El contrato

EL CONTRATO CAPITULO   V

El contrato, como el dominio, está lógicamente vinculado con la guerra: el dominio es el prius de ella, y el contrato es el posterius; el dominio la enciende y el contrato la extingue.

Tiene la finalidad de fijar para el porvenir ciertas posiciones actuales: pero eso implica una promesa recíproca, y la promesa es una declaración que se refiere el futuro.

El contrato, en el terreno económico, vale más bien para interrumpir que para eliminar la guerra; es, a la verdad, más un instrumento de tregua que un instrumento de paz .Asume también la eficacia jurídica; en otros términos, así como el mandato del jefe garantiza el dominio, así también garantiza el contrato.

El contrato  ponga en evidencia un proceso que yo llamaría de fecundación moral de la economía. A su vez, es la forma históricamente primigenia de un fenómeno jurídico más vasto, la cual se le da nombre de negocio jurídico.

Observad, pues, que el propietario, no solo puede donar o vender la cosas suya mientras vive, sino que también puede disponer de ella el tiempo posterior a su muerte; El acto que ejerce esa eficacia ultra vitam, más allá de vida, es decir, de ejercicio del derecho: no hay un acto que exprese la propiedad mejor que aquel con el cual propietario puede disponer, respecto a sus bienes, para más allá de los límites de la vida.

LA JUSPRUDENCIA CAPITULO  X

A este fin es necesario ante todo que nos entendamos acerca del concepto de la justicia. No hay duda que el derecho y la justicia son la misma cosa, el derecho es el medio y la justicia es el fin.

Ni la técnica ni la ciencia, en cuanto operan con la ley, y no podrían operar de otra forma, bastan por consiguiente, para hacer que el derecho consiga justicia, y así no agotan la jurisprudencia, entendida esta como actividad necesaria y suficiente, no tanta para hacer cuanto para hacer bien, el derecho, es decir, no tanto para hacer cualquier derecho cuanto para  hacer derecho justo.

...