Ensayo sobre bienes publicos
Enviado por Luciano Borruso • 1 de Noviembre de 2017 • Ensayo • 1.576 Palabras (7 Páginas) • 516 Visitas
El descubrimiento de una teoría de asignación eficiente de bienes públicos por parte de Samuelson fue un hecho revolucionario dentro de la teoría de la economía aplicada. Las conclusiones que obtuvo fueron contundentes, pero aun así han sido criticadas en los años posteriores.
Dos de los autores críticos son K. D. Goldin y C. M. Tiebout, quienes cuestionaron la teoría desde diferentes ópticas. El objetivo de este ensayo es exponer la teoría de Samuelson sujeta luego a las críticas de los autores mencionados y poder determinar el porqué de su vigencia en la actualidad.
Samuelson identifica dos categorías de bienes: privados y públicos. Define a un bien público como aquel que el consumo del mismo por parte de un agente no influye en el consumo de otro agente (no rivalidad) y además, impedir que otro agente consuma el bien es imposible (no exclusión).
La metodología que adopta para poder determinar la demanda total de una economía de un bien público es a partir de la suma vertical de todas las demandas individuales del bien. Es decir que en vez de sumar las cantidades demandadas individualmente (como en el caso de un bien privado), se suma el precio que cada agente está dispuesto a pagar por la provisión del bien. El equilibrio se alcanza en el punto donde el costo marginal de producir una unidad del bien es igual a la suma de los beneficios marginales individuales de los agentes del mercado.
A partir de lo expuesto surgen varios interrogantes, de los cuales destaco los siguientes:
1. ¿Es posible determinar la demanda individual de un bien público? En caso de ser posible, ¿cómo?
2. ¿Existe algún ejemplo empírico de bien público puro?
1.
En un mercado competitivo de un bien privado la revelación de preferencias por parte de un agente se realiza automáticamente al momento del consumo. Es decir que el agente no tiene incentivo alguno para mentir sobre su valoración, ya que si está dispuesto a pagar el precio vigente del bien, no gana nada si no realiza el intercambio. Por otro lado, en el caso de un bien público, un agente puede tener razones para no revelar su verdadera valoración del bien. Basándonos en el principio de no exclusión, un agente puede decir falsamente que dicho bien no representa nada para él y aun así disfrutar del consumo del mismo, ya que otros agentes se hacen cargo del costo. La conducta del agente en cuestión lo encierra en la categoría de free rider, y a todos les gustaría ser uno. Por ende, en caso de un mercado de un bien público, "cualquier persona puede esperar obtener algún beneficio particular, lo que no es posible bajo el sistema autorregulado de precios competitivos de los bienes privados" (Samuelson, 1954, p. 389). Es decir, un agente racional debería falsamente minimizar sus preferencias y esperar disfrutar del bien público evadiendo los costos. En este caso, todos desearían ser free riders, nadie revelaría sus preferencias y la provisión óptima del bien seria nula.
Nos enfrentamos al problema de determinar “el mecanismo por el cual los consumidores registran sus preferencias respecto a bienes públicos” (Tiebout, 1956, p. 417). Tibeout propone abordar el problema desde una óptica local del gasto público. A un nivel federal del gasto, entiende que las preferencias del consumidor están dadas y el gobierno es quien busca adaptarse, a diferencia de un nivel local del gasto, donde los patrones de ingreso y gasto están dados y son los consumidores quienes buscan una comunidad local que mejor se adapte a sus preferencias.
El modelo de gobierno local propuesto indica que, dado un numero óptimo de habitantes por comunidad y una vasta variedad de comunidades para vivir, siempre que no se encuentre en equilibrio – es decir, que haya comunidades con mayor (menor) número de habitantes que el óptimo – se dará un movimiento de agentes desde las comunidades con 'exceso' de población hacia las comunidades con menor población que su óptimo. Los agentes se movilizarán a la comunidad que mejor satisfaga sus preferencias. Aquí es donde se produce la revelación de preferencias de los agentes. El hecho de cambiar de comunidad o permanecer en la que se encuentra revela su patrón de preferencias ya que cada comunidad tiene un patrón de ingreso y gasto ya definido que refleja las preferencias de sus habitantes.
Cada jefe de cada comunidad tiene una demanda de n bienes públicos locales. El jefe de una comunidad mas todos los demás jefes ( j - 1), se dirigen a un mercado nacional para poder satisfacer n (propia de cada comunidad). “La demanda de los bienes públicos del mercado por cada uno de los 'n' bienes va a ser la suma de las todas las demandas de las comunidades 'j' “ (Tiebout, 1956, p. 420). Esta demanda de nivel local, representará de una manera aproximada la verdadera curva de demanda a la cual nos enfrentaríamos en el caso de que los agentes fueran forzados a revelar sus verdaderas preferencias.
El autor, en términos de Alchian,
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