El derecho como contrato social

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ANÁLISIS CRÍTICO  

CAPITULO 1

El derecho como contrato social

Para llegar al constitucionalismo debemos entender como lucha un individuo dentro de una sociedad  por la supremacía y el poder absoluto eso es lo que conocemos como un  estado en donde lo importante son los intereses sociales y se puede utilizar cualquier estrategia con tal de llegar a este fin máximo, pero de ahí se basa el constitucionalismo poniéndole un orden a la vida en sociedad, pero en esta sociedad se puede ver que es más una batalla social a un contrato social el cual sería fundamental ya que con este podríamos suponer que la totalidad de los miembros de una sociedad  está a favor de un pacto convenido por todos, aceptando someterse a las normas comunes y reconociendo la existencia de una autoridad que regula el orden para que este permanezca siempre y no hayan discordias entre los ciudadanos, ya  que las normas, leyes y principios estarían establecidos y aprobados por todos solamente para que un gobernante los haga cumplir a total cabalidad.

 Viendo todo desde este punto de vista se puede pasar a la filosofía  y  empezar hablando de la antigüedad clásica es algo milenaria ya que  viene desde Grecia y roma y busca ordenar y nivelar el derecho ya que se pretende con el buscar un orden para una rebeldía humana mostrada por décadas.

También encontramos que la normatividad para platón debe ser pura y esencial y según Aristóteles debe ser racional, por tal motivo los ciudadanos deben ser altruistas para así poder introducir cambios a la sociedad en la que vive el ser humano, pero también esto implica un orden en social en el que primero van los valores y luego los principios  para imponer una normal a la conciencia y así poder gobernar la vida en sociedad

Seguido a esto se puede hablar de la edad media ya que en ella la escolástica es la que lidera pero también es la que defiende en principio los derechos del pueblo frente a las autoridades y esta misma en últimas resulta imponiendo un ordenamiento legal que se inspira en una revelación divina.

 En el renacimiento y Barroco se habla del liberalismo con Umberto Cerroni, donde el individuo es el centro de la vida social y gracias a éste concepto surge el individualismo anglosajón e igualitarismo francés, pero allí Rousseau habla de la figura de República o régimen representativo, el cual es usado en gran parte del mundo para la soberanía nacional.

Así mismo surge el realismo maquiaveliano y el pesimismo hobbesiano, allí se descubre el carácter  de la política, la lucha de intereses y la competencia por el poder y es en ese momento donde se descubre el carácter bélico que viene siendo una lucha por los intereses y una competencia por el poder más que un regulador para la búsqueda de un orden social.

Luego de esto ya podríamos hablar de un contrato social como algo totalitario en el cual la violencia es una forma para sobrevivir  pero aunque el autor de Leviatán opta por un orden y no por una libertad, aquí se constituye quizá la elección moral fundamental de toda la filosofía occidental, y  por ello es más que lógico un empleo indiscriminado de recursos de poder para garantizar la supremacía del estado siendo así el derecho necesario para la relación entre los hombres y con este contrato social se ve un mundo imaginario liberal.

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