Elecciones 2013

Hoy quiero hacer una breve reflexión de lo que para mí fueron estas elecciones municipales: siempre escuché sobre el ventajismo político y amedrentamiento del cual son víctimas los miembros de partidos de oposición, leía de las irregularidades que se cometían en los procesos electorales y desde mi computador hacía eco a una protesta de la cual mi única participación; hasta ayer, fue el voto.

Quiero aclarar que mi análisis trata de ser lo más objetivo e imparcial posible. Aunque cuando se tienen convicciones tan sólidas como las que poseo resulta muy difícil no tener cierta cantidad de emociones que corren por las venas. Dicho esto; comienzo con; lo que desde mi punto de vista, es la comprobación de lo que en tantas oportunidades había leído y protestado: “el ventajismo y la parcialización” del CNE. Un órgano que se hace llamar “imparcial y democrático”. Lo siento, pero pude comprobar que esto que dice Tibisay es una falsa pues; los operadores de máquinas, coordinadores, miembros de mesas y supervisores asignados por el CNE son todos, TODOS partidarios del PSUV, lo sé pues viven en mi comunidad y sus inclinaciones políticas son conocidas a voz populi. Entonces ¿cómo creer si ya por ahí está demostrando parcialidad?

A los testigos de mesa se les hizo entrega de un instructivo impreso además de haber asistido a talleres en los cuales señalaba diferentes acciones a seguir en caso de algún percance a la hora de aperturar mesas; situación vivida en la mesa donde fui participe. Mi amiga, quien sería testigo principal por la MUD siguiendo los lineamientos que el mismo CNE hizo conocer, reclama la apertura de mesa a la hora correspondiente a lo que el operador y coordinadora enviados por el CNE se niegan sin dar explicación valida en referencia a los motivos que le impedían abrir mesas. Esto generó el primer conflicto en lo que sería una jornada electoral llena de discusiones e irregularidades.

Ya para las 7 am se sabía lo que horas más tarde sería un hecho; en un país donde las colas son prácticamente una ley, para el acto electoral, NO HUBO. La poca afluencia de electores nos hizo bromear en diferentes oportunidades (me incluyo) gritando “recreo”. Llegaban 10 electores y hacíamos pausas hasta de 15 minutos, me pregunto: ¿Cuál es el mensaje que da la sociedad civil aquí? ¿Por qué no salió a votar casi medio país?

Es importante mencionar, que las personas cuya función era ser testigos por las toldas políticas que estábamos en la mesa donde estuve presente, trabajamos de manera armónica y respetuosa, conversábamos, acordábamos, compartíamos y así sucesivamente, salvo la conducta poco ética y autoritaria del operador asignado por el CNE quién en diferentes oportunidades se atribuyó funciones que no le correspondían generando un clima de tensión entre él y mi compañera quien en la mañana había asumido el rol de secretaria por no haber llegado

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