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Ensayo de turismo social


Enviado por   •  29 de Agosto de 2012  •  2.479 Palabras (10 Páginas)  •  1.422 Visitas

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Ensayo de turismo social

Introducción

La automatización del hombre hace que el mismo disponga de un mayor tiempo libre, el cual puede dedicarlo a la práctica del turismo y la recreación. La segunda guerra mundial, produjo cambios sociales: se perdió la noción de la seguridad, desapareció el sentido del ahorro, el gusto por las cosas propias y otras más; todo ello indujo a los trabajadores a viajar a otras ciudades gastando sus ahorros anuales, aspirando a aprovechar al máximo cada momento. Las vacaciones pagadas hicieron que las poblaciones adquiriesen conciencia de la importancia del tiempo libre en su vida; el trabajo, como ejemplo, ocupaba y aun ocupa el puesto principal en el tiempo de las poblaciones pero no es hoy el único objetivo de estas. El tiempo libre no significa el "no trabajo" y ofrece cada vez más posibilidades de actividades de ocio que permiten explorar un amplio campo capaz de convenir a todos y de permitir nuevas inversiones en el sentido psicológico y económico del término.

De esta forma aparecieron, diferentes organizaciones turísticas, las cuales tenían como objeto principal, ofrecer programas de vacaciones a clases menos acomodadas; estas organizaciones se desarrollaron bajo el amparo de centrales sindicales, otros bajo el apoyo de grupos religiosos, escuelas y asociaciones juveniles, es así como podría decirse que nació el turismo social. Muchos países han considerado al turismo social de gran importancia política y económica para sus naciones, hasta el punto de que algunos de ellos han concebido una legislación; como ejemplo de ello puede mencionarse a Bélgica, país con gran tradición del turismo social y en el presente documento se pretende exponer a detalle el turismo social.

Planteamiento del problema

En México el turismo social se incluye en las políticas gubernamentales a partir de los años sesenta y se le concibe como actividad caritativa, asistencial o retributiva a grupos sindicales con vínculos políticos importantes; esta perspectiva lleva a subsidiar el viaje, lo que lo hace exclusivo, deslindándose el sentido y la imagen original.

El turismo social se ha desgastado por su errónea aplicación, y como tal se vuelve una actividad rechazada dentro de las agendas turísticas estatales. Por tal motivo, conviene reposicionarlo con una denominación que comprenda más segmentos de la población y que lo lleve a ser considerado como Un Turismo para Todos. Bajo este nuevo rubro se puede empezar a dotarle de nueva imagen y forma de aplicación para reactivarlo y devolverle su sentido original.

La Dirección de Desarrollo de Desarrollo de la Demanda Turística de la Secretaría se ha dado a la tarea de fortalecer los enlaces de trabajo entre los Estados y Municipios, buscando que la propuesta de Un Turismo para Todos se integre en los programas y acciones regionales, falta aun trabajar en esta tarea por lo que se debe insistir todo el tiempo en la importancia de unificar el trabajo turístico en beneficio de los turistas ya sea a nivel nacional o internacional.

De cualquier forma, se debe considerar la permanencia de ciertos obstáculos para considerar el turismo social como Un Turismo de todos. Particularmente, perdura el problema de satisfacer la demanda, las condiciones que permitan adecuar la capacidad de compra de la clientela y de las exigencias de rentabilidad de las instalaciones y el equipamiento.

Pero las soluciones que se tienen no son el fruto de la improvisación ni se idearon en un escritorio, sino que conforman el fruto de numerosas experiencias nacionales aunque indudablemente, será necesario tiempo y constancia para hacerlas realidad pues se conocen pocos campos de actividad social que justifiquen mejor tales esfuerzos pues la meta final es dar a millones de personas más alegría tangible, más felicidad real y más dignidad.

En cuanto a la legislación acerca de las vacaciones pagadas, también se ha trabajado y se han registrado modificaciones en numerosos países que se han preocupado por: proteger y extender el derecho a las vacaciones pagadas de los jóvenes trabajadores, aumentar la duración de las vacaciones pagadas y aumentar el número de beneficiarios.

Además, de las consideraciones precedentes pueden desprenderse fácilmente dos conclusiones mayores: en primer lugar, que el turismo social ha registrado un sensible progreso, tanto en el plano de lo que puede llamarse su doctrina como en el de su aplicación practicas; las perspectivas más extensas están abiertas a su desarrollo, para beneficio incuestionable de la cultura y bienestar de los pueblos y de la industria turística. En segundo lugar, que la amplitud misma de estas posibilidades y del notorio beneficio social y económico que de ellas proviene, exige a quien juega un papel en este asunto que la organización del turismo social sea objeto de los más atentos cuidados.

La problemática en sí del turismo social es que hoy en día es poco mencionado y además de que se ha ido perdiendo su esencia original pero la posible solución podría ser un extenso impulso y apoyo por parte de las organizaciones, como los sindicatos o la Federación General del Trabajo que promuevan el turismo social dándole mayor presencia y de alguna manera actualizarlo.

Desarrollo

Podemos considerar el siglo XX como la era del turismo social, incluyendo todos sus actores y factores para su desarrollo como tal. Pero dentro de un estudio rápido y retrospectivo se puede observar que el movimiento social del ocio, la recreación y el turismo para la mayoría, tiene sus inicios en la segunda mitad del siglo pasado, que eran impulsadas por asociaciones con características socioeducativas cuyos miembros se posicionaban dentro de la clase media, lo que dio comienzo a la formación de clubes y asociaciones de todo tipo e índole (alpino, remo, amigos de la naturaleza, campismo, etc.).

Desde el punto de vista teórico se puede decir que el origen del turismo social tiene fuertes lazos al movimiento social y obrero en fines del siglo pasado, esto se puede observar en algunos escritos de economistas y sociólogos donde se plantean nociones muy confusas sobre lo que es el descanso y la recreación: en 1983, Paul Lafargue, escribió el primer panfleto, “El derecho a la pereza”, esto en favor del ocio de los obreros y ataca el lado del trabajo siendo generado por la revolución industrial.

En los años que se interponen a las dos Guerras Mundiales, aparecieron en Europa algunas organizaciones con carácter de secciones especializadas de los sindicatos obreros, o que, por lo menos, recibían de ellos su inspiración y apoyo; estas organizaciones nacieron en países

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