El libro Milagro en los Andes

INTRODUCCION:

“Los Andes nunca te devuelven lo que te quitan.” Refrán chileno

Nos gustaría recomendar una lectura y una película. El film en cuestión es ¡Viven! y el libro Milagro en los Andes, escrito por Nando Parrado. Tanto el libro como la película están relacionados con el mismo tema, donde aparecen una serie de valores como el trabajo en equipo, el compañerismo, el respeto, la solidaridad, el esfuerzo, las ganas de vivir y el afán de superación.

"Todos teníamos una base rugbística; no todos éramos jugadores, pero sí teníamos esa formación, esos valores que se dan en el equipo -destaca Tintin Vizintín-. Y ese espíritu apareció en el momento en que lo necesitábamos. El capitán del equipo fue el que tomó los primeros días la iniciativa, tomó la bandera para organizarnos, y ninguno de nosotros puso en duda sus decisiones: era nuestro capitán. Todo se diluyó hasta que murió."

Esta historia ocurrió en la Cordillera de los Andes, en la remota frontera entre Argentina y Chile, y nos cuenta sobre la tragedia que vivieron el grupo de personas que salieron desde Uruguay el 12 de Octubre de 1972 camino a Santiago de Chile, luego de estrellarse contra las montañas y desencadenarse una serie de situaciones que debían enfrentar y superar si querían seguir vivos.

En este trabajo hablaremos de lo que ocurrió con la comunicación y el trabajo en equipo.

En todas las etapas de la historia la comunicación está presente pero podemos definir los siguientes aspectos que involucró

Descenso del avión y accidente (Situación de crisis / Comunicación)

Organización del equipo en las 1ras. horas del accidente (Trabajo en equipo )

La avalancha (Situación de crisis / Comunicación)

Partida de la expedición final (Trabajo en equipo )

Alcance de la cima en la caminata final (Liderazgo / Trabajo en equipo)

Rescate en helicóptero de los 14 sobrevivientes restantes (Comunicación / Liderazgo)

Contenido

Montevideo, Uruguay 1972. Los Viejos Cristianos un equipo de Rugby alquila un avión para ir a jugar a Santiago de Chile. Como no tenían dinero, alquilaron un avión al ejército uruguayo.

Cuarenta y cinco personas despegaron el jueves 12 de Octubre del aeropuerto de Carrasco – Uruguay. Cuando el avión estaba por pasar la cordillera, el capitán decide aterrizar en Mendoza por el mal tiempo reinante que hacía muy peligroso aventurarse al cruce.

(*) El avión era conocido como el Trineo de Plomo, ya que sus 2 motores no le proveían de la suficiente fuerza para volar. Adicionalmente, se habían construido 78 aviones de los cuales 23 se estrellaron.

El avión despegó desde Mendoza el 13 de Octubre, con dirección hacia el sur describiendo una U hacia Santiago sin pasar directamente sobre las montañas más altas, de esta forma el avión volaría por un paso más bajo y la primer ciudad chilena que podrían divisar sería Curicó.

Eran un grupo de amigos que estaban muy felices y que pensaban pasar un excelente fin de semana, el clima dentro del avión era distendido, alegre y divertido. Pero el piloto comete un error fatal, pensando que ya estaba en Curicó (ciudad chilena) y sin poder divisar el suelo por las nubes, decide comenzar a bajar cuando el avión estaba en la mitad de la cordillera, lo que desencadenaría la tragedia.

El avión comenzó a atravesar las primeras turbulencias, todos que se colocaran los cinturones, y los estados de ánimos comenzaron a cambiar, de preocupación al miedo y de este al pánico.

De repente estaban viajando entre montañas, el piloto intentó esquivar los picos pero no evita chocar contra las montañas, perdiendo la parte de atrás y luego se desliza por la nieve hasta detenerse en el valle.

Doce personas mueren durante el choque inicial, 33 sobreviven pero muchos están con graves heridas. Estaban a 3600 metros, no conocían nada de la nieve y con gente muy mal herida, el grupo se vió en la necesidad inmediata de protegerse de los elementos de la naturaleza de lo contrario no hubieran sobrevivido, por lo que debían adaptarse rápidamente a esas condiciones y sobrevivir la primera noche, por lo que con toda la ropa que tenían, se abrigaron compartiendo el calor corporal. La primera noche, mueren 5 personas más.

Al día siguiente, deciden sacar a todos los muertos del avión para tener más espacio. La comida solo alcanzaba para 9 adultos por 24 horas y no tenían agua.

Para comenzar a organizarse, se dividieron en diferentes grupos. El equipo médico, el equipo encargado de la vivienda y el equipo de los convertidores de nieve en agua.

Eran 29 personas que estaban vivas, por lo que debían racionar los alimentos y hacerlos durar hasta que fuesen rescatados. De esto se encargaba el capitán del equipo Marcelo Pérez.

A los 10 días, solo quedaban 27 sobrevivientes y los invade un sentimiento de desesperanza cuando escuchan en la radio que se habían abandonado los esfuerzos de búsqueda.

La solidaridad, la Fe, el compañerismo y el trabajo en equipo, fue sobre todo lo que los ayudaba a subsistir día tras día. Cuando uno de ellos decaía en animo otros iban y se ocupaban de levantarle la moral, de lo contrario, este deprimía a todos los que se hallaban a su alrededor.

Las provisiones que guardaban se habían acabado, el hambre y la sed comenzaron a invadirlos.

La decisión de comerse a los cadáveres comenzó a saltar en todas las mentes de los sobrevivientes simultáneamente, todos tenían el mismo miedo y la misma desesperanza, que habían sido abandonados a su suerte. Tres o cuatro personas comenzaron a hablar de eso y después de unas 5 horas todos hablaban de lo mismo. A muchos de ellos se les planteaban las dudas morales, pero los demás para persuadirlos utilizaron analogías con la misa católica y la carne de Cristo; o con puntos de vista médicos como que son proteínas, lípidos y una fuente de energía, o posiciones como, antes de que se lo coman los gusanos, si yo estuviera en esa posición me gustaría servir al fin social de ayudar a sobrevivir.

Todo marchaba mejor, pero el día 18 por la noche cayó una avalancha sobre ellos, enterrándolos y matando a 8 personas entre las que estaba el capitán del equipo

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