Escritura Academica
Enviado por sacatelamo • 9 de Mayo de 2013 • 6.056 Palabras (25 Páginas) • 452 Visitas
EL PROYECTO DE INVESTIGACIÓN
GLORIA NELSI LACON DE DE LUCÍA
1. INTRODUCCIÓN
La palabra proyecto, del latín proiectus (elaborar, forjar, dar forma, idear,...) se concibe como la “intención o pensamiento de ejecutar algo”. De ahí que el texto denominado proyecto que abordamos en el presente capítulo, sea una clase de texto cuya finalidad es exponer una acción, una tarea que se piensa llevar a cabo. Es decir que el término proyecto se aplica a dos procesos bien definidos que se complementan entre sí: la concepción del proyecto con su propuesta de acciones y la formulación por escrito de lo planificado.
La concepción del proyecto suele originarse en la detección de una necesidad o problema que requiere una solución, Ahora bien, para que la idea planeada pueda transformarse en una alternativa viable de solución en los proyectos se prevé no solo que se piensa hacer sino como hacerlo. Como lo señala Zulema Paredes de Meaños, (1997:3), un proyecto en un sentido general, es la previsión de las medios adecuados para lograr fines futuros. Y para aclarar su definición agrega:
• se supone el futuro (inmediato o mediato);
• se establecen fines y medios;
• se busca la adecuación entre fines y medios, para que la realización sea factible.
Podríamos entonces señalar que hacer referencia al término proyecto supone hablar de tareas de planificación. Y es justamente en el ámbito técnico de la elaboración de planes de desarrollo cuando se implementan programas de acción y comienzan a utilizarse los proyectos como unidades operativas de planificación. En este contexto, se considera el proyecto como “el planteo de una tarea innovadora que tiene un objetivo definido, debe ser efectuada en un cierto período, en una zona geográfica delimitada y para un grupo de beneficiarios a fin de solucionar problemas específicos o mejorar una situación existente”.
Otras definiciones de proyecto, son más precisas y clarificadoras en cuanto hacen referencia, además, a la necesaria articulación de las actividades a llevar a cabo como también a aspectos relacionados con los recursos requeridos y los factores económicos involucrados. En este sentido adherimos a la formulación de Ander-Egg y Aguilar (1993:11):
[...] utilizamos el término proyecto para designar el conjunto de actividades que se proponen realizar de una manera articulada entre sí, con el fin de producir determinados bienes o servicios capaces de satisfacer necesidades o resolver problemas, dentro de los límites de un presupuesto y de un período dados.
Ahora bien, la presentación de la tarea proyectada suele formularse siguiendo un diseño convencional que, como ya lo señalamos, en sí mismo, se identifica como la clase textual proyecto.
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En este sentido, el proyecto es un escrito en que se expone una cosa que se piensa hacer o que se puede hacer (Moliner, 2000:1138). De ahí que pueda ser señalado como una clase de texto que tiene una función muy específica ya que es la formulación escrita de una Unidad de Planificación que se desea implementar para resolver una situación problemática.
Se recurre a la elaboración y formulación de proyectos en diferentes disciplinas y actividades humanas atendiendo a variados propósitos aunque siempre con el objetivo de describir las acciones estratégicas a cumplimentar para la consecución de un resultado deseado. Por ello, a pesar de la multiplicidad de motivaciones que pueden impulsar a concebir un proyecto, la formulación de los mismos obedece a un formato canónico o diseño, cultural y universalmente aceptado. Al respecto, la bibliografía atinente surgida de comunidades lingüísticas diversas presenta coincidencias en cuanto a la estructuración básica que debe guiar la formulación de proyectos así como también respecto a la funcionalidad y alcance de las partes y segmentos textuales que conforman su diseño. Esto se explica porque se requiere un formato claro y operativo para explicitar planes de trabajo destinados a conseguir objetivos precisos que deben cumplirse en un tiempo determinado. De ahí que la redacción de proyectos deba responder a ciertas pautas de elaboración y hasta ceñirse a un diseño o formulario convencional.
En este capítulo nos detendremos en la descripción de cómo se formulan los proyectos de investigación, es decir, los que se originan en el ámbito académico científico. Para ello nos apoyaremos en el modelo cognitivo procedural de Heinemann y Viehweger (1991), enfoque tipológico que hemos seguido en este libro teniendo en cuenta que el abordaje multinivel que proponen los autores permite el análisis detallado de diferentes clases de textos. Abordaremos el estudio sobre la base del análisis de un corpus de quince proyectos –pertenecientes todos a la modalidad humanística aunque de distintas disciplinas – recogidos en distintos ámbitos académicos científicos de nuestro país y del extranjero.
2. CARACTERIZACIÓN DEL PROYECTO
A continuación vamos a proceder a la descripción tipológica de los proyectos atendiendo a los niveles de análisis propuestos por Heinemann y Viehweger: función, situación comunicativa, procedimientos para la formulación de proyectos, tipos de estructuración textual, formulación estilística prototípica.
2.1. FUNCIÓN
¿Para qué se redacta un proyecto? ¿Qué función comunicativa cumplimenta en la interacción social este texto? Su función básica es informar, describir lo planificado. A través del proyecto se dan a conocer a un determinado organismo o institución ante quien se presenta, cuáles son las características del mismo: responsables de su ejecución, problemática a resolver, vías de solución al problema, objetivos y resultados que se buscan, actividades y recursos para lograrlo. Es decir, se da una información detallada y completa acerca del proyecto que se desca implementar.
Y en este acto comunicativo de informar que se efectiviza, esta subsumida, la función de contactar, se establece el contacto con la finalidad de presentar el proyecto que se desea implementar.
Ahora bien, otro efecto del texto proyecto es comandar, es decir, llevar a que los receptores se interesen por la acción planificada. Entonces, junto con la función comunicativa [287] dominante de informar a la que se le une la de contactar, se cumplimenta la función subordinada de comandar ya que a través de lo comunicado en el texto, se intenta convencer al organismo encargado de la evaluación y aprobación del proyecto, de la importancia y necesidad de llevar a cabo el mismo a fin de resolver una determinada situación problemática. Esta función de comandar puede observarse en distintas partes del proyecto pero se hace más evidente, como es lógico, en la
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