Ensayo Literatura infanto juvenil: estereotipos princesas de ayer y hoy.

Esperaba a mi príncipe azul pero nunca llegaba.

-Los príncipes azules no existen- Decían unos.

-Los príncipes azules destiñen- Decían otros.

-El que tenga que ser para tí, tuyo será- Decía mi madre.

Mientras, las películas y los cuentos estaban repletos de

príncipes maravillosos. Y yo continuaba esperando ...

y aparecían príncipes y más príncipes ... pero ninguno era azul

y ninguno me daba la felicidad. Así que un buen día dejé de esperar.

 -No necesito un príncipe- me dije.  Y entonces ocurrió algo mágico.

Mi corazón comenzó a llenarse y a expandirse ... ¡parecía tener alas!

Y de repente me di cuenta de que todo este tiempo el amor había

estado dentro de mí ... y  no lo había visto porque estaba "esperando". 

En aquel preciso instante me enamoré de mí misma.

Teresa Giménez, “Los príncipes azules destiñen”.

Introducción

¿Cómo han ido cambiando los estereotipos de princesas en los cuentos infantiles tomando los cambios que se van dando en nuestra sociedad?

En este ensayo analizaré cómo los cambios actuales sobre la mirada de la mujer,  implicó un cambio en la literatura infanto juvenil  y los estereotipos de princesa que se plasman en los cuentos.

Las princesas siempre fueron un personaje recurrente en este tipo de literatura, y aún hoy lo siguen siendo. Se las presentaba como mujeres bellas, atractivas y delicadas, pero habitualmente con nula capacidad de opinión o decisión sobre sus vidas, dependiendo siempre de la voluntad de sus padres o del príncipe azul de turno. En los últimos años, sin embargo, esa imagen de princesa en los cuentos infantiles se ha ido resquebrajando por la aparición de álbumes ilustrados infantiles que, inmersos en la creciente corriente del movimiento feminista, buscan dar la vuelta y hacer reflexionar a sus lectores, padres e hijos y docentes sobre este estereotipo que poco o nada tiene que ver con la igualdad que debería imperar hoy en día.

Para examinar cómo se dio este cambio en los cuentos se analizará primero qué son los estereotipos, cómo influyen en la sociedad, para llegar a ver cómo el estereotipo de princesa  bella, ingenua y delicada (tomando como caso las princesas de los cuentos tradicionales de los hermanos Grimm y la reversión de los mismos en las películas de Disney), se instaló en las narraciones hasta que la sociedad comenzó a demandar otro tipo de  personajes que se relacionaran con los cambios que el rol de la mujer va teniendo en la actualidad, construyendo otro discurso a cerca de lo que son las princesas  o las “antiprincesas” en la literatura infanto juvenil de hoy en día, tomando como ejemplo la serie “Antiprincesas” y otros títulos literarios, además de las películas de Disney donde se observan otro tipo de personajes.

Desarrollo

¿Cómo funcionan los estereotipos en la sociedad?

Para poder ver como cambiaron los estereotipos de princesas en los cuentos de ayer y  hoy, primero es necesario analizar qué es un estereotipo.

En este punto me parece importante marcar la diferencia entre lo que son los arquetipos y los estereotipos.

Jean Shinoda Bolen en su libro “Las diosas de cada mujer” dice que los arquetipos “…representan modelos de ser y de actuar que reconocemos a partir del inconsciente colectivo que todos compartimos”^[1], mientras que Carl Gustav Jung define arquetipos como “aquellas construcciones, colectivas y arcaicas, sobre principios elementales de la naturaleza humana y su vida en sociedad”^[2]. Por otro lado, los estereotipos, son el “conjunto de creencias que un grupo humano crea y comparte sobre los atributos, cualidades o comportamientos de otro y…define de manera reduccionista y simplificadora a otras personas…”^[3]. Tomando en cuenta estas definiciones, puedo establecer que los estereotipos son creencias consensuadas abstractas sobre algo derivados de arquetipos reconocidos del inconsciente colectivo que comparte una cultura o sociedad.

En la sociedad los roles o funciones de género son los que describen quién hace qué, dónde, cómo y cuándo. Los estereotipos de género hacen hincapié en las ideas que se tienen respecto a los rasgos diferenciadores entre las mujeres y los hombres a lo largo de su vida; y en torno al rol los que se dan en torno al rol de la mujer, fueron cambiando, desde aquella que solo se las veía como amas de casa dedicadas únicamente a la familia y a labores domésticas, mientras el hombre buscaba la manera de trabajar para llevar los recursos necesarios a la casa; hasta hoy que se ve a una mujer independiente, que se mantiene por sus propios medios, una mujer profesional más allá de madre y/o esposa. En estos cambios fue fundamental el rol del movimiento feminista que impulsó los cambios positivos en torno al papel de la mujer en la sociedad.

Todo esto se vio reflejado en cómo cambio el estereotipo de princesas que se venía mostrando en los cuentos tradicionales infantiles y cómo se la muestra hoy en las diferentes narraciones como así también en las versiones cinematográficas.

Las princesas de ayer y hoy

Como planteé anteriormente los roles de género son ideas o estereotipos que se asignan a las personas dependiendo del sexo con el que nacen y como construcciones sociales que son  difieren entre culturas y también entre épocas, aunque su existencia podría definirse aun hoy en día en ciertos lugares como constante; ya que por ejemplo como sostiene López Martín …. “estos roles suelen verse reflejados en el material comunicativo y educativo que se utiliza con los chicos, por ejemplo en la literatura infantil tradicional”^[4]

Tal como sostiene Fernández en Los devoradores de la infancia “Las palabras al narrar dan cuenta de los valores sostenidos por una comunidad en un momento dado mostrando que la dinámica social implica una lucha constante por la posesión de los signos.”^[5]. Es de suma importancia tener en cuenta el valor del cuento como elemento transmisor de ideas, sentimientos y creencias que prevalece socialmente y contribuyen a la división inicial que desde la infancia se establece entre los chicos.  Tanto la LIJ como el cine se vuelven poderosísimos transmisores de estereotipos, y es por esto que debemos como adultos y aun más como docentes, ver  a qué tipo de contenidos exponemos a nuestros alumnos.

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