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Fruticultura


Enviado por   •  23 de Abril de 2014  •  2.681 Palabras (11 Páginas)  •  274 Visitas

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Frutales: del cultivo al consumo en fruticultura

La fruticultura americana comienza con la llegada de los primeros exploradores, quienes trajeron desde sus países de origen semillas, estacas, etc. Las especies que primero se difundieron fueron aquellas de más fácil vegetación, que sin necesidad de injertadas, dan plantas semejantes a la planta madre.

Características de las frutas

Al hablar de frutales es indispensable referirse en forma muy especial a todos los factores que inciden en la producción, tales como factores ecológicos, cuidados de la planta, enfermedades, etc., causas éstas, que si bien influyen poderosamente sobre los cereales, en el caso de los frutales multiplican su importancia por tratarse de un cultivo intensivo, en el cual una sola planta siempre tiene un gran valor.

FACTORES ECOLÓCICOS.

Por factores ecológicos se entienden todos aquellos que constituyen el medio ambiente en el cual se desarrolla la planta, es decir, clima y suelo. Estos factores pueden hasta un cierto límite compensarse entre sí, por ejemplo, poca agua se compensa con un suelo de gran fertilidad. En forma sintética expondremos en qué forma influyen cada uno de los factores climáticos y edáficos sobre los frutales:

LUZ. Al favorecer la fotosíntesis aumenta la producción de la planta. La calidad de la fruta depende en gran parte de la luz; cuanta más luz, mejor sabor, color y conservación, pues ésta está li gada a la cantidad de hidratos de carbe no que queden en la fruta.

CALOR. Todas las funciones que determinan la actividad de la planta, tales como: asimilación del carbono, actividad de las diastasas, brotación, función radicular, floración, fecundación de las flores, maduración de la fruta y nitrificación, tienen sus temperaturas mínimas y máximas, fuera de las cuales se suspende dicha actividad, existiendo una temperatura óptima en la cual la función llega a su máximo.

HUMEDAD. Basta saber que el protoplasma contiene un 75 % de agua, para darse cuenta inmediatamente de la importancia del agua. Por otra parte, sin dicho elemento no sería posible la absorción de las sustancias alimenticias, ya que éstas necesitan ser disueltas previamente y son conducidas a todas las partes de la planta utilizando el agua como vehículo. El agua de que necesita disponer la planta puede venir de las lluvias y del riego. Es indispensable que ambos sean oportunos y en cantidad suficiente. Ahora bien, hay que tener en cuenta que el exceso es tan perjudicial como la falta. Una lluvia excesiva durante la floración puede comprometer la cosecha, pues arrastra el polen de las flores y diluye el líquido estigmático, impidiendo la fecundación y, por lo tanto, la formación de frutos. La excesiva humedad en la tierra produce una desecación continua, y no permite a la planta su descanso invernal ni, por consiguiente, el engrosamiento del tallo.

VIENTO. La circulación del aire es sumamente beneficiosa y la utilidad de los vientos depende de diversas características, tales como velocidad, temperatura, grado higrométrico, etc. El viento moderado es benéfico, pues ayuda la polinización de las especies anemófilas; pero si es excesivo puede llegar a impedir la fecundación, pues seca el líquido estigmático y provoca la dehiscencia de las anteras antes de que el polen esté madu

cuencia su adaptabilidad para las distintas especies.

DIFERENTES TIPOS DE TERRENO. Arenosos son aquellos en los que interviene como principal componente la arena y tienen menos del 8 70 de arcilla. Arenaarcillosos son los mejores para fruticultura agregándoles materia orgánica y transformándolos así en arenoarcillosohumíferos. Como su nombre lo indica predomina en ellos la arena, pero tienen arcilla y calcáreo en buena proporción. Arcillaarenosos: suelos muy ri_ cos en los que predomina la arcilla, que pueden ser ventajosos para las especies débiles e inconvenientes para las especies vigorosas, pues dan mucho desarrollo vegetativo y poca fruta. Arenocalcáreo: el principal componente es la arena, pero el calcáreo se encuentra en proporciones considerables. Están principalmente en las cercanías de las montañas.

Éstos son los principales tipos de terreno y al hablar de cada especie en particular se indicará cuál de ellos prefiere. Es muy importante tener en cuenta también la reacción del terreno, es decir, si se trata de un suelo ácido, alcalino o neutro, así como su profundidad, que es uno de los factores que da mayor valor a la tierra, debido a la correlación que existe entre el desarrollo de las raíces y la capa de tierra.

FORMACIÓN DE UN MONTE FRUTAL.

Cuando se quiere formar un monte frutal, después de haber elegido el terreno más adecuado para la especie de que se trate, lo primero que habrá que hacer será formar el cerco vivo. Para la formación del monte se puede partir de cero. Un viento fuerte ocasiona choques de las frutas entre sí, produciéndoles magulladuras que pueden llevar a la pudrición; seca la tierra, formando una costra que impide la penetración del agua y del aire. Para protegerse de su acción perjudicial se construyen los cercos vivos, que consisten en rodear a la plantación de especies arbóreas que atenúan la fuerza de los vientos, aminorando su velocidad. Las especies empleadas con este fin son muy diversas, dependiendo de las características regionales. El alcance de la protección del cerco vivo, depende de su altura. Se calcula que la protección llega a 20 veces su altura.

TERRENO. Hay que sentar como premisa que cada especie y cada variedad requieren un suelo distinto. La calidad de un terreno depende de su constitución físicomecánica, en la que se encuentran: gravas, arena gruesa, arena fina, limo, arcilla y humus, y del porcentaje en que se encuentren en la composición de un terreno cada uno de estos elementos dependerá la calidad del mismo y en consemillas o de estacas, yemas, etc., es decir, que se puede recurrir a la vía sexual y a la agámica.

En la multiplicación por semillas se comienza por la elección de las mismas, se siembran en almácigas en cuya preparación se pondrá especial cuidado. Una vez sembradas se las tapa con paja pi. cada o estiércol descompuesto para evitar que la tierra forme costras al ser desecada por el sol. El trasplante se efectuará en distintas épocas según las especies, debiendo ser trasplantadas más pronto aquellas que necesitan mucho espacio para su desarrollo. Del almácigo pasan al vivero, extensión de terreno perfectamente preparada con profundas aradas y tierra bien desmenuzada, protegida por un tupido cerco vivo y situada en un pedazo del terreno donde se efectuará la plantación definitiva y en el cual permanecen las plantas hasta su trasplante final. Se puede suprimir la etapa del almácigo sembrando directamente

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