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Enfermeria


Enviado por   •  8 de Mayo de 2013  •  2.629 Palabras (11 Páginas)  •  644 Visitas

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Introducción

El presente trabajo es realizo para que el alumno identifique la forma de alimentación en un paciente, como son las sondas nasogástricas y orogastrica de las cuales se hablara más adelante del procedimiento de la alimentación su dieta en que consiste, la patología, y el procedimiento de las misma para ponerla y retirarla ya que en ellas se emplean diversas técnicas y estructuras de material de la sonda

También se abordara los cuidados que debe tener un paciente con una sonda como esta

Justificación

En el presente trabajo se realizó para reforzar los conocimientos del alumno en la alimentación por sondas, ya que algunos desconocemos el ¿por qué? de la sonda y aquí se abordara el tema para reforzar lo ya visto o aprendido del alumno. Su aplicación técnica a quien se le va a poner a que patologías sobre qué circunstancias y su importancia que debemos tener en su utilización en el hospital brindando sus cuidados de enfermería y cuidados específicos

Alimentación por sonda nasogástrica y orogastrica

Concepto

Tipo de sonda de alimentación enteral. Va desde un orificio nasal hasta el intestino delgado

Indicaciones de la dieta líquida

1. Primeras fases (de la mayoría) de los post-operatorios: dieta incompleta

2. Anorexia rebelde

3. Asialia (falta de producción de saliva) y boca seca en general

4. Diferentes patologías

Clasificación de dietas

Completas: contienen todos los nutrientes necesarios para el organismo.

Modulares: contienen uno o varios nutrientes y se emplean para suplementar una dieta o fórmula modular completa al mezclar varios módulos. Las fórmulas modulares se preparan a partir de componentes o “módulos” (carbohidratos, proteínas, grasas, agua, vitaminas y minerales)

De acuerdo con el estado físico de las proteínas: Poliméricas o proteínas intactas (provienen de mezclar varios alimentos: carne, huevos, leche, cereales, frutas, aceites vegetales, dextrosa, sacarosa, mantequilla); semi elementales o proteínas hidrolizadas y elementales o aminoácidos cristalinos

De acuerdo con el estado de los carbohidratos: Con o sin lactosa; con o sin disacáridos (diferente de lactosa) y con o sin fibra.

De acuerdo con la clase de las grasas: Los ácidos grasos de cadena larga provenientes del ácido linoleico, ácidos grasos de cadena media, ácidos grasos de cadena corta y ácidos grasos saturados contenidos en la grasa de la leche La fuente grasa más común es de origen vegetal

Las fórmulas de nutrición enteral preparadas por la industria farmacéutica son estériles y no requieren mucho tiempo de preparación, además, aseguran la cobertura de todos los nutrientes

La nutrición enteral artesanal puede prepararse combinando los alimentos de una dieta normal, o alimentos o suplementos planeados para satisfacer necesidades terapéuticas específicas. Deben homogeneizarse finamente, colarse y diluirse hasta una consistencia que asegure su paso a través de la sonda

Sin embargo, las mezclas hospitalarias no garantizan la cobertura de todos los nutrientes y se contaminan con mayor frecuencia debido a que requieren mayor manipulación para su preparación

Parámetros para valorar una fórmula para alimentación enteral: su osmolaridad, la densidad de nutrientes y energía, los tipos de proteína, carbohidratos y grasa, la composición de vitaminas y minerales, el contenido de fibra, su viscosidad y, por último, la cantidad de alimento necesario para satisfacer las raciones dietéticas recomendadas

Colocación de sonda

Objetivo

Administración de alimentos por sonda nasogástrica para eficaz alimentación enteral por medio de nutrientes carbohidratos y grasas

Material

Sonda Levin (calibre necesario).

Guantes de un solo uso.

Gasas.

Lubricante.

Talla para ponerla en el tórax del paciente.

Jeringa de 50 ml. o 100 ml. (para comprobar que está bien puesta).

Esparadrapo o cinta adhesiva para fijar la sonda.

Vaso de agua.

Fonendoscopio.

Técnica

Explicarle al paciente en qué consiste la técnica que vamos a realizar y que además va a ser necesaria su colaboración.

Colocar al paciente en posición de Fowler (con el cabecero de la camilla o de la cama en posición de sentado o semisentado).

Cubrir el pecho del paciente con la toalla y colocar cerca la batea (por si se produce algún vómito al introducir la sonda) así como todo el material que hemos preparado previamente.

Lavarnos las manos y enfundarnos los guantes.

Retirar las prótesis dentarias si las hubiere.

Decirle al enfermo que se suene y examinar los orificios nasales para comprobar su permeabilidad. Le diremos al paciente que respire alternativamente por cada uno de los orificios mientras bloqueamos el contralateral. Escogeremos el orificio por el que respire mejor.

Determinar la cantidad de tubo que debemos introducir para llegar al estómago. Para ello y, ayudándonos de la propia sonda, mediremos la distancia que va desde la punta de la nariz del paciente al lóbulo de la oreja, y de aquí a los apéndices xifoides del esternón. Las sondas suelen presentar unas marcas que nos pueden servir de orientación, pero es conveniente que tras realizar la medida hagamos nosotros una señal en el lugar deseado.

A la hora de realizar el sondaje nasogástrico, procederemos de la siguiente manera:

Una vez lubricado el extremo distal de la sonda, la introduciremos por el orificio nasal elegido, dirigiéndola hacia abajo y hacia la oreja del mismo lado, haciéndola progresar con un suave movimiento rotatorio. Nos ayudará que el paciente incline la cabeza un poco hacia atrás.

Una vez hayamos pasado la resistencia de los cornetes, habremos llegado a la orofaringe, cosa que podremos comprobar pidiéndole al paciente que abra la boca. En estos instantes, el enfermo suele experimentar náuseas. Le diremos que se relaje, que incline la cabeza hacia delante (con este movimiento se cierra la vía aérea) y que intente tragar saliva o un sorbito de agua.

Con la cabeza inclinada hacia delante y aprovechando los momentos en que el paciente realiza la deglución, iremos progresando suave y rotatoriamente la sonda hasta la señal previamente realizada. Si en algún momento el paciente presenta tos, es señal de que hemos introducido el tubo en la vía respiratoria, por lo que procederemos inmediatamente a retirarlo totalmente o hasta situarnos nuevamente en la faringe para, tras unos minutos de descanso, reiniciar el procedimiento. Otro hecho que puede suceder es que

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