Elaboración de un marco analítico I: tres pilares de las instituciones

Elaboración de un marco analítico I: tres pilares de las instituciones

A lo largo de la lectura se denota una fuerte investigación sobre instituciones o estructuras sociales desarrolladas en diferentes contextos que buscan provisionar estabilidad, orden y significado a la vida social de las personas. Aunque existen amplias indagaciones sobre el tema, aquí se muestra la variedad de argumentos donde es posible identificar todos los elementos que hacen parte de las instituciones y cuáles son sus diferencias más marcadas. Dentro de este análisis, se nombran tres importantes pilares que señalan el camino o direccionamiento de las instituciones y como uno complementa al otro. Además, se evidencia un interés por parte del autor, en dar a entender que todos y cada uno de los pilares deben ser desarrollados en conjunto para proporcionar un mejor manejo, orden y control de los comportamientos de un individuo y su desarrollo en la sociedad.

Define las Instituciones

Las instituciones son, como se plantea anteriormente, estructuras que buscan analizar y entender a profundidad el comportamiento de los individuos con base a elementos regulatorios, normativos y culturales-cognitivos. Permiten, junto con actividades y otros recursos proporcionar una estabilidad, orden y significado a la vida social. Es decir, gracias a todos los contenidos simbólicos, elementos y actividades sociales populares en la comunidad, es posible direccionar y conocer el proceder humano; el significado del mismo. No obstante, la conducta humana también logra desarrollarse bajo comportamientos asociados y recursos materiales que de una u otra forma logran cambiar el curso de las actuaciones humanas. Por esto, resulta ser muy importante un análisis conjunto de todos los elementos que permitirán concluir de manera acertada las razones por las cuales se hacen las cosas dentro de una sociedad.

Dichos elementos en las instituciones, muestran tener un fuerte proceso evolutivo a lo largo de la historia lo cual permite trasmitir el conocimiento de generación en generación exponiendo planteamientos antiguos y abriendo campo a nuevas teorías.

Debido a que guían el comportamiento de los individuos, les resulta muy difícil adherirse a los cambios que puedan presentarse, es por esto que relativamente son resistentes al cambio y no muestran adaptabilidad. Sin embargo, como manejan temas relacionas a los rasgos, creencias y costumbres en la vida social la necesidad de cambiar esta intrínseca y es probable que tengan que hacerlo con mucha frecuencia. Estos cambios suelen darse por factores internos (conflictos), como factores externos (finanzas, crisis, etc.)

En las instituciones, se controla y limita el comportamiento de los individuos ya sea por definiciones legales, morales o fronteras culturales, sin embargo, este control se lleva a cabo con el fin de unificar el entendimiento de todos hacia un mismo objetivo, así como lograr una distinción de lo que resulta ser aceptable e inaceptable según la percepción del que este directamente implicado.

Los tres pilares de las Instituciones

Estos tres pilares representan en gran medida los aspectos más relevantes que explican el funcionamiento de las instituciones dentro de la sociedad. Gracias a la división de dichos pilares, es posible diferenciar y clasificar cada comportamiento de las personas dentro de la comunidad en la cual se desarrollan. Dentro de los tres principales se encuentran:

1. El pilar regulativo: Se desarrolla en instituciones que regulan y limitan el comportamiento, es decir, dictaminan si todo lo que se está realizando se encuentra dentro de los parámetros legales o si actúa bajo reglamentos pertinentes. Brinda procesos explícitos y restablecimiento de las normas que puedan no estarse cumpliendo.

La mayoría de las veces, operan en mecanismos difusos e informales, sin embargo, también existen instituciones altamente formales como la policía y los tribunales.

Estas instituciones manejan un sistema de reglas que puede servirles para regular los procesos y las decisiones. Para cada una, el criterio es diferente y cambia dependiendo de la naturaleza de la institución. Algunos son:

• Obligación: Cuando el cumplimiento es obligatorio por un análisis externo minucioso de otra entidad.
• Precisión: Cuando las normas establecidas direccionan y marcan la conducta requerida dentro de la institución.
• Delegación: Cuando personas externas o terceros se conceden a sí mismos la autoridad para aplicar normas y resolver los conflictos.

Los procesos regulatorios se dan en sectores privados y públicos. En el primero, las técnicas suelen presentarse con buenos incentivos, es decir, al mal comportamiento no suelen poner castigos sino solo advertencias. En el segundo, los procesos suelen ser negativos pues son un poco más severos, aquí si aplican las sanciones y castigos. Según este planteamiento, se crean actores sociales en el sector publico debido a que el nivel de respuesta es más racional y cuidadoso, en otras palabras, ante el miedo de un castigo, las personas suelen pensar mejor las cosas y desarrollar ideas más estructuradas.

1. El pilar normativo: Es una perspectiva, evolución y obligación de las instituciones en la vida social, es decir, son reglas normativas que imponen restricciones sobre el comportamiento social. Son obligaciones morales que deben partir de requisitos legales previamente estipulados. Dentro de dicho sistema se incluyen normas y valores fundamentales para su funcionamiento.

• Las Normas: Son los lineamientos de cómo debe hacerse todo y cuáles son los procesos o pasos para perseguir fines valiosos.
• Los Valores: Es una concepción de lo deseable dentro de la institución además de pactar estándares o estructuras de comportamiento para comparar y posteriormente evaluar.

Las normas y valores pueden ser aplicados a toda la institución, sin embargo, suelen escogerse actores determinantes dentro de la misma.

Este sistema permite a las instituciones plantearse sus propias metas y objetivos a corto o largo plazo dependiendo de los intereses, con sus respectivos métodos para conseguirlos. Confiere derechos acompañado de responsabilidades como privilegios y deberes para equilibrar el funcionamiento del mismo. Dentro de ese equilibrio, se busca llegar a la distinción entre una lógica de conveniencia para los individuos y una lógica de instrumentalidad.

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