Ensayo sobre resolución de conflictos.

El líder como mediador comunitario

“Ninguno es tan pequeño que no pueda dañar;

además de que el temido tiene motivos para

temer y nadie puede conseguir a la vez que

le tema y vivir tranquilo”. (Séneca)

La realidad social en la que se encuentra inmerso un líder no está exenta de problemáticas, independientemente del entorno o el contexto en que se desenvuelva, por lo general dentro de la cotidianidad de las comunidades es regular vivir situaciones adversas que desencadenan muchas veces en hechos de intolerancia, rencillas, peleas, discusiones, enfrentamientos, que por una causa u otra las personas no saben manejar adecuadamente, es allí donde es necesaria la presencia de un líder comunitario con la capacidad de mediación para intervenir y buscar alternativas de solución a las divergencias que generaron en su momento los conflictos.

En este sentido, es de vital importancia que los líderes comunitarios conozcan, interioricen, desarrollen y pongan en práctica las técnicas de resolución de conflictos para lograr una convivencia pacífica en sus comunidades, partiendo de la premisa que los conflictos no son positivos ni negativos, básicamente dependen de cómo se afronten en la medida que se les busque una solución racional, equitativa y justa; además, se debe tener en cuenta que tienden a ser destructivos, si se acude a la sumisión o la violencia, ya que una de las partes involucradas termina siendo vulnerada o agredida.

De este mismo modo, los líderes deben divulgar en sus comunidades la cultura de la paz, por medio de capacitaciones, talleres, secciones educativas que les enseñe a las personas que existe otras maneras de darle solución a los conflictos que se suscitan al interior de su entorno ya sea con sus vecinos, amigos, conocidos o dentro del núcleo familiar, sin embargo, los líderes deben ser un ejemplo a seguir y cada ciudadano debe hacer un compromiso consigo mismo y con la sociedad para garantizar un verdadera transformación social.

Por otra parte, la preocupación fundamental del mediador comunitario consiste en lograr los mejores resultados para ambas partes, utilizando una comunicación eficaz, puesto que la mayoría de los conflictos se producen por la falta de diálogo; asimismo conviene sustituir el concepto de que alguien tiene que perder por el de que ambas partes pueden salir ganando. Para ello es necesario que el líder comunitario maneje dos habilidades básicas para lograr un proceso de mediación: la empatía y la asertividad; la primera promueve el cambio en la relación de las personas en conflicto y abre la posibilidad al encuentro de un camino alternativo, mientras que la segunda permite alcanzar un pacto entre las dos partes para llegar un proceso final de acuerdo. .

Obviamente, el mediador comunitario debe incluir en su perfil la capacidad de ser neutral,

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