Ensayo La Republica De Platon

Ensayo

Libro VI (La Republica de Platón)

El libro comienza con una conversación entre Glaucón y Sócrates; este intenta explicar la diferencia entre un filósofo y aquel que aparenta serlo.

Sócrates comienza diciendo que los verdaderos filósofos son aquellos que pueden alcanzar el conocimiento de lo que existe siempre de una manera inmutable, y que se debe tener cuidado al elegir a las personas que gobernaran el estado. Los verdaderos filósofos deben poseer las siguientes características, para empezar la ciencia debe ser muy importante en su vida tienen que amar cada parte de ella, por otro lado la mentira no es algo que deba existir en su interior deben odiarla por sobre todas las cosas, ya que es imposible que algo tan exacto como la ciencia esté ligado a las mentiras, en cuanto a su carácter un hombre sabio es templado, prudente, de fácil trato y para nada avaro o amante de las grandes riquezas. Otra cualidad muy importante es la trasparencia en su alma y pensamiento, el respeto a la muerte pero nunca miedo a ella siempre con gran valentía.

Todas estas características se van notando desde los primeros años de vida si es huraño e intratable o amable y agradable, la facilidad con que aprende las cosas, su buena memoria y grandeza del alma.

En ese momento cuando Sócrates termino de exponer las características de un hombre nacido para la filosofía, lo interrumpió Adimanto alegando que no está en contra de lo que acababa de decir pero que con sus habilidad para manejar el discurso termina por poner a sus oyentes en la imposibilidad de saber que decir por lo que no existe más verdad que la suya. También afirma que los hombres consagrados a la filosofía se convierten con el tiempo en personas extravagantes e inútiles para la sociedad. Adimanto pregunta a Sócrates porque cree que los males del estado no se solucionaran mientras no esté al frente un filósofo, a lo que este responde haciendo una comparación, diciendo: que el trato dado a los filósofos en el estado es algo extraño, continúa diciendo imagínate el piloto de un barco robusto y con gran conocimiento náutico y también al resto de tripulación peleando los unos con los otros por el timón de la nave sin el menor conocimiento en ese arte pensando que es algo sencillo y fácil de aprender, imagina a todos frente al capitán solicitando el timón y arrojando al mar a todo aquel que este en su contra luego proceden a embriagar al capitán y se apoderan del barco y sus provisiones considerando como hábil marino a todo aquel que les sirva y acate sus deseos ignorando por completo los conocimientos necesarios para ser un buen piloto como por ejemplo las estaciones del cielo de los astros y cualquier otra necesaria para llevar a cabo esa labor; los marineros al considerar como poco importante el tiempo que el piloto se toma para observar los astros lo tachan de inútil, concluyendo con esta comparación el trato

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