El otro por la diferencia

 La antropología en su contexto de fines del siglo XIX, se constituía por la teoría evolucionista, teoría que construyó al otro a partir de la diferencia. El encuentro con culturas diferentes generó la pregunta fundante de la antropología ¿Por qué son diferentes? sus representantes eran Edward Tylor y H. Morgan. La ciencia se preguntaba qué es hombre y cuál es su origen. Los antropólogos sostenían que el físico del hombre había evolucionado por variación genética y selección natural hasta alcanzar su forma anatómica actual. Afirmaban que la cultura se concebía como una esencia que completaba la naturaleza humana, definida como un todo complejo que comprende conocimientos y creencias, artes, moral, derecho, costumbres y cualquier otra capacidad y hábito adquirido por el hombre en tanto miembro de una sociedad. Es decir, la cultura como continuidad de la naturaleza.

 En este modelo evolucionista se identificaron tres estadíos: salvajismo, barbarie y civilización; donde se proponen semejanzas y diferencias culturales. En cuanto a semejanzas, señalaban el principio de la uniformidad, la igualdad de la naturaleza física del hombre, identidad específica del cerebro en todas las razas humanas, sometidos a mismas condiciones, mismas necesidades; Y el origen común, donde las instituciones y las técnicas se desarrollan en el salvajismo. Con respecto a la diferencia, se parte de que es un hecho empíricamente constatable. Se establece la cultura como una sola, sometida a un proceso de cambio gradual, es decir, una complejización creciente de ella, gradual: acumulativo, temporal y casual. Este escalonamiento ascendente, en aumento de los productos culturales, da como resultado la homogeneización de las culturas.  También se distinguen dos lógicas de cambio, relativas a aspectos materiales (inventos, descubrimientos asociados a la subsistencia, adquisiciones), y no materiales (universo de ideas e instituciones, proceso de desenvolvimiento a partir de ciertos principios primarios de pensamientos). Los evolucionistas culturales consideraban que el progreso humano podía mostrarse a través de la observación y clasificación. Los bienes materiales y las instituciones del “nosotros” eran indicadores del máximo progreso humano contemporáneo.

En un sentido general, la otredad hace referencia al reconocimiento y a la consideración del otro, ya sea como individuo o como grupo, aunque existan costumbres diferentes, es el reconocimiento de la existencia de los que son distintos a nosotros.

A continuación, se establece un ejemplo del concepto de otredad por la diferencia con el siguiente artículo:

El Perón tehuelche: "Me siento orgulloso de mi origen indio porque creo que lo mejor del mundo está en los humildes. No creo en los evolucionados”

El título corresponde a una nota que Juan Domingo Perón brindó a la revista 7 días el 5 de diciembre de 1967.

Perón afirmaba sentirse muy orgulloso de llevar sangre tehuelche, descendiendo por vía materna, de quienes poblaron la Argentina desde siglos antes de que llegaran los colonizadores.

En esta nota podemos decir que el hombre recibe humanidad por herencia biológica o sea sus características innatas mientras que en el orden cultural el hombre recibe su condición humana a través del aprendizaje características adquiridas.

En el caso de Juan domingo Perón, su progreso cultural estuvo marcado por sus antepasados, ya que su abuelo fue político diputado y senador traía con él las características adquiridas de la política que se transmiten por aprendizaje.

En cuanto a su sangre tehuelche, Perón decía mirarse y tener rasgos faciales pómulos salientes, cabello abundante, el típico indio.

Pero para llegar a esto, él tuvo que mirar hacia atrás, emprender un camino descendente, porque era su abuela quien le contaba que fue cautiva de los indios, así con la historia que le contó su abuela él reconstruyó su origen.

Fue en el descenso que se encontró con ese otro, esa otra parte de la historia que él desconocía se encontró con esa otredad no tan distinta a él.

Tomando la frase: “Los de origen indígenas, aunque a algunos les choque, han tenido, y tienen, mucho que ver en la sociedad argentina. Pero mejor no zamarrear ramas de otros árboles genealógicos ilustres, porque todavía subsiste mucha pacatería hipócrita. Además, no sería de buen gusto... De mi origen y nacimiento he hablado poco y discretamente porque insólitas disposiciones militares no escritas me hubieran impedido entrar en el Colegio Militar, pues se evitaba el ingreso de hijos naturales o de religión no católica..." Se evidencia la diferenciación de sentirse como otro no evolucionado, no culto, “no ordenado” en el sentido de la no adquisición de la religión, el no cumplir con las disposiciones militares para su ingreso al colegio, el disgusto de otros ilustres de su época.  Perón, siendo ese otro diferente del “nosotros” de la hegemonía social, descendientes de europeos, con el máximo grado de cultura conocido hasta ese entonces; y también el máximo progreso humano.

Otros ejemplos de otredad:

• La llegada de los españoles y europeos al continente americano recibió el nombre de “descubrimiento de América”, este término es la negación de la existencia de grupos aborígenes en el lugar, por lo que se entiende que su calidad de “otredad” no fue reconocida a pesar de que ya se encontraban en estas tierras. Hay que mencionar también que los mismos aborígenes fueron utilizados como fuerza de trabajo para la explotación de los recursos naturales de nuestras tierras.
• Ir de viaje a otro país de vacaciones también brinda la experiencia de sentirse como el otro, ya que se está en un contexto distinto al nativo. Esto implica la necesidad de interactuar y comprender la cultura a la que se visita para lograr una mayor adaptación.

• https://www.youtube.com/watch?v=npLmq73ER7U
• https://www.youtube.com/watch?v=4h4SZC_Jo5k

Estos videos dan cuenta de otros ejemplos de ver al otro por la diferencia, aún el propio presidente de Argentina conserva esta mirada de que los argentinos sólo somos los descendientes de los europeos.

Para concluir, en opinión de todas las presentes alumnas, consideramos que el movimiento marrón es un mensaje esperanzador para poder cambiar la mirada discriminadora de la hegemonía social que rige en nuestro país y así poder alcanzar los derechos emitidos en la constitución nacional, en tanto tomemos parte para lograr transformar la realidad.

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