Elección De Un Carrera Universitaria

Los seres humanos desde el inicio de su infancia tienden a crear su estilo y formas de vida incluyendo lo que quieren ser “cuando sean grandes”, en este momento de la vida no se conoce la realidad a la que se enfrenta el ser humano en la esfera social y económica. Poco a poco la infancia se deja atrás tomando decisiones, conociendo y analizando el entorno que los rodea. Luego, la adolescencia llega con sus cambios físicos y psicológicos que hacen del individuo un ser más consciente; las decisiones que en la infancia se basaban en el mero acto lúdico ahora son un poco más conscientes, con más experiencias y conocimientos que fueron adquiridos conforme pasaba el tiempo. Sin embargo, es al final de esta etapa donde se debe tomar una de las elecciones más importantes: ¿Qué estudiar?

Una de las particularidades de la sociedad actual, es el papel relevante que ocupa el conocimiento en ella. Esta relevancia se encuentra tanto el ámbito social como en el ámbito económico. Respecto a lo segundo, la universidad es vista como un vehículo de movilidad social principalmente para los más desfavorecidos dentro de la sociedad: quienes ingresan a ella aumenta, en promedio, más de tres veces sus ingresos. Así, en términos económicos, la rentabilidad de la educación superior es altísima; mientras que la rentabilidad de la educación media es casi nula (Larraín, 2010). Por ende, el factor más importante ya no es la disponibilidad de capital, mano de obra, materias primas o energía, sino el uso intensivo del conocimiento. (Tünnermann & Souza, 2003)

Esta centralidad pareciera ser un arma de doble filo, pues la educación aumenta la riqueza material de los países al mismo tiempo que aumenta su riqueza cultural, ya que gracias a ella crecen las posibilidades de los individuos a acceder a información de distinto tiempo. Sin embargo, a su vez, estimula la tendencia a su consideración como simple mercancía, sujeta a las reglas del mercado y susceptible de la apropiación privada (Tünnermann & de Souza, 2003).

A partir de lo señalado anteriormente, el presente ensayo tiene como objetivo problematizar la posición social que se tiene actualmente de la universidad y qué factores pueden ser determinantes o influyentes al momento de elegir una carrera universitaria. Mediante esto, se plantea la siguiente interrogante: ¿Cuál es la real motivación para ingresar a la universidad? Cuya respuesta se intentará explicar a través de distintos autores y la experiencia misma del autor de este texto.

Bien es sabido que hay ciertos carreras (generalmente las más demandadas) que su ingreso económico promedio es más alto en comparación a otras. A saber, según una estadística del Educación, 2013 realizada entre los años 2006 y 2007, el ingreso promedio de un médico al cuarto año de egreso, supera los $2.000.000 mensuales; mientras que en esta misma situación, un profesor de educación básica su ingreso no superaría los $500.000 mensuales. Esta diferencia económica es significativa y podría ser un factor determinante al momento de decidir la carrera que se estudiará, precisamente por acortar esa brecha económica entre los más adinerados y los menos adinerados.

Sobre este punto, el mundo social en el que esté inmerso el estudiante, jugaría también un rol fundamental, pues los mismos padres, conocidos o cercanos, ponen una presión sobre lo que “debe” elegir (para desarrollar la necesidad de aceptación y reconocimiento de las virtudes y aprobación) y por consiguiente se decide por estudiar una carrera que no le satisface a nivel personal, pero que la presión social y familiar los induce a una elección profesional no acertada.

Es algo usual en la sociedad poner como prioridad el ingreso económico que se estima que tendrá, por sobre lo que el estudiante realmente quiere. Por esto, no resulta extraño que se elija una ocupación por alcanzar el éxito económico, un mejor posicionamiento u estatus social. Tal como señala Sánchez, 2008 (como se cita en Mussuto, 2008):

Es común que los jóvenes de hoy dejen de lado la vocación por la necesidad de alcanzar el éxito económico. Esto responde al tipo de sociedad en la que estamos inmersos, una sociedad que valora la búsqueda del placer inmediato, el consumismo, pues lo que importa es ‘tener’ (dinero). Se educa a la

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