El proceso de humanización en la licenciatura en Pedagogía.

EL PROCESO DE HUMANIZACIÓN EN LA LICENCIATURA EN PEDAGOGÍA

La licenciatura en Pedagogía, al pertenecer al área de las humanidades, es encargada de la formación de personas que se dedicarán a trabajar con el otro/otra. Entendiendo formación como “las actividades o prácticas cuyo objetivo raramente es preciso y el resultado siempre insuficientemente estudiado. La formación concierne al porvenir del hombre. Por consiguiente, y para esclarecer el significado de la formación, partiremos de considerar al hombre como un ser en desarrollo, en evolución y en constante transformación” (Villegas, 2008, pág. 3). Desde esta perspectiva se puede entender que la formación no es algo acabado y cada quien va adquiriendo conocimientos, pensamientos e interés diferentes, dependiendo de las vivencias y el entorno en que se ha desarrollado.

En la Facultad de Estudios Superiores Acatlán, la formación de las personas se encamina hacia el humanismo, mismo que ha permitido que las y los estudiantes se interesen en temas sociales, políticos, económicos, que influyen en el proceso de la educación. Dentro de esta formación se encuentra la formación profesional, definida por la UNESCO en 1989 como “Todos las formas y niveles del proceso educativo que incluyen además del conocimiento general, el estudio de las tecnologías y de las ciencias relacionadas, la adquisición de habilidades prácticas, de competencias, actitudes y comprensiones relacionadas con las ocupaciones en los diferentes sectores de la vida social”; logrando así en las y los estudiantes una formación completa que sirva para la vida personal, laboral y humana.

Es por esto, que la pedagogía se fundamenta en la Intervención Profesional, que es un “conjunto de acciones que se estructuran en relación con las demandas que se establecen desde los sujetos con los cuales se dinamiza dicha intervención. Este conjunto de acciones se ubica en la relación demanda y respuesta, vía recurso” (Rozas, pág. 25), con la finalidad de que sus estudiantes tengan acercamiento con la realidad social, pero no sólo se queda en el acercamiento, sino como la definición lo indica se utilizan recursos para buscar incidir en estas problemáticas y lograr de esta manera un cambio, es por esto que por medio de la Intervención Pedagógica, en la que se pretende que las y los estudiantes obtengan una “formación técnica-instrumentalista, destinada a propiciar el estudio de un área de conocimiento propio de una profesión, que se centra específicamente en aquellos conocimientos de índole técnico-profesionales ligados estrictamente a su ejercicio profesional, es decir, a la práctica, dejando al margen el tipo de conocimientos que permitan el desarrollo conceptual de una disciplina” (Ávila, 2012, pág. 63), con la finalidad que las y los alumnos den respuesta a la complejidad de los cambios sociales, donde las profesiones se han multiplicado atendiendo también a la necesidad de especializarse, pero más en el sentido de establecer espacios de intervención cada vez más fragmentados y susceptibles de ser manejables como recortes de conocimiento y como unidades de aprendizaje de fácil acceso.

El acercamiento que se ha tenido durante este proceso de formación ha sido una experiencia que abre paso a la reflexión, a saber observar el entorno en que nos encontramos inmersos pero que por lo cotidiano dejamos de admirarnos. Es importante aprender a observar, los rostros y las expresiones de las otras personas, de esta forma logramos ser empáticos, y si por medio de esto identificamos que lo que rodea a la gente no le hace feliz, que existe explotación, pobreza, delincuencia; situaciones que se han invisibilizado, y por ello se ha visto como “natural”, y es aquí en donde entra el trabajo del/a profesionista en Pedagogía; encontrar los mejores medios para hacer que estas problemáticas leguen de distinta forma

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