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FROILÁN ALAMA PRÓFUGO DE LA JUSTICIA POR MARGINACIÓN E INJUSTICIAS DE LA SOCIEDAD


Enviado por   •  25 de Junio de 2014  •  2.459 Palabras (10 Páginas)  •  277 Visitas

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FROILÁN ALAMA PRÓFUGO DE LA JUSTICIA POR MARGINACIÓN E INJUSTICIAS DE LA SOCIEDAD

Froilán Alama primer hijo de María Mendoza y Alejandro Alama nació en el Caserío de Serén, perteneciente a una familia de clase social baja, desde que nació fue aceptado y querido por su comunidad lo cual le permitió ser decidido, temerario, audaz e inteligente hizo admirable su excelente memoria y buen raciocinio, razón por la cual tenía un gran ascendiente sobre las demás personas. Sin embargo, la marginación y la injusticia influyeron en Froilán Alama para que llegara a ser un bandolero.

A la edad de ocho años fue acusado de ladrón por el hijo del hacendado simplemente por el hecho de haber comido ciruelas que no eran de su propiedad, éste se sintió ofendido por que el acusador insinuó que su padre Alejandro Alama era ladrón y lo derribó produciéndose una pelea. Luego cuando tenía quince años trabajó por casi tres años y fue despedido brutalmente de la hacienda sin motivo alguno.

A los 18 años fue acusado, castigado y expulsado de la hacienda Serén porque el hacendado sostenía que no había pagado por los maderos que había adquirido, sin embargo Froilán había hecho un arreglo justo con el capataz Jacinto Meza y éste ocultó dicha venta. Froilán debido a ésta injusticia se llenó de odio y rencor jurando venganza tanto del hacendado como del capataz.

A pesar de todo lo que le hicieron él salió adelante ganándose la vida honradamente desempeñando labores como albañil, jornalero, leñador, entre otras actividades. Pero fué sorprendido una mañana por un grupo de soldados que llegaron de Piura, lo llevaron al servicio militar donde se ganó rápidamente el aprecio de sus superiores ocasionando así cierta envidia de sus compañeros, los cuales robaron un arma que pusieron entre sus cosas de Froilán, motivo por el cual fue acusado de robo, éste al no aceptar esa injusticia decidió escapar llevándose consigo sus armas de reglamento.

Froilán llego a la casa de su compadre Plutarco y al no encontrarlo, fue en busca de respuestas a Chulucanas encontrando a Doña Gertrudis, ésta le conto que un domingo tres hombres asaltaron la casa de su compadre y al no encontrar su botín decidieron matar a los esposos, quedando de testigo del acto su hijo, el niño dio como referencia que el caballo de uno de los asaltantes era pinto.

Froilán se hizo cargo por un tiempo de la sustentación de su ahijado y Ña Gertrudis.

Froilán abstraído en sus recuerdos tomó la decisión de ir a visitar a su familia, al llegar a Serén se encontró con don Arnulfo Ojeda quien le comunicó que sus padres ya no vivían allí y que se habían mudado a Curbán por motivo de los abusos del hacendado. No se le hizo muy difícil dar con la casa de sus padres, encontró a su madre envejecida, ésta se emocionó al verlo, también saludó a su hermano. Luego Froilán pasó a descansar un momento y al despertar encontró a toda la familia alrededor entonces llego el anochecer momento propicio de marcharse y partió entre abrazos y sollozos con la promesa de volver.

Froilán se dio cuenta que aquel hacendado había marginado injustamente no solo a él sino a toda su familia.

Éste se muda a Yapatera donde inaugura una peluquería gracias a que aprendió ese oficio en el cuartel, allí conoce a Barranzuela, se vuelven amigos de jaranas, peleas de gallos y es así que llegan a consolidar su amistad.

Al siguiente día llega a visitarlo su primo Rosendo y como era de esperarse los reencontrados fueron a beber en una picantería de una tal Mondonguera, en donde el primo de Froilán fue acusado de empuja a uno de los presentes y luego fue atacado sorpresivamente produciendo una disputa, lo hizo que Froilán se involucrara. Luego escucharon que había un muerto, era un desconocido que asestó una puñalada al susodicho, tenía un puñal clavado en el pecho. Froilán al percatarse de que no tenía su puñal guardado, tuvo que huir a la casa abandonada de Plutarco en las afueras de Chulucanas.

Todos tenían por culpable a Froilán Alama, los policías llegaron a la conclusión que Froilán era el culpable del embrollo porque el puñal tenía las iniciales del bandolero. Froilán estaba escondido en la choza abandonada sin beber, ni comer, al final tomó la decisión de abandonar el escondite, con miedo a los policías fue a visitar a su amigo Barrenzuela. Éste le ofreció su casa como escondite.

Después de tres días Froilán Alama salió de casa de Barrenzuela y se encontró con el asaltante Carlos Valdivieso Castillo, alias Pava Blanca quien le propuso a Froilán asaltar a comerciantes, aceptando Froilán la propuesta cometió a los 28 años su primera fechoría y así fue como entró en el laberinto para no salir jamás.

Pasaron dos meses y los robos eran con mayor frecuencia, lo que se admiraba de Froilán era que destinaba un porcentaje del botín entre los más necesitados, por ese motivo la gente lo apreciaba.

Froilán es llamado el bandolero, el caballero del delito; o simplemente el negro Froilán.

Este había convertido en el jefe de la banda, no tardó en convertirse en el mejor tirador, rastreador y estratega de la zona por el cual ofrecían un precio muy alto por su cabeza. Así Froilán fue convirtiéndose cada vez más en un bandolero que recorría de cabo a rabo la región emboscando y robando a los patentados.

Por otra parte, el Subprefecto de Piura, don Valeriano Rubio y Bazán, y el gobernador de Chulucanas don Simón Castillo Palacios querían capturar a Froilán, sin obtener resultados éstos dijeron: mientras la gente siga encubriendo, nunca lo vamos a capturar.

Un día Froilán decidió que era el tiempo de arreglar un viejo asunto, recordando la humillación del hacendado, dijo si las cosas hubieran sido diferentes ahora sería un hombre de bien. Por consiguiente se dirigió a la hacienda Serén estando afuera algunos peones lo saludaron pero éste se mostró indiferente, luego le interceptan cuatro hombres con cara de pocos amigos, en eso sale Jacinto Maza, el caporal y dijo déjenlo pasar, el patrón quiere hablar con él; al entrar Froilán el hacendado aparentó serenidad, a un costado del hacendado estaba Jacinto Maza.- Froilán Alama les dijo ya se le olvidó lo que me hicieron a mí y a mi familia; mirando con desprecio al hacendado y al caporal, el hacendado quiso recompensarlo con dinero y éste se negó. Froilán Alama disparó dos veces al capataz, y el hacendado fue sentado por la Smith & Wesson de un estampido, quedando dos muertos, solo ahí Froilán sintió que la cuenta estaba saldada y se alejó.

Otro día en una reunión Froilán estaba con su grupo de bandoleros cuando apareció su víctima, un hombre gordo comercializador de ganado mayor, Froilán mandó

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