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Frustraciones


Enviado por   •  9 de Mayo de 2012  •  4.075 Palabras (17 Páginas)  •  1.614 Visitas

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Las frustraciones por demasiadas carencias negativas y las frustraciones por demasiadas gratificaciones positivas pueden alterar de igual manera el crecimiento psicológico del niño, todo ser humano logra el equilibrio entre frustración y satisfacción para desarrollarse adecuadamente mientras mayor sea el trauma mayor será el impedimento para el niño crecer positivamente.

Las consecuencias especificas de los traumas durante el des depende de 2 fac y su interacción: el periodo de vida en que lo haya sufrido y la intensidad con lo que los haya experimentado. Un trauma en las necesidades básicas más primitivas impedirá el desarrollo y la satisfacción de las más elevadas, si un individuo no satisface sanamente sus necesidades de seguridad, amor, y pertenencia no podrá sat su autoestima.

Le época de la vida en la que ocurre un trauma es relevante ya que se presenta un trauma o frustración en algún periodo del crecimiento, creará una fijación en el mismo. La frustración es una experiencia inevitable y necesaria.. Pero para creer sanamente es necesario desarrollar una adecuada tolerancia a la frustración. La capacidad de tolerar las frust no solo depende de las experiencias acumuladas sino también del temperamento. La intensidad de la frustración depende de la gravedad real del trauma y su intolerancia a este.

La calificación de las frustraciones no es empírica ya que es una experiencia subjetiva. Ausencia de frustración 0%, 0 a 25% mínimos ( y necesarios para un desarrollo eugénico), del 25% al 50% serían serias, 50 a 75% máximas y 75 a 100% serían máximas

1ra etapa del desarrollo: Gracias a las frustraciones eugénicas el bebé puede empezar a distinguir del mundo bueno y le mundo malo{ debido a los mínimos traumas que sufre puede empezar a reconocerse a sí mismo como diferente a su madre. Total y diferente a su madre y que ella lo reconozca como diferente desemboca en el nacimiento psicológico del bebé. Debido a las frustraciones el niño logra verse como un ser diferente y lograr una imagen reconocible de sí mismo ( sentido del sí y auto identidad). Sin estas frustraciones endógenas el proceso sería imposible, permanecería en estado simbiótico por tiempo indefinido. Por las frustraciones eugénicas el lactante podrá madurar cognoscitva y emocionalmente hasta que logre reconocer su separatividad e indefensión.

Cuándo las necesidades fisiológicas de seguridad, amor y pertenencia son frustradas seriamente el niño se somete al ‘mal básico’ se siente desamparado, angustiado, temeroso y deprimido, presa de la angustia básica, necesita sentirse amado acogido y seguro si no sus consecuencias será demandar atención con llanto y berrinches siendo una manifestación de la reacción defensiva en contra de una frustración seria: la hostilidad básica (protestará y de rebelará si se siente tratado injustamente).La protesta es aislada e inhibida ya que no puede rebelarse en contra de la persona de la que es totalmente dependiente, representaría una nueva amenaza para sí mismo, pero esta inhibición de la histilidad básica puede provocar mayor angustia o malestar intensificando la ansiedad básica. Si es así el bebé será depresivo y angustiante ya que es dependiente de las personas que lo frustran por lo tanto empezará a ver le mundo como malo negativo y agresivo. Se instala la desesperanza en el centro de la existencia del bebé traumado seriamente pero pos su urgencia de sentirse querido y mimado (necesidades básicas) adopta una postura suplicante para agradar a las personas de quién depende.

Esta es la base de que el niño adopta la posición existencial de Yo estoy mal tu estás mal. Cuándo el bebé ha sido traumado seriamente sus expectativas son negativas y deprimentes, se siente incapaz de controlar los reforzadores que necesita y desarrollará lo que Rotter llama un desamparo aprendido. Si el aspecto cognoscitivo del bebé se altera de esa forma reforzará la posición complaciente o suplicante del bebé pudiendo convertirse en un estilo de vida.

Las frustraciones serias en este periodo impiden que el lactante siga desarrollándose mucho más allá desde el momento del nacimiento psicológico, haciendo que las necesidades que han quedado insatisfechas se vuelvan patológicas{ ( fisiológcas, de seguridad, amor y dependencia, normales) se volverán desproporcionadas, irrealistas e imperiosas en las necesidades neuróticas de afecto y aprobación{ de un compañero que lo comprenda y lo controle y de restringir su vida a límites muy estrechos por la falta de confianza. Todo esto desemboca innegablemente en la predisposición de un desarrollo futuro del trastorno de personalidad dependiente.

Por no haber satisfecho sus necesidades elementales y por su falta de autoconfianza. Estas personas se ven incapacitadas para satisfacer cualquier necesidad de autoestima y en consecuencia en vez de desarrollar autonomía, iniciatividad e industriosidad se llenan de vergüenza, duda, culpabilidad e inferioridad desprecio de la imagen corporal de si mismo y de sus cualidades, es decir sus aspectos de autoimagen son considerados despreciables además que crean una imagen ideal de si mismo tan inalcanzable que les produce ansiedad. Más aún cuándo el esquema de si mismo son fijados en el momento del desarrollo en que no ha terminado de separase de su madre por lo tanto se confunden con estas personas creyendo desear lo que quieren las personas de quienes dependen. También tienden a buscar salvadores para sus desgracias y al no conseguirlo confirman que nacieron para sufrir. Ese sentimiento de soledad y desamparo y la necesidad excesiva de amor hace que la persona se convierta en pegajosa y molesta cuándo lo rechazan por esta conducta se siente traicionada y enojada ‘como de costumbre’ y le comprueba que ‘la vida es así’ reafirmando sus constructos personales, su libreto existenciales y sus creencias irracionales. Pero por su enorme necesidad de afecto vuelve al ciclo una y otra vez. Eñ rechazo de los demás incrementa la depresión y la angustia frente a su soledad y fragilidad lo cuál aumenta las necesidades neuróticas, además vive en constrante atención de signos que indiquen el rechazo de una persona, cuándo esto sucede, refuerza su ansiedad y el infirno que vive.

Cuándo el bebé experimenta un trauma realmente grave sus sentimientos de fragilidad e impotencia y aislamientos son devastadores, su angustia llega al punto de considerarse pánico y su depresión son casi intolerables (durante el segundo mes de separación de sus madres el llanto se vuelve agónico gemidos y lamentos dolorosos), En este caso el bebé se ve incapacitado para tolerar emocionalmente la diferenciación y la separación mental de si mismo y la madre se siente tan indefenso que aceptar la diferenciación sería su aniquilación total en

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