Escrituras Universitaria
Enviado por zarc20 • 22 de Septiembre de 2013 • 7.845 Palabras (32 Páginas) • 528 Visitas
http://servidor-opsu.tach.ula.ve San Cristóbal, 2007. 324 pp. La escritura es una de las tareas que más se solicita en todos los espacios académicos. Se escucha con frecuencia que los alumnos deben aprender a escribir pero algunas veces se desconocen las estrategias que utilizan para cumplir con ese proceso obligatorio en la etapa escolar. La escritura se ha limitado, como señala Castelló (2000, p. 147), “a poner palabras en un papel y procurar no hacer faltas de ortografía, o bien, explicar alguna cosa pero con letras y palabras en un papel, que suenen bien”; dicho de otro modo, se escribe “bien” si no se tienen errores ortográficos. Quienes así piensan desconocen los elementos fundamentales para que los escritos sean claros y comprendidos: coherencia, concordancia gramatical, cohesión, uso de marcadores discursivos, etc. En este contexto, se justifica plenamente que cada vez más surjan investigaciones que permiten no sólo explorar el problema sino además proponer estrategias de enseñanza y aprendizaje de la R E S E Ñ
escritura académica que favorezcan las prácticas pedagógicas de muchos docentes en las aulas universitarias. Marisol García Romero, compiladora de este libro, y el grupo de investigadores reconocido de distintas universidades venezolanas que colaboran en la obra, plantean diferentes enfoques y propuestas para que se incorpore la escritura como una actividad central en el nivel universitario, pues de ella depende en gran medida el éxito o el fracaso de los estudiantes. Esta tarea académica, en efecto, debe formar parte de los programas y recibir atención de los actores del proceso educativo: docentes y alumnos. El libro está formado por una presentación y dos partes: en la primera se exponen tres proyectos de investigación en la línea de la escritura académica, en tanto que en la segunda se presentan once propuestas innovadoras sobre escritura en el aula universitaria. La presentación, a cargo de Sergio Serrón Martínez, desarrolla con certeza la necesidad de que exista un “compromiso de las administraciones públicas y universitarias para forjar ese programa implícito de nuevos derroteros por donde transitar el ejercicio de la lengua”, y así lo confirma este libro, que no sólo nos presenta diagnósticos, sino también propuestas concretas para el desarrollo de las competencias comunicativas de nuestros estudiantes universitarios. El proyecto que abre la primera parte, titulada Proyectos de investigación en la línea de la escritura académica, presenta un trabajo de Manrique (de la Universidad del Zulia) sobre la comprensión y producción escrita de textos en una segunda lengua y es producto de las investigaciones realizadas en el Programa TEXTUS. Los resultados sugieren que la enseñanza de lenguas está relacionada con el proceso de aprender a pensar y con la toma de conciencia de aspectos sintácticos, además del proceso implícito en el acto de escribir. La investigación de Avilán, referida A S
a la caracterización del texto expositivo de los estudiantes de la UNELLEZ, describe el prototipo de textos escritos por estudiantes de Educación Integral en el último semestre de la carrera. Este estudio mostró que las características de los escritos presentaban particularidades en cuanto a la coherencia y la cohesión. El siguiente proyecto de esta primera parte es el de Serrano (Universidad de Los Andes), quien acopia la experiencia de los universitarios en relación con la escritura académica. Tanto los estudiantes de pregrado como de postgrado forman parte de este estudio en el que se muestra la imperiosa necesidad de que las universidades se responsabilicen del proceso de aprendizaje de la lengua escrita. Las reflexiones y referentes teóricos que se señalan en esta primera parte son un material invaluable cuando se investiga el proceso de escribir en los espacios académicos. La segunda parte del libro, titulada Propuestas innovadoras sobre escritura en el aula universitaria, inicia con el trabajo de Villasmil y Fuenmayor, quienes plantean el modelo de Flower y Hayes (1981) como una alternativa para la organización del conocimiento lingüístico. Este modelo establece que en el acto de escritura el individuo confronta el conocimiento, se cuestiona y luego resuelve problemas. En el trabajo siguiente, Domínguez de Rivero propone una cátedra permanente para el desarrollo de las habilidades lingüísticas como una opción para la reflexión, análisis, producción, evaluación y discusión de las producciones escritas con el firme propósito de que los participantes mejoren las competencias lingüísticas. Por su parte, Fumero presenta una revisión epistemológica, metodológica y pragmática del texto académico como una producción compleja cuyo dominio se requiere en el ámbito universitario. Hace énfasis en la “comprensión de las
perspectivas y significados que asisten a los docentes universitarios involucrados, como expresión de una realidad sociocultural definida”. Las revisiones teóricas de las investigaciones previas nos conducen a fundamentar la urgencia de planes de formación cónsonos con las realidades de los estudiantes universitarios. En esta línea, Martins y Cedeño proponen algunos elementos para el análisis de programas de formación lingüística en la educación superior. Su trabajo se centra en los elementos relevantes para el diseño de los programas de lengua sobre la base de las tipologías que los expertos proponen. Asimismo, los autores comprueban “la complejidad en cuanto a conceptos y procedimientos implicados en la elaboración y ejecución de programas de enseñanza de la lengua”. La inserción de la tecnología en los procesos educativos actuales se encuentra reflejada en el siguiente capítulo, a cargo de Palm, que propone los “wikis” (comunidades de escritura) como espacios para construir y difundir el conocimiento. La autora afirma que la universidad debe insertar en sus prácticas pedagógicas las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TICs) como una alternativa para leer y ser leídos por los otros. Desde otro punto de vista, Bigi muestra una propuesta para la reescritura de proyectos pedagógicos, específicamente, un Proyecto de Promoción de Lectura y Escritura. La relevancia de este trabajo reside en la necesidad de que los “futuros docentes” fomenten una conciencia sobre el proceso de escribir, el trabajo colaborativo y el conocimiento previo como elementos fundamentales para comprender y producir el saber. El estudio concluye con una serie de reflexiones sobre la lengua escrita, entre las que destaca la de que escribir “es un proceso complejo, de idas y venidas, que amerita de lecturas y revisiones”. En la praxis pedagógica es probable que los docentes desconozcan las razones por las cuales los estudiantes
presentan tantas deficiencias
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