Frustracion

FRUSTRACIÓN Y FRACASO

La frustración se puede determinar como la situación de no poder lograr lo que pretendemos alcanzar. Esto genera tensión emocional, manifestada en diversas reacciones de ansiedad, rabia, depresión; lo cual significa que las consecuencias que acarrea para el normal desarrollo de la personalidad son muy negativas, al no alcanzar objetivos necesarios para lograr calidad de vida. La frustración implica que cada persona debe optar por: caer en ella y darle vida al fracaso o por el contrario, ser consciente del problema, para aprender a reconocerla e identificarla, partiendo de los hechos que posiblemente la originaron como: una sobreexigencia a nivel personal o del ambiente socioeconómico, laboral, psicológico.

En todas estas situaciones se generan procesos de aprendizaje en los cuales logramos experiencias que permitan entender, asimilar y controlar la frustración.

Es importante reconocer que de toda situación de frustración podemos aprender algo, facilitando una posición de crecimiento, al manejar debidamente una situación de frustración, la superación de ésta constituye de por sí, un reto y un objetivo; no sólo para alcanzar aquello que nos proponemos, sino aprender a comportarnos cuando no lo conseguimos.

Para un adulto le será más fácil afrontar la frustración si de niño se le ha demostrado la preocupación y apoyo por parte de la familia para enfrentar las consecuencias y los sufrimientos que los acompañarán en esta etapa básica para el desarrollo personal.

El fracaso visto como un resultado adverso a un proyecto o asunto, es una constante en el devenir humano, tanto a nivel social como individual, se fracasa por múltiples razones, las actividades se planean con el propósito de alcanzar una meta, todos deseamos una vida mejor, pero a todos nos impulsan motivos distintos para poder tenerla.

Muchas personas no logran lo que desean porque no definen claramente bases sólidas para quererlo, carecen de la suficiente motivación para hacer lo que sea necesario para triunfar, generando el fracaso y la consiguiente frustración, estos factores son inevitables en la dinámica que acompaña el ejercicio de la vida. Es importante que la familia y la escuela puedan mostrar al niño, que una situación de éxito también consiste en poder controlar y gestionar los niveles de frustración, ya que son fundamentales para el desarrollo y crecimiento personal.

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