Evaluación y cambio de los sistemas educativos. La interacción que hace falta

Evaluación y cambio de los sistemas educativos. La interacción que hace falta: Reporte de lectura

Autor: Magaly Perdomo

Fecha: septiembre de 2022

El texto aborda la importancia de la evaluación de los sistemas educativos como eje central para la mejora y fortalecimiento de la calidad educativa en el sistema educativo, inicialmente haciendo un recorrido histórico de la evaluación en las instituciones, destacando su notorio desarrollo a fines de la década de los setenta (partiendo desde Estados Unidos de América hacia otros países de la región), que luego tuvieron un auge en la década de los ochenta y noventa.

Para el autor es importante observar el sistema educativo centralizado, que han sido modificados debido a una gran demanda de la población en participar en actividades académicas, lo que quiere decir que estamos enfrentando a una sociedad cada vez más exigente a las instituciones y sistemas educativos.

Entonces desde el punto de vista de la descentralización de los sistemas de educación, el autor propone “generar sociedades abiertas, activas y equitativas” (p. 278), en la que los individuos se integren socialmente de manera equilibrada y tolerante, esto quiere decir conformar una sociedad mucho más solidaria, compasiva y atenuada hacia los valores humanos.

Resulta bastante claro que para llegar a esta situación global, no solo debemos comenzar desde la educación en casa, sino de la reforma y cambios en las políticas públicas y por tanto en los sistemas educativos, que si son evaluados constantemente podrían dar data e información relevante a la ciudadanía sobre la situación de la calidad de la educación. Es decir, la transformación vendría de micro a macro: desde casa, colegio, sistema, política y ciudadanía.

En este sentido, la evaluación juega un papel muy importante en la calidad de la educación porque otorga esa retroalimentación (sobre lo que está sucediendo en la realidad) hacia una sociedad que es cada vez más exigente, más aun en estos tiempos donde la globalización forma parte de la rutina y la cotidianidad de la sociedad.

Respecto a la evaluación el autor hace mención a que tradicionalmente se basa en elaboración de normativas jerárquicas con estricta supervisión y control, lo que ha hecho que la participación democrática en los sistemas educativos sea parte de las exigencias de la sociedad, como parte del aseguramiento de la calidad mencionada.

De modo que no se habla de una educación imperante y autocrática, sino de un sistema adaptado a las necesidades del contexto donde se presente, para así formar a estos ciudadanos que resuelvan las problemáticas que se vayan presentando en sus respectivos entornos, haciendo así una conexión entre la educación y el desarrollo de las naciones.

Para lograr ello es importante obtener retroalimentación del estado de la educación en las naciones e instituciones académicas a través de la evaluación, que otorga “datos, análisis e interpretaciones válidas y fiables” (p. 283), con la intención de poder tener la base para tomar decisiones en cuanto a la planificación y ejecución de las labores educativas.

También el autor hace referencia a las pruebas estandarizadas como método de evaluación, lo que en la República de Colombia se evidencia mediante las pruebas Saber (por ejemplo), que en otros casos pueden ser meramente cualitativas o cuantitativas, o una combinación de estas para facilitar su interpretación.

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