Experiencia de practica docente
Enviado por docale • 25 de Agosto de 2015 • Reseña • 2.504 Palabras (11 Páginas) • 827 Visitas
EXPERIENCIA DE PRACTICA DOCENTE
Educación Primaria
En el momento en el que me enfrenté al mundo laboral, llevaba muy arraigado y firme el propósito de trabajar verdaderamente en favor de la educación, poner en práctica toda aquella bibliografía que analicé durante mi preparación normalista con el fin de ser una maestra ejemplar y que dejara huella en sus alumnos.
Debo confesar que no ha sido fácil permanecer esos ideales, puesto que existen muchas situaciones que obstaculizan y golpean tus ganas de contribuir a un mundo mejor. Sin embargo, he procurado mentalizarme el actuar siempre con valores, comprometiéndome con mis alumnos, tratar de que la educación sea equitativa entre los niños de ranchería con los de la ciudad.
Uno de mis principios pedagógicos que aplico en la práctica es actuar con la verdad, demostrar con hechos, no fingir que trabajo y hacer como que mis alumnos aprender, alterar los resultados para engrandecerme. He reconocido mis debilidades.
Considero que he sido una docente comprometida, responsable, creativa, con iniciativa y con el siempre deseo de fortalecer mis prácticas.
Muchos compañeros maestros lo son por vocación, otros por obligación y unos más por conveniencia. Creo que cuando decidí serlo opte por esta última razón. Decidí ingresar a la normal por “consejo” de mis padres, ellos mencionaron que me veían como maestra, que mi carácter y forma de ser me facilitarían esa labor. No muy convencida presenté examen de admisión en la Escuela Normal de Educación Primaria y en dos universidades más de la Cd. de Villahermosa, afortunadamente fui aceptada en las tres y entonces tuve que tomar la decisión entre ser Licenciada de Educación Primaria, Licenciada en Ciencias de la Educación e Ingeniera Ambiental, finalmente elegí la primera opción, de nueva cuenta por consejos de familiares y conocidos.
Y aunque al principio dudé al elegir mi profesión, el día de hoy puedo decir abierta y realmente que no me equivoqué en mi elección, una vez que entré a formar parte de la familia normalista, me hice el propósito de aprender y desenvolverme lo mejor posible, lo cual implicó una responsabilidad que no he dejado de asumir.
Amo mi profesión, disfruto mi trabajo, me divierto y aprendo de mis alumnos, siempre trato de desarrollar mis clases propiciando el interés y la curiosidad, procuro la integración social del grupo, el trabajo colaborativo y enseñar con el ejemplo. Aunque tengo bien sabido que en ocasiones se requiera mucho más que eso.
Me siento satisfecha cuando mis alumnos alcanzan el objetivo, cuando saben cómo hacer las cosas, cuando mencionan “ya le entendí” y su resultado es correcto. Recuerdo una ocasión que en 4to grado trabajé fracciones equivalentes. Prepare un material creativo con hojas de colores y acetatos y les repartí a cada uno de ellos. El dominio de mi clase se notó en la explicación, lo cual facilitó la manipulación de los materiales y logramos el aprendizaje esperado.
Durante mi práctica he tenido muchos momentos de debilidad, sobre todo ahora que me asignaron 2do grado, y me es difícil trabajar con un grupo numeroso y de tan poca edad. Confieso que me faltan las estrategias, es difícil tener su atención, me falta trabajar con material didáctico y poder equilibrarme con lo administrativo, puede ser que estaba acostumbrada a trabajar con niños de grados superiores. Aun así no dejo de preocuparme y ocuparme, aunque me falta mucho por hacer, reconozco que mi principal debilidad es el control del grupo y la evaluación objetiva.
Ahora que soy responsable de un grupo de segundo grado imparto cuatro asignaturas, Español, Desafíos Matemáticos, Exploración de la Naturaleza y la Sociedad y Formación Cívica y Ética. Cada una es sumamente importante para la formación del alumno.
En Español, los alumnos se encuentran en el proceso de adquisición de la lectura y escritura y es por ellos que es imprescindible aprovechar el tiempo al máximo, que las estrategias sean las adecuadas, teniendo siempre presente las debilidades que hay que reforzar. Con base en el diagnóstico, puedo detectar que algunos alumnos que se encuentran en el nivel alfabético requieren apoyo en la segmentación y en la redacción de breves textos.
En Matemáticas los alumnos son muy dependientes, tienen dificultades para comprender el valor posicional de los números y por ende las operaciones básicas como la suma y la resta, las cuales es necesario cimentar.
He notado que la asignatura de Exploración de la naturaleza es de gran interés para los alumnos, sin embargo en el plan de estudios que nos rige en la actualidad se dedican pocas horas para la enseñanza de la asignatura, sin embargo, la labor del docente es ir relacionando los contenidos de una asignatura con otra, es decir, la transversalidad y correlación.
Formación Cívica y Ética es la asignatura transversal de educación básica, en todas las asignaturas se tocan contenidos sobre ella, es necesario que el docente pueda manejarlo en ese sentido y que de esta manera el alumno lo asimile de manera natural.
Cabe recalcar, que en mi grupo de segundo año, en donde los niños oscilan entre los 6 y 7 años pueden ser muy egocéntricos, por lo tanto las situaciones problemáticas tienen que ver con berriches, malos entendidos o exageraciones. He tratado de orientar a los niños en la convivencia armoniosa siempre haciéndoles ver que todos merecemos respeto y que no debemos hacer a otro lo que no querríamos que nos hicieran. Sé que me falta trabajar con ellos en ese aspecto, pero también reconozco que se ha avanzado.
Por otra parte, considero que aparte de las estrategias y los métodos de enseñanza que el profesor utiliza en cada una de sus clases, el ambiente de trabajo debe estar también debidamente preparado; el salón de clases debe ser un lugar agradable, limpio, ordenado, encantador a la vista, pero sobre todo propicio para el aprendizaje.
En esta nueva escuela a la que ahora pertenezco, el salón que me fue asignado no cumple con esas características, en parte la infraestructura tiene mucho que ver, y por otra es responsabilidad del docente alfabetizarlo, realmente la tarea del maestro es ardua, grupos numerosos, compromisos administrativos y pedagógicos en ocasiones obstaculizan esta intención.
Muchas veces se nos ha mencionado e invitado a que el docente se limite en tareas pedagógicas, pero, ¿realmente un profesor comprometido con la niñez, con el futuro de la sociedad puede limitarse a eso? Creo que no, nos preocupamos y nos ocupamos por los alumnos más allá de la responsabilidad pedagógica, queremos que los alumnos sean personas de bien, que tengan armas para enfrentar a la vida y sus exigencias actuales. El docente además de ser maestro, en ocasiones tiene que ser doctor, psicólogo, niñero, amigo, etc. Debe saber cómo enfrentar diferentes situaciones con los alumnos, padres o cualquier otro actor educativo, y no solo eso, sino que debe saber hacerlo correctamente.
...