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Enviado por serendipity • 26 de Octubre de 2012 • 9.890 Palabras (40 Páginas) • 568 Visitas
Cómo trabajar los trastornos de lenguaje
El 50% de los docentes asegura tener en sus clases a niños con trastornos de lenguaje. En este artículo distintos especialistas recomiendan actividades para tratar los TEL.
Nicolás, un alumno de 8 años, con TEL (Trastorno Específico del Lenguaje) Mixto de predominio expresivo, asistió a una escuela de lenguaje de los 5 a los 6 años. Cursa segundo básico en una escuela municipal de la comuna de Recoleta.
El alumno presenta dificultades en el procesamiento de la información auditiva verbal, en memoria verbal secuencial y en estructuración de oraciones complejas. Su vocabulario es restringido en relación con su edad y grupo de pares. Manifiesta deficiencias en la coherencia y cohesión de su discurso, es decir, falta variedad léxica, uso de conectores y mantención del tópico.
“Es fundamental incorporar los niveles linguísticos al trabajo de los subsectores de aprendizaje, es decir, que sean dominio de los profesores que están en el aula“.
(Geraldine Gibson, educadora diferencial)
Mantiene su atención y concentración en las actividades propuestas. Está consciente de los problemas que presenta en el área de lenguaje, lo que interfiere en su participación en actividades que requieren respuestas verbales o exposiciones frente al curso, a pesar de lo cual, manifiesta motivación hacia el aprendizaje.
Su rendimiento es regular. Presenta una lectura silábica y una comprensión literal de textos simples”. Este caso no es un hecho aislado y se repite con frecuencia en la sala de clases. Lo importante es que el profesor sepa cómo trabajar con un niño como Nicolás, para que no quede atrás en relación con sus compañeros.
CÓMO ENFRENTAR ESTA REALIDAD
En primer lugar, hay que recordar que el TEL consiste en un retraso en la adquisición del lenguaje bastante notoria, de por lo menos uno o dos años respecto de la edad cronológica del alumno. Esto se traduce en problemas expresivos (a esto se llama TEL Expresivo), que consisten, por ejemplo, en dificultad para articular los fonemas de una palabra. Y también pueden coexitir problemas de tipo comprensivo y expresivo (TEL Mixto), en que el alumno no sólo tiene dificultades para pronunciar en forma correcta, sino para comprender aquello que está leyendo o escuchando.
Pero, en segundo lugar, hay que saber cómo trabajar con un niño de estas características en la sala de clases. “Los TEL son de diverso grado, y ejercen un impacto importante durante la educación inicial –explica Amanda Céspedes, neuropsiquiatra infantil de la Universidad de Chile-. La relación más directa es con el aprendizaje de la lectura y suele relacionarse con dificultades para adquirir la conciencia fonológica. Por lo tanto, es de rigor aplicar adecuaciones curriculares, en especial modificar el ritmo de exigencias en lectura y escritura”.
Geraldine Gibson, educadora diferencial que trabaja en el proyecto de integración de la Escuela Principado de Asturias, en Puente Alto, sostiene que en un caso como el de Nicolás, que tiene TEL Mixto, es necesario que la profesora de aula haga una adecuación curricular en lo metodológico. Pero aclara que esta adecuación no tiene por qué ser significativa, es decir, no tiene por qué consistir en una modificación de objetivos o contenidos.
Sin embargo, hay que tener presente que, tal como explica Amanda Céspedes, “suele ocurrir que un niño con TEL en primero básico deba trabajar con material de apresto para la lectoescritura (material que se usa en kinder, que inicia al niño en el reconocimiento de fonemas, en la asociación fonema-grafema, y en los primeros trazos de la escritura u orientación de las letras), o que un alumno de segundo básico que recién está decodificando, deba trabajar con material de Primero. Lo mismo ocurre en matemáticas, ya que los chicos con TEL suelen acceder tardíamente al pensamiento lógico simbólico”.
ESTRATEGIAS METODOLÓGICAS
Al preguntarle a Geraldine Gibson qué actividades podría incluir la profesora de Nicolás –que está en Segundo Básico- en la adecuación curricular de este alumno, ella explica que, en primer lugar, “el currículum del curso tiene que ser flexible y diversificado. ¿Qué significa diversificado? Que hago un currículum tan rico en experiencias de aprendizaje que todos aprenden, no importa si un niño presenta o no TEL. Ahora, en segundo lugar, los niños con TEL requieren metodologías no muy distintas al resto de los alumnos, pero hay una intención, trabajar todos los niveles linguísticos del lenguaje, y este foco debe estar presente en cualquier adecuación curricular”.
Verónica Pesse, fonoaudióloga, y Geraldine Gibson, coinciden en que en cualquier adecuación curricular hay que poner énfasis en actividades que desarrollen el lenguaje expresivo, en sus tres niveles: fonético-fonológico (praxias, discriminación auditiva de fonemas), morfosintáctico (por ejemplo, la construcción gramatical de las oraciones) y el nivel semántico (aquí se debe estimular el correcto uso de las palabras y la extensión de vocabulario).
Además, es necesario incorporar actividades que desarrollen el lenguaje comprensivo en sus tres niveles: fonológico (memoria, asociación y discriminación auditiva), morfosintáctico (comprensión de absurdos, completación de oraciones) y semántico (estimular el conocimiento de palabras y temas, desarrollo de vocabulario pasivo).
“La idea es incorporar los niveles linguísticos al trabajo de los subsectores de aprendizaje, es decir, que sean dominio no sólo de la profesora especialista, sino de los profesores que están en el aula para que puedan ir trabajando intencionalmente, con el contenido -cualquiera sea, de cualquier subsector- las habilidades del pensamiento y las habilidades psicolinguísticas –explica Geraldine-. Eso para mí es central, porque eso no es receta, eso tiene que ver con el manejo teórico-técnico de lo que yo requiero para trabajar en el alumno”.
Por ejemplo, en una clase de Comprensión del Medio en segundo básico, al estudiar los animales y su clasificación, en el libro se presenta una gran variedad de animales y los niños deben escribir los nombres de éstos en los recuadros que ya están divididos en acuáticos, terrestres y aéreos. Como adecuación de la metodología, previo a esto se pueden realizar variados juegos lingüísticos:
• La profesora o un niño dice los fonemas del nombre de un animal y los niños adivinan de qué animal se trata (aquí se trabaja el nivel fonológico); pueden separar los nombres de los animales en sílabas.
• Forman oraciones a partir de un animal dado y cambian el orden de las palabras dentro de la oración formulada (nivel morfosintáctico).
• Caracterizan,
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