Elecciones 2013
Enviado por ameyuri • 14 de Junio de 2013 • 1.945 Palabras (8 Páginas) • 259 Visitas
BIOGRAFÍA
Nació el 22 de enero de 1561 en York House en el Strand de Londres, hijo de Nicholas Bacon quien era el guardasellos de la reina Isabel I, y de Ann Cooke, de confesión protestante y emparentada con el primer ministro de la corona Lord Burghley.
En 1573, junto con su hermano Anthony ingresa en el Trinity College de la Universidad de Cambridge, donde las influencias filosóficas que allí recibirá le apartarán pronto del aristotelismo al cual clasificará posteriormente como un pensamiento estéril. En 1576 con el fin de cursar la carrera de derecho ingresa en el Gray's Inn, pero en 1579 la muerte de su padre lo obliga a regresar súbitamente a Londres debido a los problemas económicos que esto provocó.
En 1584 siendo ya abogado, Bacon da comienzo a su carrera política, siendo miembro de la Cámara de los Comunes.
Como estadista, Francis Bacon alcanzó los puestos más altos en la gobernación de Inglate-rra. Pero si en conseguirlos desplegó su capaci¬dad intelectual, no intervino menos su capacidad para la intriga, su deslealtad para con los amigos y su inmensa ambición. Precisamente su actua¬ción en la vida pública inglesa ha perjudicado su reputación en sus otros aspectos de filósofo y escritor y a nadie, mejor que a él, se puede aplicar lo del moralista que no sigue sus propios consejos.
Más de la mitad de su vida pasó Bacon tratando de alcanzar lo que su ambición le dictaba. Su turbio proceder no le sirvió para alcanzar el tan ansiado favor de la reina. Cuando ésta murió, Bacon tenía 42 años. El sucesor, Jacobo I, le fue más propicio y con él consiguió los máximos cargos ambicionados. Pero no supo, una vez en la cima como Lord Canciller, ser leal a la confianza depositada en él. Se le acusó de haber cometido en su cargo veintitrés delitos de corrupción. Cierto es que Bacon, según iba ascen¬diendo, perdía las amistades y llegó a tener muchos más enemigos que amigos. Bacon se re¬conoció culpable y apenas pudo, con su defensa, aminorar la gravedad de las inculpaciones. Des¬pués de la condena y de la pérdida de todos sus cargos, se retiró a una posesión familiar y se dedicó al estudio y a sus tareas filosóficas y lite¬rarias.
La Filosofía de Bacon
En una época de reformadores, Bacon quiere ser también un reformador. Pretende reformar la sociedad a través de la ciencia aplicada (éste es el mensaje de su utopía, La Nueva Atlántida); pero ello presupone reformar antes la ciencia, en sus objetivos y en sus métodos.
El proyecto fundamental de Bacon es, pues, éste: «Establecer y extender el dominio de la raza humana sobre el Universo, [...] lo cual depende, por entero, tanto de las artes como de las ciencias. Porque no podemos dominar la Naturaleza sino obede¬ciéndola» (Novum Organum, I,129). Hay que utilizar la Naturaleza para hacer feliz al hombre: se trata de un humanismo «técnico» (o industrial), puesto que Bacon afirma que «la introducción de famosos descubrimientos ocupa, con mucho, el primer lugar entre las acciones humanas» (Novum Organum, I,129), y beneficia más que las reformas sociales o políticas. Con razón se ha llamado a Bacon «el filósofo de la revolución industrial» (Farrington). Ahora bien, sólo se puede dominar la Naturaleza obedeciéndola, es decir, adaptándose a su estructura y sus leyes. La técnica requiere, pues, un previo conocimiento de la realidad: la ciencia. Sin ella, los inventos no son sino casualidades.
PRINCIPIOS FILOSÓFICOS
Bacon pretendió reformar la ciencia y el método científico, pero fracasó en el intento: la «revolución científica» sería hecha por los mismos científicos, y Bacon no era uno de ellos. Todo comenzó con el De revolucionibus orbium coelestium, publicado en 1543 cuando su autor, Copérnico, acababa de morir. El prologuista y editor, Andreas Osiander, quitaba importancia a la obra, afirmando que sólo contenía hipótesis que permitían calcular los movimientos celestes, pero que no pretendía que tales hipóte¬sis fueran «verdaderas, ni incluso verosímiles, sino que únicamente permitieran hacer cálculos conformes con los hechos observados». Desde luego, ésa no era la opinión de Copérnico, pero se evitó el escándalo. La gran batalla comenzó cuando Kepler y Galileo defendieron públicamente la hipótesis copernicana del heliocentrismo.
Novum Organum
Considerada como la obra más importante de Francis Bacon, el Novum Organum fue publicado en 1620. Se¬gún la intención de su autor, había de formar parte de un vasto tratado general de las ciencias denominado Instauratio magna, que jamás fue concluido. En el mar¬co de esta «gran instauración», el Novum Organum ha¬bía de ocupar la segunda parte, la primera había de estar constituida por una enciclopedia de las ciencias, en tanto que exposición de los principios generales del método, del «nuevo método» científico que Bacon proponía como sustitución del obsoleto «organon» aristotélico.
El Novum Organum, que se compone, a su vez, de dos libros, tiene su punto de partida, pues, en el recha¬zo de la lógica de Aristóteles y en la necesidad de en¬contrar un nuevo método de investigación de la natura¬leza. La lógica aristotélica, base hasta entonces de las ciencias, ha de ser reemplazada por una nueva lógica experimental e inductiva. Ello es necesario por cuanto la lógica del filósofo griego es esencialmente deductiva, parte de algunas observaciones empíricas, pero se pre¬cipita rápidamente en una generalización que olvida la existencia de principios intermedios. Para decirlo en palabras de Bacon, la lógica aristotélica es una vía de investigación y de descubrimiento de la verdad que par¬te de las sensaciones y de los hechos particulares para elevarse rápidamente a las proposiciones más generales y, basándose en estos principios, cuya verdad se supone inmutable, descubre las proposiciones intermedias. A esta vía que se sigue de ordinario, Bacon opone una nueva forma de acceso a la verdad, que parte igual¬mente de las sensaciones y de los hechos particulares, pero que «obtiene de ellos proposiciones, ascendiendo de un modo continuo
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