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Falta de autoridad


Enviado por   •  10 de Marzo de 2015  •  Trabajo  •  4.245 Palabras (17 Páginas)  •  292 Visitas

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AUTONOMIA

la capacidad de tomar decisiones sin intervención ajena.

FALTA DE AUTORIDAD

No se es mejor padre por darle a los hijos todo lo que piden y no marcarles unas pautas de comportamiento. Creyendo que les hacen un bien, esa excesiva permisividad paterna favorece la rebeldía de los niños, señalan expertos consultados por este periódico. «Los adultos tienen cada vez más dificultades para encauzar a los niños. Eso les ocurre tanto a los padres como a los profesores a la hora de ejercer la autoridad y poner límites a los menores, lo que deja a los chavales algo desamparados y sin referencias», indica el psicólogo Manuel Herrera.

Uno de los errores más frecuentes que cometen los progenitores es creer que la calidad de vida de sus hijos es mejor si les conceden todo lo que desean. Cuando los chavales se ponen contestatarios y protestan, sus familiares, en vez de hacerles entrar en razón, se amedrentan y hacen una dejación de funciones, lo que reafirma a los adolescentes en sus pautas de conducta y se crecen en su actitud agresiva. En el fondo, no es más que una confusión de los padres, que temen ejercer su autoridad y dan un exceso de libertad a sus hijos. En el momento en que los progenitores no aguantan más y tratan de poner freno a esa situación, ya suele ser tarde y el chaval necesita ayuda psicológica para afrontar su problema.

Por eso, cuando en la unidad de salud mental infantil y juvenil tratan a un paciente con trastornos de conducta, se suelen aplicar terapias tanto al adolescente como a sus padres. «A los niños hay que enseñarles a autorregularse y a ponerse límites», dicen los expertos. En esta situación repercute el progreso científico y tecnológico, ya que los chicos se educan en gran medida con la influencia de Internet y de la televisión.

Asumir funciones

A la hora de tratar a los chavales no basta con mandarles medicación, sino que también es recomendable que los padres se impliquen y ayuden a sus hijos, les escuchen y estén con ellos. A veces, los progenitores tratan de suplir el tiempo que no están con sus hijos dejándoles hacer lo que quieran y dándole todo tipo de caprichos. Esa actitud no es beneficiosa.

«Hay que ejercer de padres y educar a los hijos en vez de realizar una dejación de funciones y pensar que de esa tarea se encargan en la escuela», señala Manuel Herrera. De ahí que en la terapia que se ofrece en la unidad de salud mental infantil y juvenil para corregir los trastornos de conducta sea muy importante la implicación de los progenitores de los pacientes.

Son bastantes los padres que dicen no tener tiempo para estar con los hijos, y les dedican poca atención. Les "falta tiempo" para: escucharles, comprenderles, tener interés por sus cosas, exigirles y darles criterios claros en temas importantes. Todos esos hechos son manifestaciones importantes de cariño, que si faltan, las relaciones con los hijos se enrarecen. Y entonces, muchos padres, ante las cosas que sus hijos hacen mal, pueden ser que adopten dos posturas negativas.

Unos quieren hacer valer su autoridad a toda costa, con lo que se crea un mal ambiente entre el hijo y el padre o la madre, que termina con que el hijo –que no se siente querido, pero sí exigido, a veces de forma desabrida– acaba por pasar de ellos. El menú del desprecio a la autoridad, por parte de ese hijo, está servido. Esa actitud se transmitirá en parte a sus amigos, y a sus relaciones con los profesores. Y por tanto a la sociedad.

Pequeños monstruos Otros son permisivos. Suelen ser padres que no tienen claro qué virtudes deben vivir ellos mismos, y no saben cuales deben procurar que vivan sus hijos. Eso les lleva a ser blandos y a no ser capaces de corregir con la debida exigencia a sus hijos. Al final –ante la blandura de los padres–, hacen lo que les da la gana. Y además, los padres tienen que ir detrás de ellos, arreglando lo que van dejando mal hecho o sin hacer. Suele terminar –esa forma de actuar–, con un desprecio de los hijos a los padres. En algunos casos, verdaderamente patológicos, que a mi me parecen "monstruos humanos", llegan a lanzar amenazas a sus padres de que van a armar un escándalo o van a hacer una barbaridad, si no le dejan hacer algo, o si una cosa no está hecha o arreglada, en un plazo determinado. Han convertido a sus hijos en tiranos. ¿No serán estos hijos los más proclives a convertirse en delincuentes?

Tarea importante y urgente Aunque sea una frase muy sabida: la familia es la célula de la sociedad. Y es el principal ambiente donde se decide cómo va a ser cada nuevo miembro de esa sociedad. Hay que hacer una verdadera campaña –a nivel de escuela, de pediatras–, quizás dando charlas y conferencias, para que los padres dediquen la atención y el tiempo necesarios a sus hijos. Recomiendo vivamente la lectura del libro de José Ramón Ayllón, "Diez claves de la educación".

Nos va en el empeño de la buena educación de los hijos, que la sociedad sea un ambiente agradable, en el que valga la pena vivir, porque se quiere a las personas y se busca que vivan las virtudes y los valores en su grado más alto.

La influencia es la habilidad de ejercer poder sobre alguien, de parte de una persona, un grupo o de un acontecimiento en particular. La influencia de la sociedad contribuye al desarrollo de la inteligencia,la afectividad, el comportamiento y, en sentido general, la formación de la personalidad. Cuando una persona ha vivido en sociedad y, por esta razones extremas se encuentra privada de las relaciones con los demás, teniendo que vivir totalmente aislado, de inmediato comienza a organizar su vida siguiendo los patrones que la sociedad en la que vivía le enseño.

La sociedad requiere de la colaboración de todos sus miembros mediante una variedad de trabajos que hace posible el desarrollo social.

En la sociedad existen dos elementos básicos:el material y el moral.El primero esta formado por el grupo de personas asociadas; el moral lo constituyen los objetivos que se proponen alcanzar y las normas morales que rigen el comportamiento entre miembros.

INFLUENCIA DE LOS COMPAÑEROS Y AMIGOS

En esta etapa, a partir de los 6 años los niños empiezan a tener claras preferencias por amigos del mismo sexo. Las relaciones entre las niñas son máscercanas e intensas que entre los niños, menos extensas y más exclusivas. Es fácil ver a un grupo formado por tres amigas durante todo el curso, mientras que un niño tendrá un grupo de amigos mucho másextenso muchas veces derivado de actividades deportivas en las que participa, por ejemplo el grupo de los compañeros de fútbol.

En la infancia intermedia los niños

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