Energia Sostenible

DESARROLLO

¿ES LA ENERGÍA SOSTENIBLE EN TÉRMINO GENERAL Y AMPLIO UN VALOR QUE IMPACTA LA DINÁMICA DEL DESARROLLO SOSTENIBLE, LA PRODUCTIVIDAD Y LA DESMATERIALIZACIÓN CON EFICIENCIA Y EFICACIA?

¿APLICA EL "IMPACTO" LOS INDICADORES DEL CAMBIO, LA EFICIENCIA Y LA EFICACIA?

El secretario general de las naciones unidas, propuso cinco temas para la agenda de la cumbre mundial de Johannesburgo sobre desarrollo sostenible: agua, energía, salud, agricultura y biodiversidad, estas áreas críticas, unidas a la tendencia del crecimiento poblacional y la pobreza, condicionan el desarrollo a largo plazo y su sostenibilidad, los cinco aspectos interrelacionados para crear desarrollo. Si bien es cierto, en el manejo empresarial de cada uno de los cinco temas presenta: crecimiento económico local y regional, con el aprovechamiento regional de aquellas empresas o personas que tienen grandes capitales y hacen de un bien público un negocio particular, en detrimento de la productividad de las poblaciones que viven en áreas rurales donde se originan los negocios (represas, centrales hidroeléctricas, hospitales, agricultura intensiva y explotación de selvas) y que dependen de la agricultura para su supervivencia, esto no aporta al desarrollo sostenible, pues no se da la integración de dicho crecimiento con la equidad social y la protección ambiental.

Debido a la importancia del agua y a su resultado convertido en energía de alto costo facturable a la población y a las industrias, las energías limpias y alternativas como las energías renovables y la energía de fusión, para una ciudad como Bogotá D.C. son opciones que pueden integrar estrategias públicas que apunten al desarrollo socio-económico del Distrito. Es claro que los intereses por mantener un negocio de alta rentabilidad empresarial, no social, acarrea valores exagerados que cerca del 75% de la población capitalina, tiene que destinar más del 30 % de sus ingresos para el pago de los servicios públicos entre ellos la energía.

El Distrito puede diseñar, desarrollar y poner en marcha estrategias basadas en la utilización de energías tales como: solar fotovoltaica (es la que se basa en la captación de energía solar y su transformación en energía eléctrica por medio de módulos fotovoltaicos), solar térmica o termosolar (aprovechamiento de la energía del Sol para producir calor que puede aprovecharse para cocinar alimentos o para la producción de agua caliente destinada al consumo doméstico, ya sea agua caliente sanitaria, calefacción, o para producción de energía mecánica y, a partir de ella, de energía eléctrica) y eólica (es la energía obtenida del viento, es decir, la energía cinética generada por efecto de las corrientes de aire, y que es transmutada en otras formas útiles para las actividades humanas). Las cuales se convertirían en generadoras de empleo limpio, abarataría los insumos y por tanto mejoraría la productividad, esto crearía bienestar social, lo cual es un indicador de progreso económico.

Lo anterior le permitiría a la sociedad capitalina orientarse, hacia una economía sostenible energéticamente, y los indicadores de cambio que se podrían proponer serian: % de reducción de consumo de energía tradicional, % de cambio en la contaminación ambiental, % de mejoramiento en la calidad de vida y lo que es importante % de disminución del valor facturado por energía tradicional.

Cuando se trata del agua; en los lugares donde se conduce y se consume, se encuentra ineficiencia en el administración de la biodiversidad y aunque el negocio produce grandes utilidades a los operadores, el nivel de logros sociales alrededor de él, es mínimo; lo cual cambia la estrategia de desarrollo sostenible, pues ella considera la preservación de la biodiversidad y la acumulación, conducción y comercialización del agua cambia drásticamente los sistemas naturales donde se ubican. Esto sucede en

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