e indiferentes.
- Posibilidad de mejorar sus conductas a partir de los 6 años de edad, aunque con persistencia de las graves limitaciones.
Las conductas de aislamiento, retraimiento, tensión, evitación... deben considerarse como un posible síntoma temprano de autismo.
Etiología del autismo.
Nos movemos, en el terreno de las hipótesis (alteraciones perceptivas, anomalías genéticas, déficits cognitivos, disfunciones cerebrales, anomalías del entorno...). La etiología del autismo es desconocida, los agentes responsables de la génesis del autismo deben encontrase en gran medida en el entorno.
§ Causas psicosociales, según las cuales los niños son potencialmente normales en el momento de su nacimiento, pero se convierten en “diferentes” como consecuencia de las influencias desfavorables de su entorno psicosocial.
En este sentido, nos encontramos con las perturbaciones en la interacción madre e hijo, inexperiencia e hiperansiedad de las madres jóvenes, nacimiento muy temprano de un hermano con respecto al anterior, cambios de domicilio, características psicológicas de los padres, alteraciones en los primeros estadios del desarrollo psicológico del niño, diferencias de idiomas, pérdida de uno de los padres, divorcio de los padres, etc.
§ Causas orgánicas: factores genéticos (hereditariamente se trasmite una anomalía genética), prenatales (rubéola, falta de vitaminas en la alimentación, consumo de drogas, traumatismos, otras causas...) y perinatales (utilización de forceps, anoxia en el parto, encefalitis, meningitis, etc).
El lenguaje en el niño autista.
Manifiestan alteraciones más o menos graves en su desarrollo comunicativo-lingüístico.
Hacia los dos años ningún autista presenta lenguaje.
Las alteraciones
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