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Endodoncia


Enviado por   •  14 de Agosto de 2012  •  661 Palabras (3 Páginas)  •  692 Visitas

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INTRODUCCION

La preparación biomecánica del conducto radicular, consiste en remover tejido pulpar, restos necróticos, microorganismos y dentina infectada, también en la conformación que facilitará la obturación, produciendo así el sellado del forámen apical. El objetivo final de la preparación químico-mecánica es proveer limpieza en el conducto radicular y paredes dentinales lisas a las cuales el material obturador pueda adherirse. (García, 2001). La morfología del sistema de conductos genera dificultades al profesional para lograr el total debridamiento del contenido del conducto, debido a que con la sola instumentación manual no se tiene acceso a todas las desviaciones de éste. Por tal razón, el clínico se ve obligado a utilizar sustancias irrigantes que permitan llegar a estas zonas con el fin de obtener una mejor desinfección del sistema de conductos radiculares.

La irrigación de los conductos radiculares tiene cuatro objetivos:

1. Limpieza o arrastre físico de trozos de pulpa, sangre líquida o coagulada, virutas de dentina, plasma, exudados, restos alimentarios, etc., con el fin de evitar el taponamiento del conducto.

2. Acción detergente y de lavado por la formación de espuma y burbujas de oxígeno de los medicamentos usados.

3. Acción antiséptica o desinfectante, y lubricante propia de los fármacos empleados.

4. Acción blanqueante, debido a la presencia de oxígeno liberado.

Las características de un irrigante ideal son: bactericida y/o bacteriostático, no debe lesionar los tejidos periapicales, por lo tanto deben ser poco citotóxicos, solvente de tejidos o de residuos orgánicos e inorgánicos, baja tensión superficial, lubricante, de fácil aplicación, acción rápida y sostenida, entre otras.

El NaOCI es aún el irrigante más utilizado en la endodoncia moderna por sus propiedades antibacterianas, lubricativas, y disolvente de tejido (Azuero, 2003). Los beneficios que proporciona el hipoclorito de sodio como irrigante durante la terapia endodóntica son: efectivos para eliminar el tejido vital y no vital, con un amplio efecto antibacteriano, destruyendo bacterias, hongos, esporas y virus, es excelente lubricante y blanqueador, favoreciendo la acción de los instrumentos, posee una tensión superficial baja, vida media de almacenamiento prolongada, y es poco costoso (Azuero, 2003). La baja tensión superficial del hipoclorito permite su penetración a zonas de difícil acceso, como conductos laterales y túbulos dentinales. El Hipoclorito de sodio por sí solo no remueve el barro dentinario, ya que sólo actúa sobre la materia orgánica de la pulpa y la predentina.

CONCLUSIÓN

Este protocolo de irrigación permite aumentar la difusión del NaOCI en los canalículos dentinarios potenciando su acción antibacteriana,

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